Rocío Márquez reinventa su espectáculo junto a Bronquio cuatro años después y nos ofrece una lección de cante. Tomatito rescata la voz de Camarón en la clausura del Flamenco on Fire
Rocío Márquez acaba de lanzar un disco delicioso “Himno vertical” con el guitarrista Pedro Rojas pero no es eso lo que se presentó el domingo en la sala Zentral, lo que se anunciaba era el proyecto junto al artista electrónico Bronquio titulado “Tercer cielo” un disco del 2022 que los festivales flamencos han tardado en programar. ¿Se lo imaginan? Los festivales de música pop le han comido la tostada al flamenco.
No se preocupen Ustedes/Vosotros los flamencos somos lentos pa tó. Lo cantaba Morente citando a los antiguos:
-Sentaito en la escalera esperando el porvenir y el porvenir nunca llega.
Ahora nos estamos enterando de las novedades ocurridas hace cien años de cuando los discos se grababan en pizarra. Así que el flamenco está empeñado en llegar tarde a las últimas tendencias del universo. Quizás por eso disfrutan tanto en el extranjero con las nuevas propuestas flamencas con nuestros bailaores en la vanguardia del mundo mundial.
Aquel trabajo de Rocío Márquez con Bronquio fue una de las propuestas más brillantes de la música española en lo que va de siglo por la parte flamenca, por la de la electrónica y por la puesta en escena. Un espectáculo global como el que intentaron presentar en el Baluarte Ángeles Toledano y María Terremoto, la primera rodeada de neones y la segunda subida a la mesa con escalera al fondo. ¡Tsk! Ya saben que hubo que resetear y nos fuimos a la cama con retraso y dolor por la espera.
¡SORPRESA! ¡El espectáculo es nuevo!
Acostumbrados a los conciertos en la Zentral en que no se cabe, unos pocos cientos de privilegiados nos topamos con la sala a medio llenar. Algunos espectadores repiten del concierto que ofrecieron en la Universidad de Pamplona hace un par de años. Todo parece distinto y está situado de manera diferente. Comienza el concierto y las canciones también parecen distintas. Da la impresión que este espectáculo está pensado para festivales (el anterior estaba concebido para teatros). Antes Rocío se arrastraba por el suelo, ahora se sube a la mesa y canta, y qué maneras de cantar, ahora suave y delicada, luego bruta y a borbotones. Libre y juncal y más flamenca que nadie con un sonido perfecto y una complicidad absoluta con Bronquio.
-¡Ole los buenos tocaores! Pienso pa mí mismo porque no dejan mucho espacio para respirar ni para jalear. La única pega.
Es fácil pensar en Bronquio como un guitarrista que en lugar de afinar las cuerdas se dedica a retorcer botones y estrujar programas informáticos para que, de repente, suelte los leones electrónicos y entonces Rocío hace bailar el mantón, pero no con la elegancia de Blanca del Rey. La Márquez agita el mantón por encima de la cabeza para celebrar una rave donde los beats electrónicos suenan justos y necesarios.
Suena el garrotín “Con el ala rota” y suena esa rumba “de mi” que es uno de las mejores canciones para mover el planeta de sitio y que parezca que podemos cambiar el mundo agitando las caderas.
Rocío sonríe al ver a Bronquio cantar desde el centro del escenario como si fuera una promesa cumplida como ese guitarrista serio, habitualmente inmóvil, al que por fin sacas a bailar y se da una pataita con mucho arte.
Todos estamos felizmente felices de haberlo vivido y nos pellizcamos y le vamos contando al mundo mundial que no nos gusta la electrónica pero que esto es otro nivel. Y nos cuentan los amigos que Tomatito ha estado espléndido, como acostumbra, pero que esta noche además se ha llevado la voz de Camarón cantando la Nana de Lorca que grabaron en la “Leyenda del tiempo” y que eso ha sido muy emocionante.
Y eso que el día ha sido canela fina. Con Fernando Canela y Alfredo Lagos en la plaza del ayuntamiento entonándonos para un día irrepetible, Luego Jesús Castilla desde el hotel la Perla y a ultima hora los hermanos Canela con el baile Noelia Sabarea en el tablao de los Tres Reyes recordando a su antecedente Canela de San Roque. Todo espléndido en un día en que Rocío nos cambio el siglo y la fecha del calendario y, lo mejor, es lo que está por venir.
