Leonor Leal investiga en el pensamiento de la bailaora en un espectáculo sorprendente de narraciones cruzadas y revelaciones profundas.
¿Ustedes/Vosotros recuerdan a la bailaora que estaba encima de la tele? Pues esa bailaora piensa, y habla más allá del tópico que representa. El flamenco parece que necesita urgentemente espacios para la reflexión y el debate.
Leonor aparece en un escenario limpio de objetos y de músicos e intenta responder a la pregunta ¿Cuándo miras, qué ves? y enseguida aparece en la pantalla Blanca del Rey que cuenta como visualizaba su baile, su creación, a partir del ritmo antes de que lleguen la guitarra y el cante.
Lo que puede parecer una suculenta recolección de anécdotas y confesiones a cámara de Blanca del Rey, Merche Esmeralda, Carmela Greco, Pepa Montes o Ana María Bueno es algo más. Aunque con ese material (las entrevistas de una bailaora a una bailaora) se puede componer un delicioso y sugerente programa de televisión.
En este caso los testimonios sirven para mucho más, aquí desbroza la mirada sensorial de la bailaora desde dentro. La historia del flamenco se ha construido -y se construye- desde la mirada de El Otro, ya sea la mirada romántica de los viajeros del siglo XIX, de los intelectuales del siglo XX, de poetas, críticos o cronistas… y ahí seguimos proclamando hechos y sentencias desde púlpitos más o menos sagrados y/o cunetas, siempre precarias, en las que compartimos espacio con nuestros muertos.
Así que sí, Leonor cuenta su historia, y la baila, entrelazada con historias a flor de piel de las maestras del baile (su antecedente) y descubre que los maestros no son de mucho hablar y que la mayoría enseñan a sentir, y cuenta cómo se fue despojando de las principales señas de identidad, de la bata de cola y de los vestidos de lunares, cómo se va quitando las horquillas y la peineta, la flor en el pelo y la muñeca de antes se ha quedado desnuda encima de la tele de culo gordo.
“De momento no me he quitado los zapatos” dice y para la última escena se sienta en la silla de tijera, se los quita y se pone una camisa blanca y un sombrero y también se pone una muñequeras de madera que es un instrumento “nuevo” que ya utilizaba Merche Esmeralda en los años setenta. Cuenta Leonor que aquí utiliza la música grabada porque no quiere dialogar con los músicos que lo que quiere es interactuar con sus maestras, su antecedente. Y remata con ese aire de guajira que impregna el último cuadro del espectáculo con el discurso de Carmela Greco presente en la sala que luego protagonizó parte de la reflexión ulterior.
Leonor Leal nos confesó que ella es flamenca, que decimos que baila contemporáneo porque se ha arrancado la identidad de los ropajes y baila con el cuerpo, con la piel y con el flequillo pero que ella baila el martinete copiado del de Antonio Soler… Yo eso no me lo creo porque por mucho que se invoque a los creadores de antaño, los creadores de hoy cambian de paisaje y de instrumentos y aunque te digan que cantan por seguiriyas igual que el abuelo (que lo único que han cambiado es la base electrónica) yo no me creo que no les afecte. Puede que sigan pensando en su abuelo a la hora de cantar o bailar pero cuando se paran, respiran y nos miran, no ven lo mismo que lo que veía el abuelo… Nos ven a nosotros…y lo que vemos nosotros es a nuestros contemporáneos.
LEONOR LEAL. DE VOZ, UN CUERPO. Estreno absoluto. 40 festival Madrid en danza. Teatros del Canal. Sala Negra. 14 de mayo 2025
Idea original, investigación y baile: Leonor Leal
Colaboración en la dirección: María Muñoz (Cía Malpelo)
Acompañamiento en puesta en escena: Leo Castro y Carmen Mori
Creación musical: Canito (guitarra), Antonio Moreno (percusiones) y Javier Rivera (palmas y voz)
Espacio sonoro: Fanny Thollot
Bailaoras que aparecen en los vídeos: Merche Esmeralda, Blanca del Rey, Carmela Greco, Pepa Montes y Ana María Bueno
Comentarios y acompañamiento en diferentes fases de documentación: Victoria Pérez Royo y Pedro G. Romero
Diseño e intervención gráfica: Guridi
Diseño de iluminación: Carmen Mori
Sonido: Pedro León
Estilismo: Ana Nieto y bata de cola de Pilar Cordero
Diseño de pulseras: Helena Rohner
Fotografía: Tristán Pérez-Martín
Producción: Leonor Leal e Isabel Jiménez
Debe estar conectado para enviar un comentario.