Los festivales son reuniones delicadas y el flamenco on fire no es una excepción. La tecnología falló en el concierto gordo del día. A la hora prevista del comienzo del espectáculo “Reseteando” una multitud hacía cola delante de las puertas del Baluarte a la espera de que se resolviera el problema técnico que había paralizado el festival. En la cola surgió la voz de la gitanería cuando un puñao de mujeres comenzó a entonar los grandes éxitos de la celebraciones gitanas con mucho toma-ke-toma y algún toma-ketama. El corro fue celebrado por los captadores de imágenes que inmediatamente rodearon al coro con un montón de móviles grabando la escena. Ya nadie intenta hacer palmas improvisadamente arriesgándose a que le canten: “Si-no-tienes soniquete-pa-ké-te-metes”.
Ahora que hay cursos y talleres pa-tó. Al flamenco on fire le faltó el de dar explicaciones y aventurar una hora para que el personal pudiera planificarse la cena, los pintxos o la juerga.
-Oh cruel destino que hubiera que reiniciar el sistema que es como la Real Academia de la lengua define el verbo de marras, aunque los académicos aún no lo han incluido en su diccionario. Los ordenadores de la RAE también son lentos.
Una hora se tardó en resetear. El presentador pidió disculpas por tener que resumir sus palabras y procedió a presentar a la primera estrella de la noche. Ángeles Toledano que apareció rodeada de neones tal y como la vimos en el Bierzo. Con el sistema de sonido repuesto la Toledano hizo su espectáculo resumido. Hubo que limpiar el escenario para que apareciera Lela Soto y lo mismo para María Terremoto que hizo una puesta en escena modelo Beyoncé, le faltaron los ventiladores. En los tres casos hicieron de tripas corazón, se pueden imaginar la escena en camerinos con el maquillaje puesto, el vestuario planchado y los cantes y las palmas afilados al compás pertinente y sin saber si vas a poder actuar y en qué condiciones.
MUJERES AL PODER
Lo contaba Rosario la Tremendita en los camerinos de Amsterdam con la mochila en la espalda arrastrando un maletón de proporciones gigantescas, con su bajo y su guitarra a cuestas:
-Con lo bien que yo estaba con mi mantilla, mi traje de lunares y mis zarzillos de corales.
El precio de ser independiente en el flamenco parece más alto para las mujeres que para los hombres, así que no sería justo diseccionar el resultado de la velada. Las tres cantaoras se entregaron en cuerpo y alma y finalizaron con una juerga por bulerías que sacaron adelante con talento y coraje.
Unas horas antes, por la mañana, tocaba resetear en el bar de la plaza del ayuntamiento. Hace unos años me quedé encerrado sin poder salir durante la actuación ofrecida por Tomatito. Con el mismo protagonista tocando la guitarra desde el balcón del chupinazo, en esta ocasión lo difícil fue poder llegar hasta el bar. Tomate le está cogiendo el gusto a tocar “La leyenda del tiempo” el disco con el que debutó con Camarón, no fue la única referencia al de la Isla de San Fernando. Un ratito después el personal se disputaba las sombras de la Plaza del Castillo en torno al hotel La Perla con Antonio El Turry que defendió su cante ante un ambiente festivo. A destacar la sutileza de su interpretación de una vidalita.
En la librería Katakrak el productor Fernando Vacas presentó una sesión de flamenco minimalista cocinado con discos de pizarra, una propuesta vanguardista que contó con la sugerencia del artista de usar tapones para los oídos “a los que les moleste este tipo de frecuencias”. El flamenco compite en la misma liga del rock, ya tenemos “Hornadas irritantes” y propuestas escénicas que podrían amenizar los descanso de la Superbowl, o así.
En el Civivox está la exposición homenaje a Javier Fergó, el fotoperiodista que falleció hace tres años de un ataque al corazón. La exposición se puede ver hoy domingo hasta las 20.00 horas. Por la tarde concierto de David Cerreduela, tocaor de la escuela de Caño Roto en Madrid acompañado por Mario Montoya. Un barrio que ha pasado de subtitular la rumba eléctrica de los años setenta a ser la referencia de la guitarra gracias a la academia de El Entri. David Cerreduela es uno de los grandes de la guitarra madrileña, le pudimos ver a lado de Enrique Morente entre otras figuras. Su conciertos como solista despiertan el interés por lo peculiar y lo diferente.
Esmeralda Rancapino lleva asombrando desde su preadolescencia. La nieta de Ranca se ha convertido en una mujer con edad para votar. Su rutilante juventud contrasta con la seguridad de sus apariciones públicas comenzó su recital por alegrías con el toque de Nono Reyes. Una puerta abierta a la Bahía de Cádiz.
A última hora el tablao del hotel 3 Reyes contemplaba con retraso a la bailaora del Sacromonte granaino Vero La india con el cante de Antonio El Turry y Juan Ángel Tirado.
Vídeos & fotos: Flamenco on fire















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