Entrevista a Rosario La Tremendita

DeFlamenco

Nos habla de su último trabajo «Fatúm»

“Hago arte por una necesidad emocional y vital”

“Al trazar nuestro camino forzamos nuestro destino”, afirma Rosario La Tremendita. Quizá por eso su primer disco se tituló “A tiempo”. Ahora llega el segundo, titulado precisamente “Fatum”. Un trabajo fresco pero complejo al mismo tiempo, donde La Tremendita  se desvela cada vez más como  una artista integral que no solo canta, sino que compone letras, músicas y aporta interesantes conceptos sonoros. Un trabajo novedoso y valiente.

¿Desde cuándo venía fraguándose este disco?

Fatum empieza a fraguarse en el momento que finalizo A Tiempo, mi primer álbum. Fatum es la conclusión de un recorrido vivido en los últimos tres años de mi vida artística, poética y musical.

No es un título muy habitual en el flamenco… Fatum ¿a qué se debe?

A Tiempo reflejaba un momento creativo y ya necesitaba expresar otro distinto. Y es ahí cuando empiezo a buscar. Y buscando me encuentro con el concepto de  La Rueda surgió porque he estado produciendo un espectáculo iraní donde tuve que leer mucha poesía de Rumí, Hafe Shirazi… autores donde encontré mucha similitud poética en cuanto a concepto y expresión. Utilizaban mucho el vino, la eternidad, destino, y curiosamente para ellos rueda es destino. A mí me inspiro mucho ese concepto para crear mi disco. El concepto de la Rueda como representación dinámica del destino me sirve de inspiración para reflexionar en alto con mi materia de expresión artística: mi música y mi cante. La Rueda es un símbolo de fuerza y unión: cuando gira en una dirección clara genera inercia y energía creciente. Así es el pensamiento que tengo de mi carrera. Profundizando en el concepto de la rueda llegué a  FATUM, que significa DESTINO. Viene de la mitología clásica, romana y era como la fuerza que rige el universo. FATUM me gustó porque es un nombre original que nunca se había utilizado en el flamenco hasta ahora.

“El concepto de la Rueda como representación dinámica del destino me sirve de inspiración para reflexionar en alto con mi materia de expresión artística.”

Tu promoción de define como canta-autora flamenca ¿puedes explicarlo?

Realmente puedo decirte que hago arte por una necesidad emocional y vital, supongo que esto me lleva a profundizar, a sentir la necesidad de contar, comunicar,  y para ello me valgo de todo lo que me rodea y de todas las herramientas que me ofrece, bien sea a través de la poesía, de mi voz,  un instrumento… jamás me rindo si se trata de desnudar al ser y emocionar. A través del arte comparto mis pensamientos, mis experiencias…es mi terapia.

“Ser o parecer”… “Donde habita la ignorancia”… “Armas para no matar”… Te vemos muy comprometida.

Me considero una persona en general muy comprometida, fiel a mi misma y con una lucha interior muy grande por crecer, quizás a veces demasiado idealista… Creo en los valores, creo en las armas, pero en las armas que tiene el ser humano para superarse, para evolucionar, para tolerar, para respetar, para amar… Cada uno de nosotros desde nuestro pequeño mundo puede hacer un mundo muy grande. 

Te hemos seguido este verano en los Jardines del Alcázar de Sevilla con el recital “Trazos”, donde ibas apuntando ya algunos temas de Fatum ¿cómo te has sentido al defender esos temas nuevos en directo? ¿Y cómo han caído en el público?

Bueno, cuando comienzas a exponerte con un proyecto nuevo tienes que encontrar el lenguaje emocional de lo que quieres transmitir en directo y eso se hace a través de experimentar en cada encuentro. Siempre hay una sensación diferente en un concierto, mucho más si es un proyecto nuevo, y el público siempre que te expreses desde la emoción, desde el corazón y desde tu verdad,  responde y lo hace de manera recíproca. Los proyectos surgen viviendo, cuando sientes una necesidad de explorar nuevas direcciones, cuando entras en comunicación con otros músicos, con otras vivencias, otras disciplinas. En resumen, cuando vives y sientes la necesidad de expresarte.

