Nos acercamos al renovado Candela a charlar con Kiki Morente, sobre su disco Azabache y la gira del mismo nombre en la que está embarcado. Con emoción, recuerda también los tiempos en los que aprendía de los grandes en el Candela, un espacio que fue su aula y su refugio en los primeros años de su carrera.
Puedes ver la entrevista completa en vídeo
Kiki Morente regresa con Azabache, su tercer disco, un trabajo en el que se sumerge en sus raíces flamencas con una propuesta que combina frescura y tradición. A lo largo de su carrera, el cantaor ha transitado un camino natural de evolución artística, desde sus primeros pasos como aficionado hasta encontrar su propia voz en el flamenco. Albayzín, su primer trabajo, capturó la esencia más pura de Granada, mientras que Mi Cante reflejó un acercamiento más abierto a las tendencias contemporáneas. Ahora, con Azabache, regresa a la base de su identidad musical, en una obra creada con el apoyo incondicional de su madre y su familia.
A pesar de lo que Azabache significa algo obscuro y brillante, el disco está lleno de luminosidad y dinamismo. Para Kiki, el azabache es un material de gran belleza, que posee brillo y pureza, conceptos que quiso trasladar a su música. Lejos de dejarse influenciar por tendencias externas o presiones discográficas, el artista ha buscado siempre disfrutar de su arte, sin prisas y sin imposiciones.
El flamenco vive un momento de cambio, con nuevas formas de flamenco en voces como la de María Terremoto o Ángeles Toledano explorando sonidos distintos. Kiki celebra esta evolución y reivindica la necesidad de que los flamencos no solo conserven su tradición, sino que también se reconozcan como músicos con capacidad de innovar. Su visión es clara: el arte debe fluir y expandirse, como ya lo hicieron en su día figuras que rompieron moldes y marcaron nuevas sendas en la música, el Omega origen de muchas cosas.
El disco, además, supone un homenaje a sus raíces, con la reinterpretación de unas alegrías grabadas por su padre en 1971 junto a Parrilla de Jerez. Rescatar este sonido y mezclarlo con la tecnología actual ha sido un reto y un placer, reflejando el equilibrio entre el respeto por el pasado y la búsqueda de una identidad propia. Su conexión con Granada y Madrid es evidente en cada acorde, en cada letra seleccionada con mimo para esta producción.
El lanzamiento de Azabache viene acompañado de una gira que arrancará el 15 de febrero en El Molino de Barcelona. A lo largo del año, recorrerá ciudades como Lugo, Málaga, Córdoba, Sevilla, Madrid, Granada y Mallorca, con espectáculos en los que fusionará la fuerza del flamenco con una puesta en escena íntima y cuidada.
El flamenco sigue abriéndose camino en eventos de gran calado, y Kiki tendrá la oportunidad de participar este fin de semana en los Goya 2025, un acontecimiento que se celebrará en Granada y que supone un reconocimiento al arte y la cultura de su tierra.
Con Azabache, Kiki Morente reafirma su compromiso con el flamenco, reivindicando su historia y proyectándolo hacia el futuro con un sonido propio y auténtico. Un trabajo que, como él mismo dice, es un reflejo de su esencia y de su hogar.
Debe estar conectado para enviar un comentario.