Llevo varias semanas intentando meter a Los Planetas en mi órbita particular y me resulta agotador. De vez en cuando me encuentro con canciones memorables dentro de esa atmósfera tan peculiar que generan. Intento pillarle el punto flamenco a Jota y me pongo el video de su encuentro con José Menese en RTVE. El reportaje me lleva a mis queridas calles de la Puebla de Cazalla, al Café Central que yo siempre he visto cerrado, al museo Moreno Galván y finalmente a la casa de Menese donde se produce el desastre. Menese cuenta que vio a Duke Ellington en 1962 y que el jamón bueno le gusta solo, sin mezclar. Jota menta algo sobre la novedad y la apertura y José proclama que no hay que ofender.
Jota menta a Morente y ¡katacrack!.
Prefiero a Los Evangelistas, el homenaje que la mitad de Los Planetas y la mitad de Lagartija Nick le hicieron a Morente. En Vic tuve que consolar a un amigo y seguidor de Morente.
-No te preocupes es generacional. Le dije ante sus lamentos.
-No te preocupes es generacional, me digo a mí mismo.
Para mí, el vínculo de Los Planetas con el flamenco es el de Erik Jiménez, que abandonó Lagartija Nick para militar en los Planetas justo después de grabar el Omega y cuando se comenzaba a montar aquel monstruo en directo.
En la estación de Atocha veo a un señor que me suena, tiene el mismo aspecto de mi tío, el del pueblo. Nadie le pide autógrafos, pero es una estrella del rock. ¡Snif!
El primer disgusto es que no está Erik Jiménez el batería, me gusta mucho una secuencia de un documental con Morente en el que, en un ensayo, Erik da un golpe fuera de sitio, todos los flamencos se vuelven hacia el batería para recriminarle el error. Todos excepto Morente que dice:
-A mí me ha gustado.
Ahí comienzan a ensayar a partir del error. Herbie Hancock cuenta la misma historia con diferente protagonista, Miles Davis.
Me vuelvo a encontrar a Jota en una plaza de Pamplona, está charlando con Miguel Morán, el inventor del festival de Benicasim (FIB) y del Flamenco On Fire. He pasado por los conciertos de Daniel Casares y Manuel de la Tomasa con David de Arahal pero no he querido llenarme la cabeza de flamenco, aún no.
Fernando Vacas presenta el concierto ante una multitud que ha llenado el recinto. Jota va explicando la relación de cada composición con el flamenco. Algo inédito en la carrera de los Planetas. Yo prefiero a ese grupo de herméticos “indies” envueltos en brumas psicodélicas que, de vez en cuando, soltaban canciones memorables. Tengo varios amigos mexicanos que me aseguran que esos Planetas siguen existiendo que aún tienen cosas que contar. Yo me voy hundiendo en mi butaca mientras interpretan un fandango de Enrique Morente. ¡Jo! ¡Cómo echamos de menos a Morente! Ahora estaría corriéndonos a gorrazos por no ser capaces de parar el genocidio palestino.
Empeñado en mi error, echo de menos a Erik Jiménez y esa manera de empujar a la galaxia desde su batería. Tocan unas alegrías, a mí me da pena.
Menos mal que nos queda la Macanita en el tablao del Hotel 3 Reyes que comienza su concierto matizando la voz, buscando el quejío por los rincones del alma. Luego llega el grito huracanado que ha sido santo y seña durante toda su carrera pero ya no abusa de ese rasgo de su personalidad. Cada día canta mejor. ¡Ole tú!
Fotografías Los Planetas & Daniel Casares por Susana Girón / Flamenco on fire












Vídeos y Fotografías Manuel de la Tomasa & David de Arahal y La Macanita por @Manjavacas.flamenco
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