La compañía dirigida por Patricia Guerrero presentó el espectáculo Tierra Bendita en La Unión, con un recorrido por los estilos más representativos del flamenco escénico
La 64ª edición del Festival Internacional del Cante de las Minas cerró su ciclo de galas con la actuación del Ballet Flamenco de Andalucía, que subió al escenario de la Catedral del Cante con su espectáculo Tierra Bendita. Una propuesta coreográfica que fusionó tradición y modernidad a través de un viaje por los cantes y bailes más característicos del flamenco, en una puesta en escena cuidada al detalle.
Dirigida por la bailaora Patricia Guerrero —ganadora del ‘Desplante’ en 2007 y del Premio Nacional de Danza en 2021— la compañía andaluza ofreció un espectáculo de gran riqueza visual y sonora. Con una estructura coral, el montaje incluyó tarantas, granaínas, fandangos, tanguillos, cantiñas y bulerías, alternando el protagonismo entre el elenco masculino y femenino.
La función comenzó con un jaleo puramente flamenco, sin acompañamiento musical, marcado por taconeos, palmas y jaleos, en un ambiente de fiesta tradicional que captó de inmediato la atención del público. La música en directo estuvo a cargo de los guitarristas José Luis Medina y Jesús Rodríguez, y las voces de Manuel de Ginés y Amparo Lagares, completando un cuadro artístico de alto nivel.
Uno de los momentos más destacados fue la interpretación del poema Fiesta en la Gloria, de Manuel Benítez Carrasco, recitado en escena por la propia Patricia Guerrero. La bailaora acompañó sus palabras con una coreografía sutil que evocó el universo sonoro del guitarrista Ramón Montoya, figura a la que se rendía homenaje en el texto.
La escenografía de Esteban Bernal Aguirre, unida a una iluminación dramática, recreó ambientes mineros y aportó profundidad simbólica a la actuación. El vestuario también jugó un papel destacado, especialmente en piezas como Plaza de las Flores, donde el cuerpo femenino lució batas de cola amarillas y mantones blancos con flores rojas.
El cierre llegó con una seguiriya interpretada por todo el conjunto, en la que el color negro dominó la escena y selló el mensaje de conexión entre las raíces andaluzas y el legado minero de La Unión.
Fotografías & vídeo: @Manjavacas.flamenco
Al finalizar la gala, la compañía descubrió su placa conmemorativa en la ‘Avenida del Flamenco’, sumando su nombre a la memoria del festival y reforzando los lazos entre ambas “tierras benditas”.
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