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Baile: Carmen Cortés, Trinidad Artíguez,
Mayte Bajo, Niño de los Reyes, Isaac de los Reyes, Álvaro
Paños. Músic: Gerardo Núñez,
Juan Manuel Alonso.
José
de la Tomasa con el magnífico Manolo Franco a la guitarra
empezó la novena jornada del Festival de Jerez en el Museo
Taurino con cante digno si no totalmente inspirado en esta ocasión,
y la impagable colaboración de Nano de Jerez para la larga
bulería que finalizó el recital.
Llegamos al Villamarta para el estreno de la nueva obra de bailaora
Carmen Cortés, “La Celestina”, basada en el clásico
atribuido a Fernando de Rojas, y directamente me dicen que no habrá
cante alguno, omisión intencionada pero difícil de
asimilar. No obstante, el altísimo nivel del baile de Carmen
y la música de su pareja artística Gerardo Núñez
parece la mejor garantía.
La obra comienza con una voz en off que debido a deficiencias de
sonido no se deja entender, y la oscura historia de amores y manipulaciones
es relatada a través de una fantasiosa mezcla de sueño
y flashback. El sonido pregrabado de Gerardo Núñez
una vez más demuestra su genio musical con trozos extraordinariamente
bellos, además de su deseo de rehuir las referencias abiertamente
flamencas, aunque la clásica “escalera” de farruca
se repite varias veces convirtiéndose en motivo.
Un oscuro decorado contribuye a cierta apariencia confusa, aunque
algunas imágenes resultan muy atractivas, particularmente
el ingenioso uso de amplios trozos de tela semitransparente tanto
en el vestuario como en el decorado. Cuando momentáneamente
hay un trocito de baile a compás es un claro alivio para
el público que rompe en aplausos – ojalá Núñez
y su colaborador Juan Manuel Alonso hubieran confiado más
en el flamenco para estructurar una música que camina sin
rumbo y sin contrastes, igual que la historia en sí tal como
está presentada.
Fantasiosa mezcla de sueño y
flashback
Pero la brevísima dosis de compás dura muy poco e
inexplicablemente somos privados de poder disfrutar de esta bailaora,
una de las mejores que tiene el flamenco hoy en día. La ausencia
del cante, la repetida voz en off que no se deja entender, la música
indefinida, la historia poco clara y la máquina de humo que
no da tregua hacen que la Celestina sea una obra distante y de trabajosa
digestión.
Hay que respetar el trabajo y el sacrificio de dos artistas geniales
como son Gerardo Núñez y Carmen Cortés, pero
para el que apueste fuerte, el éxito o falta de ello es correspondientemente
fuerte, y esta obra que promete tanto, no acaba de lograr su objetivo.
La noche terminó con el baile de Carmelilla Montoya en la
sala de la Compañía, recitales de cante en las peñas
La Estella y El Garbanzo y una improvisada fiesta con Barullo y
otros de la familia Moneo en la peña los Cernícalos,
benditas peñas flamencas de Jerez.
Texto : Estela
Zatania
Programación
Teatro Villamarta
De Peña en Peña:
Trasnoches, De Peñas, Peña
de Guardia
Otros ciclos
de espectáculos (Gloria Pura,
Bordón y cuenta nueva, De la Frontera, Café Cantante,
Sólos en Compañía)
Actividades
complementarias
Área
Formativa y Talleres
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