El Festival Internacional del Cante de las Minas reconoce la trayectoria del cantaor y productor con su máxima distinción institucional
La historia del flamenco no se entiende sin el apellido De Lucía, y este 2025, el Festival del Cante de las Minas de La Unión reconoce esa huella imborrable concediendo su Castillete de Oro a Pepe de Lucía, cantaor, letrista, productor y figura clave del arte jondo contemporáneo. El hermano del legendario Paco de Lucía y colaborador de Camarón de la Isla recibirá el galardón el próximo mes de agosto como homenaje a toda una vida dedicada a la música.
Nacido en Algeciras como José Sánchez Gómez, Pepe de Lucía ha recorrido todas las sendas del flamenco desde su infancia. Su último trabajo discográfico, Pepito y Paquito, da nombre a aquel dúo infantil que formaba junto a su hermano Paco. En él rescata grabaciones inéditas de los años 50 que encontraron por azar en una antigua caja de membrillo: 21 temas de bulerías, fandangos, seguiriyas y soleás, joyas perdidas que resumen la frescura de sus comienzos.
Pero su carrera va mucho más allá de la memoria: ha escrito canciones para Camarón, Remedios Amaya o Alejandro Sanz, ha producido álbumes de figuras emergentes —como Manuel Cuevas, ganador de la Lámpara Minera— y ha colaborado con grandes nombres del flamenco escénico, como Antonio Gades.
Entre sus distinciones destacan tres Grammy Latinos, dos como Mejor Álbum de Flamenco y uno colectivo por el homenaje a su hermano Entre 20 aguas, además del reciente galardón de la Academia de la Música de España por su último trabajo.
A sus 79 años, Pepe sigue componiendo a diario. “Empiezo a las cinco de la mañana, cuando la mente está más lúcida”, confiesa. Cree firmemente que el cante verdadero nace de dentro y solo puede tocar el alma si brota del alma. “Hasta que me muera seguiré haciendo música; es algo que tengo grabado”, asegura.
Su vínculo con el Festival del Cante de las Minas es profundo. Acompañó a Camarón en una recordada edición y aún evoca la frase que Antonio Mairena dedicó a su hermano en ese mismo escenario: “Aquí se encuentra, entre nosotros, el mejor guitarrista del mundo”. También guarda anécdotas de los inicios más duros: cuando él, Paco y su padre se ganaban la vida cantando en el restaurante Félix de Madrid, y una generosa propina de la actriz Nati Mistral les salvó de una deuda en la calle Echegaray.
El presidente de la Fundación Cante de las Minas, Joaquín Zapata, ha destacado el valor de este reconocimiento: “Para el Cante de las Minas es un honor recibir a Pepe de Lucía y reconocerle todo lo que ha aportado al flamenco. Esperamos que este galardón le siga inspirando a crear”.
El homenaje no será solo un acto institucional: será también un reencuentro con la memoria viva del flamenco, con sus emociones, su duende y su verdad. Porque como bien dice Pepe, “traspasar hasta la lágrima solo es posible cuando sale del alma”. Y eso, en su caso, ha sido siempre así.
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