Zambomba de Jerez – Ezequiel Benitez – Sala García Lorca

Zambomba de Jerez

Arte y Compás en Navidad EZEQUIEL BENITEZ, Cantaor y director artístico Paco León, Guitarra Marymar Barea * Tamara de Tañé * Sandra Rincón * Ma Angeles Quirós, Cantaoras-bailaoras Israel López, Voz y Zambomba

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Ciclo Noviembre/Diciembre  – Sala García Lorca Fundación Conservatorio Casa Patas c/ Cañizares 10 – 2ª planta

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  Se trata de evocar y mostrar sobre un escenario las vivencias que se daban en los antiguos patios de vecinos de Jerez, donde con motivo de las Fiestas de Navidad se cantaban villancicos populares alrededor de una hoguera en el patio central de dichas casas. Posteriormente el impulso artístico de Parrilla de Jerez, gran maestro de la sonanta jerezana, hizo que estos villancicos fueran registrados en disco y editados por la Caja San Fernando. Cuando nos acercamos a la Navidad  se produce en Jerez uno de los fenómenos populares más importantes de nuestro ciclo festivo tradicional y, al mismo tiempo, más enraizado en el tronco común de la cultura andaluza y española de tradición oral. Me estoy refiriendo a la «zambomba» y, lógicamente, al conjunto de romances, canciones y coplas que, por cantarse en estas fechas, denominamos «villancicos», a pesar de que muchos de ellos no se refieran especialmente a temas navideños y, una gran mayoría, no observen las reglas de la estructura estrófica que recibe este nombre. Estos «villancicos» pertenecen, fundamentalmente, a las tradiciones musicales andaluzas de carácter popular que, ensombrecidas en muchas ocasiones por la enorme importancia del flamenco, no han tenido la relevancia necesaria y han ido desapareciendo progresivamente de nuestra geografía, aun cuando se encontraban integradas en buena parte del ciclo festivo tradicional tanto religioso como profano. Lo más destacable de estas «joyas» de la tradición popular es su enorme importancia literaria. En primer lugar por la belleza de muchas de ellas que, sin duda, sirvieron de base popular a algunas de las obras de los cancioneros de los poetas cultos y, muy especialmente, de los de la generación de 1927. Pero, siendo esto importante, quizás lo sea aún más el importantísimo caudal de tradiciones literarias orales diversas que se dan cita en la «zambomba» jerezana.

Ezequiel Benítez nació en el barrio de Santiago de Jerez de la Frontera en 1979 en plena familia de artistas, por lo que sus contactos con el flamenco fueron muy rápidos y directos, siendo hijo del afamado flamencólogo Alfredo Benítez .Con catorce años decide subirse por primera vez a un escenario en su ciudad natal y desde entonces no ha parado de trabajar en solitario en diversos lugares del mundo, grandes teatros y espectáculos de importancia, incluso gana relevantes premios; En 1997 ganó el primer premio de jóvenes valores de Jerez y un año más tarde obtuvo el del cante por livianas de Puerto Real, en el 2001 se alzó con el Yunque flamenco de Cataluña y fue finalista del concurso de Jóvenes Intérpretes de la Bienal de Sevilla etc. Su cante es ortodoxo y novedoso a la vez, dado que la creación de letras y la personal impronta que le imprime a sus interpretaciones le hacen ser un cantaor muy original dado que sus ideas flamencas son de propia cosecha y además de pura escuela jerezana.  

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