José Manuel Gómez Gufi
Hay días que parecen un festival, hay presentaciones, estrenos, conciertos y, además, si es miércoles hay jam en el Café Berlín. Da la impresión de que el flamenco se mueve en Madrid. A tanta agitación se une la pena del fallecimiento de Xavi Turull ,percusionista, motor de múltiples proyectos como Amalgama, Ojos de Brujo o Kejaleo. Tres maneras distintas de ver la fusión. Pepe Luis Carmona recuerda que formó parte de Amalgama, un grupo pionero en las mezclas con oriente y son centenares de músicos los que han compartido grandes momentos con Xavi, le recuerdo en una entrevista que se quedó inédita porque el grupo Kejaleo no llegó a tocar en Madrid, creo.
Me pongo Kejaleo y el disco tiene el poderío de la guitarra de Diego Cortes con mucho jazz y mucha fusión, al rato me fijo en la cantante, “hay que ver cómo se le parece en la voz a Rosalía”. En efecto miras la letra pequeña y ahí está Rosalia Vila en el año 2012. ¿Por qué nunca ha incluido esa experiencia en su curriculum? Paseo un rato de la mano del señor Google y me entero de que Rosalía está en Los Ángeles ensayando para la gala de los Grammys anglos (ya saben, audiencia global grande y gorda), hay ruido porque no ha estado en unos premios de aquí en los que aparecen José Mercé y Tomatito cantando una de Triana. Me parece que la versión esta hecha con gusto. Luego Mercé aprovecha que está el nuevo ministro de cultura para pedirle ayuda para el flamenco, que resulta que es más de deportes. En eso no va a tener problema con Mercé, ocho de cada diez preguntas que le hacen en la radio y la tele son sobre fútbol. Estoy seguro de que se sacrifica por el flamenco.
Un día me dijeron con mucha convicción: “Vamos a convertir a Mercé en una estrella de la world music”. Era un manager pop que no entendía como el talento flamenco no se convertía en un fenómeno universal, luego se dio cuenta de que Mercé ya era una estrella en el extranjero y que era aquí donde se jugaba los cuartos. En “Aire” grabó un blues “Arrengao” con Moraito Chico y Javier Más que tiene lo mejor del blues y lo mejor del flamenco. Nunca la ha cantado en directo se lo pregunté en Sevilla al lado de la Cruz del Campo uno de los lugares de reunión de los esclavos negros en la ciudad en el siglo XV “Arrengao es de Isidro Muñoz” me dijo y me la cantó entera.
Antes del concierto en el Price me paso por la presentación de Fuel Fandango en el tablao Villa Rosa. Presenta Angel Carmona que pone en situación el lugar, habla de Don Antonio Chacón y de Miguel Bosé ante una nueva generación de periodistas e “influencers”, pocos flamencos. Hay un momento que despierta un ohhhhhh de admiración cuando los músicos hacen palmas a compás. Un espejismo, en el disco han grabado Vicente Amigo, Rycardo Moreno y Dani de Morón, en la batería está David Bao pero van a encontrar más flamenco en los conciertos de Alejandro Sanz, Vetusta Morla, El último de la Fila o Rocío Jurado. Veremos.
Llego al Price cuando ha empezado el concierto, Jose Mercé y Tomatito están mano a mano por soleá ante un público que llena el espacio de silencio. Canta Mercé por seguiriyas y se detiene el tiempo. ¿cuanto ha sido? ¿tres minutos? ¿importa el tiempo cuando se canta y se toca así, de esa manera? Una voz y una guitarra, la verdad desnuda. El resto no importa aunque quizá importa porque está el recinto lleno.
Tomatito ha presentado a su hijo José del Tomate y juntos interpretan una composición de uno de esos discos que hizo con el pianista dominicano Michael Camilo. El padre ha trasmitido sabiduría y valores, humildad y orgullo. Esas guitarras suenan a gloria. Luego vuelve José Mercé y hacen el disco que han hecho juntos “De verdad” donde reciben el apoyo de cuatro vocalistas. Finaliza el concierto con ¡Aire! dejando la sensación de cumplir con un público que necesita artistas legendarios y que cuando rascas un poco siguen añorando a Paco de Lucía y Camarón. Yo me quedo con los tres minutos de las seguiriyas, el mismo tiempo que una canción pop, pero distinto el espacio. A veces conviene reflexionar sobre lo importante y lo accesorio. El tiempo y el espacio, osea… la teoría de la relatividad.
