Flamencos de Morón en Corral de la Moreria – Suma Flamenca

El Festival Suma Flamenca 2012 llegó a su fin con un espectáculo que fue digno broche de oro para este festival madrileño. Un grupo de ilustres flamencos de Morón se juntaron hace poco para formar un cuadro de auténtico soniquete sevillano, promovido por Simón el suizo, y con el objetivo primero de grabar un disco: Puro y vivo. La experiencia de la grabación y el buen trabajo final les animó a formar el grupo “Flamencos de Morón”, con el que pretenden promocionar su trabajo allá por donde se les reclame. Y visto lo de esta noche, creo que no les faltarán lugares y ocasiones para demostrar su arte de tantos quilates.

Los hermanos Paco e Ignacio de Amparo ya formaron parte de “Son de la Frontera”, ese cuadro tan cañero que basaba su espectáculo en un dilatado homenaje a Diego del Gastor, el legendario guitarrista de Morón, autor de una de las más conocidas y repetidas falsetas de la guitarra flamenca. Pero en el grupo actual, más ambicioso y más puro, si se me permite el controvertido calificativo, se amalgaman los tres pilares básicos de este arte nuestro (guitarra, baile y cante) de una manera ejemplar. A las guitarras ya mencionadas de Paco e Ignacio se unen las voces de Rubio de Pruna, Teresa Ríos y Javier Heredia, así como el baile de este último y el de Ana Ojeda (para conocer un poquito más a este grupo flamenco, se recomienda leer la estupenda entrevista que se publica en esta misma revista).

En la noche que nos ocupa disfrutamos como enanos –es un dicho, que nadie se moleste– con el arte singular y extraordinario de “Flamencos de Morón”. Sin salirse de los cánones del más puro decir flamenco, estos artistas de Morón, y de Utrera, confeccionan un espectáculo eminentemente festero, donde predominan las bulerías y los cantes opulentos de compás. Comenzó la noche con un martinete a cargo de Rubio de Pruna, un cante de fragua dicho con poderío y con templanza, plagado de matices y preñado de duende; ya este cante certifica y anuncia una noche de enjundia cantaora, sin concesiones al efectismo de cartón piedra y sin engaños; está claro que no se tratará de un simple divertimento. Después, unas bulerías al golpe de Morón, para que no se nos olvide la fuente caudalosa de Diego del Gastor. Y sin respiro, las alegrías gaditanas en la voz luminosa y valiente de Teresa Ríos; un auténtico disfrute de gracia y de compás.

Tras estos alardes de buen cante, le toca el turno a Javier Heredia, que se estrena por tangos con su voz rancia y contemporánea a un mismo tiempo. Y sigue por bulerías, acordándose en algún momento del gran Bambino, cantando y bailando con desparpajo. Con la base rítmica y soberana de los hermanos de Amparo, este cantaor y bailaor se pinta solo para gustar, porque se gusta y se lo pasa pipa. Él solo podría conformar un espectáculo si se lo propusiera. Pero aquí no sobra nadie, ni nadie es el único protagonista. También el baile que ejecutó luego Ana Ojeda por alegrías, con el cante soberbio de El Rubio, fue el prototipo del baile por alegrías, tan gitano y tan juncal, haciendo revoleras con el mantón y recreándose en cada quiebro. Una delicia. Como las bulerías tan personales que cantó y bailó, de inmediato, Javier Heredia, con un humilde homenaje al insigne Paco Valdepeñas. Todo, todo lo que hicieron esta noche, todo lo que saben hacer los “Flamencos de Morón” lleva su sello inconfundible y se presenta tan puro y tan vivo que resulta sorprendente, a pesar de su aparente sencillez. Pocas veces disfrutamos de un flamenco tan genuino. Un flamenco sencillamente magistral. Que ojalá lo presenten en muchos sitios, y que ustedes no se lo pierdan.

Las “Noches Brujas” del Corral de la Morería, por esta última noche, y por todas las demás, han cosechado un grandísimo éxito que, espero, se repita en los años venideros. Gracias a todos los que lo hicieron posible.

Video:

Más información del Grupo (en facebook: Schimun Murk) y proximamente en la web: www.flamencosdemoron.com