Sesenta y cuatro aspirantes en la especialidad de cante, 23 en baile y 21 en guitarra pasaron las primeras pruebas para competir en la fase final del prestigioso Concurso de Córdoba este año. Desde la última vez que se celebró, en 2004, cientos de personas han estado preparándose para este momento. Desde jóvenes que buscan el aval profesional que aporta un premio de Córdoba, hasta aficionados maduros reivindicando su visión del flamenco, todos vienen a competir con la mayor ilusión, y sólo unos cuantos se marchan con un premio debajo del brazo.
Marco Flores
En esta edición, que marcaba el medio siglo de existencia del festival, catorce personas se llevaron diecisiete premios, en las categorías de cante, baile y guitarra. De tres premios para guitarra, dos quedaron desiertos: el de concertista y de compositor, siendo Juan Manuel Muñoz “el Tomate”, ganador único en guitarra con el premio “Juan Carmona Habichuela” al acompañamiento, gracias a sus falsetas originales y conocimientos. También han quedado desiertos en cante los premios “Niña de los Peines” y “Cayetano Muriel”.
La gran estrella de esta edición, sin lugar a dudas, ha sido el bailaor Marco Flores de Arcos de la Frontera. Con andares de dandi, la natural elegancia de los antiguos, el aire de los actuales, la técnica siempre en su sitio y lugar, exquisito buen gusto y el respeto por el cante, logró convencer al jurado para llevarse tres premios: el “Mario Maya”, el “Carmen Amaya” y el “Antonio Gades”, lo cual le valió el Premio de Baile del Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba.Su compañera de grupo, la cordobesa Olga Pericet, logró hacerse con el premio “Pilar López” gracias a una petenera con mantón a lo Blanca del Rey.
Olga Pericet
Cádiz ha lucido con brillantez gracias al joven cantaor David Palomar, por soleá y cómo no, por alegrías de su tierra, y que además ganó los corazones de todos los presentes con sus bulerías espontáneas y pataíta después de ambas intervenciones correspondientes a los premios “Manolo Caracol” y “Camarón”.Le respaldó brillantemente el tocaor Rafael Rodríguez.
El cantaor Domingo Herrerías cantó por tonás para llevarse el premio “Antonio Mairena”, compartido con Antonio Ortega. La bailaora Concha Jareño compartió el premio “Mario Maya” con Marco Flores luciendo bata de cola y detallitos muy sutiles para un hermoso taranto, y se llevó el premio “Matilde Coral” por sus alegrías de Córdoba.
Otro favorito del público fue Fran Espinosa un joven cordobés redondo con poquísima pinta de bailaor, que volvió a casa con el premio “Carmen Amaya” compartido con Marco Flores. Cuando el atrás atacó con ese compás irresistible de la bulería lenta, fluía el “ange” y los detalles originales, y su perfecta soltura con el compás permitió que no hubiera ningún obstáculo entre el pensamiento y el hecho.
David Pino
David Pino ganó el premio “Pepe Marchena” con su vidalita y guajira a la antigua, y el maestro Fosforito le hizo entrega del premio. El madrileño Alfonso Losa ganó el premio “Eduardo Serrano El Güito” al baile luciendo un planteamiento de fuerza al estilo farruquero, y la joven María José Pérez dedicó, emocionada, su premio “Don Antonio Chacón” a sus padres. El veterano Joaquín Garrido logró el premio “Fosforito” con su caña, recibiendo el premio de las manos del maestro.
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