|
«Ponte mas cerquita, que parece que
estoy dando una clase por correspondencia»
dice el maestro. Le gusta estar lo suficientemente
arrimaíto al alumno para alcanzar su mano
y situarla correctamente cuando haga falta.
El maestro es Manuel Lozano Gómez 'El
Carbonero' [Jerez de la Frontera, 1949], un hombre
simpático, divertido, y sin duda, el profesor
de guitarra flamenca más conocido de Jerez.
Casi todos los guitarristas jóvenes y famosos
de Jerez han estudiado con él en alguna
ocasión. Las edades de sus alumnos varían
desde los 10 hasta mas de los 60 años,
pero en la Escuela de Guitarra El Carbonero no
todos son jerezanos. En un momento dado se encuentran
alumnos de Francia, Inglaterra, Japón,
USA, Italia, Canadá y otros países.
Y muchos de ellos hablan poco, o casi nada de
español…la música es el medio
de comunicación.
Las paredes de la academia están cubiertas
de fotos de El Carbonero acompañando a
algunas de las figuras mas respetadas del mundo
flamenco: El Chocolate, Chano Lobato, Rancapino
o Luis El Zambo entre otros. Hoy Manuel Lozano
ha tenido la amabilidad de dedicarme parte de
su escaso tiempo para contestar unas preguntas
acerca de su trabajo, su pueblo, su vida…
 Manuel,
¿cuánto tiempo lleva enseñando
guitarra flamenca en Jerez?
Pues, llevo veintisiete o veintiocho años,
aproximadamente.
¿Quiénes son
algunos de sus antiguos alumnos más ilustres?
¿Ilustres ilustres, o que suenan? Porque
hay mucha gente que toca bien la guitarra, pero
igual no tiene tanta fama. Pero empezando desde
mis comienzos…pues está Ramón
Trujillo, Manolito Parrilla chico, hijo de mi
compadre Juan Parrilla, está Diego Amaya,
Pascual de Lorca, Alfredo Lagos, Diego de Morao,
el mismo hijo de Moraíto Chico…para planificar
el terreno y después con su padre siguió…el
hijo del Niño Jero, Domingo Rubichi, Juan
Diego Mateos…muchos más.
El Carbonero con Chano Lobato
«Tuve
la suerte de tocar al Viejo Agujetas…
al Tío Borrico, al Terremoto…»
¿Con qué
edad empezó usted a tocar?
Pues, yo empecé relativamente mayor porque
mis comienzos fueron cantando. Mi padre era cantaor
y yo quise ser cantaor pero… Empecé a
los 17 años aproximadamente. Mi padre me
compró una guitarra y a partir de allí
me llevó con Rafael del Águila…
Rafael también enseñó a Parrilla
de Jerez, Paco Cepero, Gerardo Núñez,
Niño Jero, Antonio Jero, en fin, una infinidad
[de guitarristas], y no sólo de Jerez…
Me parece que Rafael
del Águila no es muy conocido fuera de
Jerez.
No, no… Javier Molina sí, porque salió
fuera y se prodigó en los festivales, pero
Rafael del Águila era un personaje extraño.
Era barbero allí en la Plaza Arenal, y
tocaba la guitarra porque le gustaba la guitarra,
pero en el fondo el ambiente flamenco no le gustaba.
Yo no llegué a tener conversaciones largas
con él por cuestión de que yo era
un niño y él era un hombre, pero
he llegado a la conclusión de que si Rafael
no hubiese sacado los guitarristas que ha sacado,
su nombre habría desaparecido – por ellos
su nombre sigue vivo dentro del flamenco. Rafael
no llegó a ser conocido nacionalmente o
incluso regionalmente porque no salió fuera
de Jerez, y otra cosa es que tampoco grabó
nada. No es como ahora que se graba en cualquier
sitio, hasta en una casa, con buena calidad. Antes
tenías que ir a Madrid o a Barcelona. Y
según cuentan, iba a ir a grabar. Lo llevaron
a la estación, sacaron el billete, y con
la maleta y la guitarra y todo preparado, llega
el tren y dice «que no, que no, que no voy.»
Y cogió pa' su casa. Tú lo habías
conocido, por eso te ríes, seguro que tú
sabes que es verdad.
¿Rafael aprendió
de Javier Molina?
No, no creo… no era muy devoto de Javier, no
sé porque…
Luis el Zambo con el Carbonero
Usted dijo que su padre fue
cantaor, ¿no?
Si, mi padre fue cantaor, Eduardo El Carbonero.
Tenia su carbonería, vendía carbón.
Fue saetero pero también cantaba otros
cantes. Él no necesitaba ir p'allá
y p'acá porque tenía su negocio
del carbón. Ya cuando vino el butano la
venta de carbón desapareció y se
dedicó más al cante.
¿Quiénes
son algunos de los cantaores o cantaoras que recuerda
usted de su niñez?
Cuando yo empezaba yo tuve la suerte de tocar
al Viejo Agujetas… sin tener conocimiento de
lo que era ese hombre y la gran figura que era.
Yo era un niño. Le tocaba al Tío
Borrico, al Terremoto, y a artistas menos conocidos
de Jerez como El Berza, El Juanata…a casi todos
de esa época.
«Curiosamente
los cantaores de la campiña jerezana
no son el prototipo de cantaores jerezanos»
Usted da clases de la guitarra
siete a ocho horas al día, luegas toca
profesionalmente, tiene familia, acaba de grabar
un CD con Cristóbal del Palomar. ¿Cuándo
tiene tiempo para tocar para usted mismo – usted
solito en un cuarto?
Desgraciadamente tengo que decir que no tengo
mucho tiempo para dedicármelo a mí.
Yo quiero grabar un disco en solitario pero la
academia me absorbe todo el tiempo. Espero que
de aquí a no mucho tiempo más adelante
me dé tiempo para grabar el disco, yo creo
que sí. Ahora mismo tengo que buscar tiempo
donde no lo hay para las actuaciones. Termino
aquí a las nueve y media o las diez y tengo
que salir corriendo…la verdad es que no tengo
tiempo para nada.
Dígame algo sobre
el disco que acaba de grabar con el cantaor Cristóbal
de Palomar, «De Andalucía a Colombia».
Parece que no es cante típico de Jerez
¿verdad?
No, no porque curiosamente los cantaores de la
campiña jerezana no son el prototipo de
cantaores jerezanos. Tiran más por los
cantes de ida y vuelta, la milonga, la guajira,
granaínas, peteneras y todo eso. Y este
es el tipo de cantaor que es Cristóbal
de Palomar. Aunque hace su bulería por
soleá y otros cantes… pero es un cantaor
atípico de Jerez.
Una pregunta más.
¿Cuál es su opinión sobre
el flamenco moderno o fusión?
Pues lo que pasa con el flamenco fusión
es que ni es flamenco ni es fusión, entonces
hay un lío, es flamenco confusión.
Lo que ocurre ahora es que están fusionando
demasiadas cosas, demasiados instrumentos, demasiadas
músicas. No saben lo que es el flamenco
y lo que no es, y es un lío. Pero vamos,
es la época que nos ha tocado vivir, y
hay que aguantarse.
|
