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GALA DE ENTREGA DE LOS GIRALDILLOS DE LA 21 de marzo, 2007. Teatro Lope de Vega, Sevilla |
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Texto: Rubén Gutierrez El Teatro Lope de Vega recibía nuevamente los fastos de la Bienal de Flamenco sevillana auspiciados por dos motivos muy especiales. Se entregaban los Giraldillos a los mejores artistas de la pasada edición, e igualmente se rendía un sentido homenaje a la reina de la soleá, Fernanda de Utrera. La Tía Fernanda había fallecido días antes de la inauguración de la última entrega de la Bienal de Flamenco, y respetando el luto y el dolor de su familia, la organización del evento no programó velada alguna para rendirle tributo a la utrerana. Para esta ocasión, la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco ha producido un espectáculo, bajo la dirección de Pepa Gamboa, donde se hace un recorrido por los estilos que podíamos escuchar en boca de la que ha sido una de las más grandes del cante flamenco. Palabras de Domingo González, director de la Bienal, nos daban la bienvenida, para introducirnos en una fiesta con sabor a Utrera y Lebrija. Un elenco de sabias cantaoras prestaron sus dotes flamencas para evocar tiempos pasados. Una larga mesa encima del escenario, con los protagonistas alrededor de la misma, servía para marcar el compás, y de este modo, llegan los primeros ecos de la noche por soleá. Las letras de Fernanda sonaron una vez más, con esos sonidos negros que también introdujeron el estilo del fandango por soleá.
Cantiñas de Pinini en boca de Pepa de Benito, la amargura con la seguiriya de Inés Bacán, los romances y la alboreá de Jesús de la Frasquita, y el desparpajo de Inés Suárez al cantar cuplés por bulerías de pie en el escenario, sumado a la imágenes que se proyectaban de Fernanda, nos devolvían a las reuniones de las familias gitanas de la campiña sevillana. Todo un compendio de cante rancio, con pinceladas de la frescura de los cuplés de Bambino. Un elenco de sabias cantaoras prestaron sus dotes flamencas para evocar tiempos pasados Si mágica estaba siendo la velada, el clímax llegaría cuando Bernarda pisó las tablas. Pese a su edad y estado de salud, iluminada por la que está en el cielo, sacó su poderosa voz para deleitarnos una vez más por bulerías. Las hermanas de Utrera han sabido pasear su arte por todos los escenarios del mundo, formando esta pareja una simbiosis perfecta de respeto y cariño. En breve, este espectáculo empezará a girar por los escenarios del orbe flamenco, lo que permitirá sentir este tipo de emociones a los que se van adentrando en la secta del duende. Tras esta bella introducción musical, llegó la parte más protocolaria de la noche. Al más puro estilo hollywoodense, y conducido por otro mago del compás. Diego Carrasco nos volvió a sorprender en una faceta que desconocíamos, pero donde nuevamente mostró todas sus cualidades. Un presentador de lujo, para una noche extraordinaria.
No todos los premiados asistieron a la gala, pues tenían obligaciones profesionales, y se echó de menos a Isabel Bayón, y a Miguel Poveda. Los premiados fueron elegidos por el Consejo Asesor entre los cincuenta espectáculos que se programaron. Entre los premiados cabe destacar a Eva la Yerbabuena, que junto con su marido Paco Jarana, acapararon los premios al mejor baile, mejor toque y Momento Mágico de la Bienal. Los premiados iban desfilando para recoger sus estatuillas que entregaban personalidades de la cultura, negocios y política de Andalucía.Fueron emotivas las palabras de María Esteve evocado la memoria de su padre Antonio Gades, e igualmente José Antonio, actual director del Centro Andaluz de Danza, nos sedujo con su elegía en memoria del maestro Granero. El Excmo. Sr Alcalde de Sevilla entregaba el Giraldillo a la mejor bailaora a la Yerbabuena y agradeció su labor a todos aquellos que hacen posible la Bienal, sin que el Sr Monteseirín se metiera en discursos políticos muy propios de esta época electoral, loque se hizo de agradecer. Sencillamente nos emplazó para el 10 de septiembre de 2008, cuando la XV edición nos traiga “Las músicas del flamenco”. Y como no podía ser menos, Diego Carrasco cerró la gala acompañado del violinista Bernardo Parrilla, la guitarra de Curro Carrasco, Juan Grande a la percusión, y lo coros de Joaquina y Carmen Amaya, mostrando las músicas que se han ido introduciendo en el flamenco.
Eva Yerbabuena recoge el giraldillo de manos del alcalde de Sevilla Más información: |
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