Alba Heredia y Tomatito cerraron la tercera edición de Bierzo al toque
La historia del flamenco ha estado ligada a las narraciones de viajeros e intelectuales desde sus orígenes a mediados del siglo XIX. Hace más de cien años Falla y Lorca, entre otros, avisaron de los peligros que acechaban al flamenco; surgió la flamencología cuya tarea más inmediata era mantener el flamenco libre de contaminaciones indeseadas. Luego, ya saben, llegaron Franco y Antonio Mairena. El cantaor propuso envolver el flamenco en un caparazón resistente a las invasiones y construyó una historia a su medida investida por la PUREZA, santa palabra.
En esta tercera edición de Bierzo al toque abundan las actividades paralelas como el libro de entrevistas de Lola Pantoja “En mi arte mando yo” editado por la universidad de Sevilla. Y en el ultimo día hubo que hacer cambalache horario entre Faustino Núñez y Gamboa porque el primero estaba recién aterrizado de Colombia donde compartió sabiduría con Carlos Vives y unos tanguillos gaditanos con venerables vallenatos para recordarnos que la historia de España es la historia de un mestizaje sin descanso y que la pureza en el cante sólo puede justificarse como un canto desde el corazón.
José Manuel Gamboa y Faustino Núñez se han empeñado en la tarea de hacer investigaciones cabales para luego narrarlas a los públicos presentes en vivo y en directo por el lado más luminoso del camino pero luego llegas a casa y te encuentras con sus libros con toneladas de informaciones. Por la mañana José Manuel Gamboa presentó su libro sobre Pepe Habichuela subtitulado con un susurro de Elvis Presley “Now or never” (ahora o nunca) y lo hizo junto a Paco Manzano que ha coordinado la parte gráfica de un libro con más de 600 páginas y un montón de gracia. Un trabajo monumental a la altura de la vida profesional de Pepe Habichuela que comparte con su mujer Amparo y su hijo Josemi.
El último libro de Faustino Núñez es “América en el flamenco” que ofrece desde su página web Flamencopolis que creó para despejar las dudas de sus alumnos. Las charlas de Faustino son de las que crean afición (mismamente para las de Gamboa y Cristina Cruces, a la que hay que sumar al maestro de casi todos José Luis Ortiz Nuevo). Contó los palos del flamenco desde sus orígenes y nos recordó que el flamenco es una pesadilla para la música académica (también conocida como música clásica) que resulta incapaz de transcribir el cante a una partitura. Tenemos suerte de que los flamencólogos que están refrescando nuestra historia sean maestros de la cultura oral porque aprendemos sin dejar de reírnos. Recuerden que nuestra estrella pop más universal fue alumna suya: la Rosalía.
En el escenario de la sala de Turbinas la bailaora granaina Alba Heredia hizo una exhibición de facultades con el cante de dos portentos Ismael de la Rosa e Ingueta Rubio caminando sobre los tacones de Carmen Amaya para dibujar la misma estampa, la de la bailaora llamando a las puertas del cielo o lo que sea que haya debajo de las tablas. Luego apareció Tomatito un tocaor indisolublemente ligado a los directos de Camarón. El guitarrista presentó una balada dedicada a Paco de Lucía escrita por su hijo José del Tomate.
El momento más duro en la carrera de Tomatito ocurrió tras la muerte de Camarón, además del impacto emocional su teléfono no sonaba: “Estuve dos años en que no me llamaba nadie para trabajar” y ahí le comenzó a llamar Enrique Morente mientras que su paisano Alejandro Reyes (del Johnny) le animaba a montar su propio grupo. Hoy Tomatito interpreta “La Leyenda del tiempo” el disco con el que debutó junto a Camarón y que siempre había definido como un disco “feo”. Faustino Núñez desveló uno de los secretos de ese disco, su discográfica pretendía que en la portada se viera a Camarón junto a una bola de espejos de discoteca. Una horterada entonces y ahora. “Mario Pacheco vio las pruebas y salvó la cara de Camarón para la historia del flamenco contemporáneo”.
El festival tiene toda la pinta de haber cuajado entre el público de El Bierzo, gracias al tesón de Miguel Morán un hombre de la zona que sabe del trabajo de arañar la tierra para sacar carbón, un esfuerzo ahora reconvertido en vino. Parece un milagro.
Fotografías & vídeo Tomatito – @Manjavacas.flamenco








Fotografías & vídeo Alba Heredia – @Manjavacas.flamenco














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