La Tremendita no deja de sorprendernos: también hemos visto que te acompañas con la guitarra…

La guitarra me la puso mi padre con 6 años en la mano, y desde entonces no me he vuelto a separar de ella. Adoro la guitarra y desde ella sale todo, es mi instrumento de creación. Escucho mucho de guitarra y adoro a los guitarristas. Por otro lado, como ya he comentado antes, para poder comunicarme me valgo de todas las herramientas que puedo, a través de la voz, poesía, guitarra, kalimba como mi último cante del disco de Fatum…

“Armas para no matar” es tu primer single. Háblanos de él. 

Para mí,  Armas para no matar es mi forma de apoyar la no violencia. Se pueden hacer cosas muy bellas e interesantes con esos sonidos asociados a la destrucción. Creo que quizás a través de la música y de la emoción podemos conseguir más de nosotros mismos y de los demás.  Ya digo, creo en las armas, pero en las armas que tiene el ser humano para superarse, para evolucionar, para tolerar, para respetar, para amar…

“Los proyectos surgen viviendo, cuando sientes una necesidad de explorar nuevas direcciones, cuando entras en comunicación con otros músicos, con otras vivencias, otras disciplinas.”

¿Tienes pensado ya el segundo?

De Triana al cielo, son unos tangos de Triana que dice mucho de mi origen, que cuenta mi forma de entender Triana. Para mí los tangos de Triana tienen mucha raíz, suenan a tribu, a tierra, a un mundo espontáneo y salvaje. Yo lo traslado a mi mundo en cuanto a concepto pero tratando de mostrar la esencia. Cohabitan letras tradicionales y de creación personal inmersas es un universo sonoro industrial.

 

¿Qué es el cante del Centenil?

Es un cante de creación propia que está inspirado en la granaína, la media granaína, levante… En definitiva es un fandango .  Trato de sentir la libertad y volar sin prejuicios siempre desde el respeto, la tradición y la búsqueda de mi verdad.

Tres artistas invitados: Diego Amador, José Ángel Carmona y Rocío Molina ¿qué tiene cada uno para que formen parte de tu mundo musical?

Tienen alma, Tienen verdad, tienen libertad, y entienden el arte como una forma de expresión y como una necesidad vital.  Son tres artistas diferentes y los tres han enriquecido Fatum, y han entregado su alma y su expresión. Me entregaron su arte y me dieron el corazón. Ya no puedo estar más agradecida. Y si me pusiera a escribir de cada uno de ellos es muy probable que me faltaran hojas. Los admiro y los adoro.

Leemos con interés tu dossier y deducimos que te gusta la gastronomía ¿Por qué? ¿qué te aporta?  

Me encanta la gastronomía, me encanta cocinar, me encanta una reunión familiar y de amigos donde el motivo sea una buena cena  o un buen almuerzo. La cocina es arte, es creatividad, es emoción, sensaciones… Y me aporta felicidad, mucha felicidad. Todas las personas que me rodean me cuentan que disfrutan cuando me ven cocinar o degustar algo con solo verme la cara. Realmente me apasiona.

Seguimos con tus aficiones: ¿es verdad que siempre tienes un libro en la mesita de noche y otro en la maleta?

Si, sino es por ocio es por trabajo pero siempre me acompaña alguno.

“Me considero una persona en general muy comprometida, fiel a mi misma y con una lucha interior muy grande por crecer.”

¿Qué libros te han emocionado últimamente?

Bueno ahora estoy leyendo poesía de Anne Sexton, una poeta estadounidense que alguien muy generoso me ha mostrado y que yo acostumbrada a otro tipo de poesía estoy descubriendo todo un mundo fascinante ante mis ojos.

¿Qué otras artes sigues?

Me encanta el cine, estoy descubriendo poco a poco la pintura, me gusta la danza, me gusta y me interesa cualquier arte que me sugiera, me transmita, me comunique, me hable y me emocione, de esa manera solo puedo enriquecerme.

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