La noche anterior lo hicieron Dani de Morón, La Tremendita y Patricia Guerrero
Contra la sala de tortura. ¡No siento las piernas!
Tres días seguidos en la sala verde de los teatros del canal y no siento las piernas. Por favor, derriben esa sala de torturas para los espectadores. Los usuarios de la cultura tenemos derecho a disfrutar sin salir con el cuerpo hecho migas. De paso, deberían habilitar unos aseos en condiciones. ¿A quién se le ocurrió un aseo por piso, un puesto para mujeres y uno para hombres?.
Y ahora, hablemos de ARTE
Un escritor dijo hace un par de años que los guitarristas de ahora tocan todos igual.
-¡Nananai!
De eso nada, monada, aunque seas aficionado a la guitarra y a la lengua académica, eso no te da derecho a generalizar ante los cientos de guitarristas maravillosos que pueblan el flamenco. Ni siquiera se sientan igual. Es verdad que Paco de Lucía fue copiado durante décadas a la hora de situarse en un escenario en forma de media luna. Pues bien, ninguno de los tres artistas que han pasado por el festival de la guitarra han repetido posición (a la espera de que lo haga David de Arahal).
Paco Jarana se sentó solo al borde del escenario para ofrecer sus composiciones y luego volvió para atrás. Dani de Morón se colocó en centro para recibir a la belleza encarnada por La Tremendita y por Patricia Guerrero. Manuel Valencia empezó detrás, luego se colocó en el lado izquierdo para un duelo con Manuel Liñan, después se situó en los medios para recibir el cante de Esperanza Fernández.
Una amiga con mucha sabiduría flamenca me pregunta si me ha gustado Dani de Morón, contesto que sí, que absolutamente, y me dice que a ella le faltan palabras para expresar lo que ha vivido en ese concierto. Le devuelvo una pregunta: ¿A ti quién te gusta?
¡Manuel Valencia! y lo dice sin una pizca de duda.
El guitarrista lo explica: “He estado en Madrid muchas veces como acompañante pero es mi primera vez como solista” y ahí recuerdas que lo has visto detrás de muchos cantaores, destacando lo justo. Y ves lo injusto de comentarios como los de el escritor de antes.
Manuel es un tocaor con un paisaje y una banda sonora absolutamente flamenca que no sufre de interferencias con otras músicas así que entusiasma por igual al aficionado y al neófito. Pidió disculpas por adelantado para interpretar una composición de Sabicas: “Punta y tacón”. Ese señor que ilustra el cartel del festival.
“Dicen que no me parezco a nadie. Yo lo intento, pero no me sale” dijo Dani de Morón el día anterior. También contó eso de que la guitarra es bonita y sentenció: “Ojala fuera más fea y más fácil de tocar”. Manuel Valencia toca el mismo instrumento pero su música no se parece en nada a la de Dani.
En el festival de la guitarra hay que destacar los cantes y los bailes de nuestra primeras figuras que se subieron al escenario a rendir pleitesía a la guitarra y sus intérpretes. La Tremendita estrena melena entera y la pausa en el cante que ejecuta sin urgencias. Maravillosa Patricia Guerrero que explica como nadie la música de Dani de Morón, la completa.
La primera vez que vi una escenografía dirigida por Liñán fue en Nueva York y, lo repito, fue mágico encontrar el duende en la manera en que se mueve una escena teatral. Así Esperanza Fernández aparece inmensa arrastrando la silla, como si fuera a sentarse y cantar a la puerta de una casa en Triana. Antes salió Liñan vestido de negro, y de hombre, y metió sus tacones dentro de las cuerdas de la guitarra de Valencia y ahí descubrimos que su concepción del flamenco es muy clásica que respeta los valores esenciales del arte y que sus rupturas estéticas son producto de la necesidad de encontrar soluciones escénicas sencillas a la historias que quiere narrar. Luego están las cuestiones de género y en la parte final salió vestida de blanco, primero con bata de cola y abanico, luego con mantilla. En la primera parte estuvo soberbio y juncal; con la mantilla se descompensó al quedarse sin aliento por el vigor de guitarra y cante. Pequeños detalles que engrandecen al bailaor y coreógrafo.
¿Merece la pena el esfuerzo? Desde luego. Aún permanece en la memoria la gala que ofreció Alfredo Lagos con el bailaor Andrés Marín en un formato de espectáculo muy exigente que se sale de los usos y costumbres. Enhorabuena a todos los implicados en el festival de la guitarra.
II Festival de la Guitarra. Teatros del Canal. Sala Verde.
MANUEL VALENCIA. Guitarrista de Jerez de la Frontera (Cádiz)
ESPERANZA FERNÁNDEZ. Cantaora de Sevilla
MANUEL LIÑÁN. Bailaor de Granada. Con Juan de la María (cantaor) y Juan Diego Valencia y Javier Peña (compás)
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