José Manuel Gómez Gufi
El VI flamenco On Fire ha celebrado su edición más exitosa y además ha consagrado la cita en Pamplona como uno de los festivales de la era de la diversidad y eso supone respetar cada uno de los puntos de vista. En el flamenco están los que coinciden con los gustos de cada quién y los que dependen del ombligo de cada cual.
- GANCHO TURÍSTICO. El 28% de los de los asistentes han llegado al Festival desde fuera de Navarra, según datos de venta de entradas y de una encuesta. Se han adquirido entradas desde 21 países diferentes, principalmente en Europa (Francia, Italia y Reino Unido), aunque también de EEUU, Latinoamérica y Medio Oriente.
- LA AFICION LOCAL sostiene el festival, el 72% de esas localidades han sido adquiridas desde Navarra. Unos 62.900 asistentes, un 14% más que la anterior edición. Durante las 6 jornadas de Flamenco On Fire, el público ha podido disfrutar de las 68 propuestas programadas, en las que han participado más de 200 artistas repartidos en 14 espacios distintos de la ciudad. Más de 9.600 personas han presenciado los espectáculos principales del Festival, acogidos por el Auditorio Principal de Baluarte y el Hotel 3 Reyes, un 6,5% más que en la edición anterior, y cerca del techo de aforo de ambos recintos, con una ocupación del 87%.
- SE HAN ESCUCHADO MÁS DE 100.000 OLES y unos pocos ¡OJÚ! Las mismas fuentes (que han contado los oles) siguen sin saber donde está el acento si es ¡óooole!, ¡olé! o qué… pero prometen seguir informando del asunto.
- MI PRIMER CONCIERTO FLAMENCO: SARA BARAS
No es fácil acertar a la hora de elegir tu primer concierto flamenco y muchos se refugian en aquello de “yo no entiendo” para compensar a esos que si que entienden y que, a veces, dan miedo o repelús. Sara Baras ofrece un espectáculo para todo el mundo. Riguroso en cada elemento, deslumbrante en el conjunto. - KETAMA, EL ARTE DE LO INVISIBLE
Hay gente que aún es incapaz de reconocer la influencia de Ketama y el nuevo flamenco en la historia del flamenco y del pop español. Hay un par de generaciones que hemos crecido y evolucionado con ellos aunque ahora me apetece más ver a JoseMi Carmona y a ese puñado de músicos excepcionales. - PEPE HABICHUELA es el embajador del festival, ha vuelto al balcón del chupinazo con los Ketama. El público asiste a la ceremonia y comparte el silencio.
- LA JAM EN EL BOSQUECILLO. La nueva ubicación de El Bosquecillo alberga la jam y un montón de conciertos. Este año nos ha pillado con el pie cambiado. No hay ni un minuto (ni un flamenco de descanso). A las dos de la tarde acaban los balcones en la plaza del castillo. A las dos y media comienza la actividad en el Bosquecillo. DJ-concierto-jam-concierto-DJ. ¿Comer? ¡eso es de cobardes!
- MACHADO/BRINGUEZ/RONKIO…
La banda de Ketama tiene vida propia interpretan unos arreglos con un swing impecable. Josue Ronkio, Luis Dulzaides, Kiki Ferrer, Manuel Machado, Ariel Brínguez, Los Mellis, José María Cortina, Josemi y su madre Amparo que ha hecho un potaje que -dicen- que, en vez de quitarte “el sentío”, te los devuelve todos (los sentidos) - IR A LA MAÑUETA como el que va a los toros. Son las doce de la mañana y te vas a la calle en la que nació Sabicas. Canta Ezequiel Benítez con Paco León y hay un sol de justicia, la gente se disputa cordialmente cada centímetro de sombra y hay un sector del público que jalea en el sitio (con respeto y mucho bullicio) al cantaor. Desde lejos parece una escena de los sanfermines.
- SER HEMINGWAY EN EL BAR Entras en el primero del día arrastrando las dudas del día anterior: “Tienes la cara de haber pasado la noche mala”, los camareros atienden sin levantar la voz, sin hacer ruidos innecesarios. Preludio musical.
- GENERACIONES, MITOS Y PROMESAS. Este año me he perdido un montón de cosas, porque hay mucho para escuchar. Han pasado Rancapino y su hijo Chico, Carlos de Jacoba (y David) y he visto (desde el “jondo”) a María Terremoto. Ilustres representantes de sagas que parece que trasmiten el arte por el ADN. Naaaaaaaa. Si tuviéramos una radio que sintonizara lo que se canta en casa Rancapino…
- VAMOS A ACORDANOS DE… PERRATE. Cuenta Dorantes que La Perrata escuchaba de todo, incluidos los Rolling Stones. Estoy en la calle de la Mañueta, estoy delante de Tomás de Perrate y, a su lado, Caracafé a la guitarra. Están incómodos porque cada uno está en un balcón y no se escuchan, ni se ven. Cantan y tocan como algunos “antiguos”… a lo que salga. Llevan años haciendo el FLA.CO.MEN con Israel Galván y saben de las bondades de la técnica. Pero ahí el hilo conductor es la gente. Suena a gloria porque la gente está atenta en la calle. “Voy a cantar un poquito por soleá”. Vamos a acordarnos de Fernanda dice el que está a mi “lao”. “Vamos a acordarnos de Perrate”, corrige Tomás y luego se corrige a sí mismo y canta por Fernanda. Este es un oficio “delicao” (el de jalear).
- EL FARRU SE ACUERDA DE PACO. Todas las noches, el salón del 3 Reyes se convierte en un tablao. Veo un rato a Juan de Juan, pero no estoy concentrado en el baile. Salgo a la calle a respirar. Creo que de toda la saga de los Farrucos, el más músico es El Farru. Para encontrar la música en los tacones hay que cerrar los ojos y escuchar… El Farru se acuerda de Paco de Lucía y toca la guitarra a la manera de un NO_TOCAOR y hace de todo con ella excepto bailar encima. El baile del Farru tiene todo lo bueno que tiene la familia y tiene más cosas y todas son buenas.
- ROCIO ¡AY! MI ROCIO AL CUADRAO. Rocío Márquez se trajo de la mano a Jorge Drexler y el uruguayo atrajo al baluarte a un público distinto al habitual. Un personal abierto a la sensibilidad y a la palabra dicha con fundamento. Rocío Molina llegó como “Caída del cielo” y nos metió un baile rotundo y sensorial ¿como el de la bata de cola? Pues no. Como ese no.
- ME GUSTABA CERRAR LOS OJOS para ver/sentir a Israel Galván hace unos años cuando vi por primera vez Fla.co.men. Lo mejor del baile flamenco contemporáneo es que ofrece un universo sensorial global. Israel descodifica cada movimiento y lo reinventa y hay tanta información que te puede estallar la cabeza. Por eso cerraba los ojos, entonces. Ahora Israel los cierra por mi. Ahora, unos años después, ha refinado tanto la propuesta que uno no necesita reconstruir lo deconstruido. La parte sensorial es tan-tan-tan IMPONENTE que los significados te estallan contra la pared como esas seguiriyas que acaban transformadas en el mejor rock and roll que he escuchado en mi vida.
- SESION DJ. Sentirse flamenco en Pamplona no es difícil. Hay rastros de Sabicas por las esquinas y en los bares de la calle del Carmen. Hacer una sesión en Pamplona a las dos y media en punto de la tarde exige permanecer fiel a la sonrisa de Enrique Morente y por eso tienen sentido algunos versos:
“Espérame un momento:
Voy a volar los puentes
Por donde cruzaron Bambino y Morente
La Lola, y el Paco que más alumbró
Y es que no quiero que dé la hora
Del caladero a donde se fueron
Farruco y Pastora
Vendiendo su flor…” (Kutxi Romero, Marea. “Pájaros viejos”)
