Homenaje a Pepe Habichuela en el Festival Flamenco on Fire 2015 de Pamplona

Homenaje a Pepe Habichuela

Homenaje a Pepe Habichuela

Texto: Curro Velázquez-Gaztelu
Fotos: Paco Manzano

Pepe Habichuela y los suyos dejan huella en Pamplona-Iruña con su arte y saber estar

Especial II Flamenco on Fire 2015

El merecido homenaje a Pepe Habichuela por su trayectoria y fidelidad a una estirpe, da el comienzo a la programación de la segunda edición del festival “Flamenco On Fire”, que se celebra desde el 22 al 30 del presente mes de Agosto. Un homenaje como hay que hacerlo, en vida del artista, para que así viva en sus propias carnes lo que ha aportado al mundo del arte, la música y el flamenco en concreto. Un concierto en la que no faltó cante, música, baile, sentimientos, recuerdos y dar a entender la importancia que tiene en el flamenco la escuela natural, la aprendida entre el calor de la familia.

 

Poco a poco, paso a paso, el flamenco se está consolidando en País Vasco y Navarra. Ya son las distintas citas que a lo largo del año, los neófitos y aficionados al flamenco podemos disfrutar: “Concurso de Cante” en Donosti-San Sebastian, “Ciclo Bbk”, “Festival Flamenco” y “Una Ría con Duende” en Bilbao, “Viernes Flamencos” en Barakaldo, “Ciclo Flamenco Siglo XXI” en Vitoria-Gasteiz, Jornadas “Pensar el Flamenco” en la Universidad de Pamplona y también uno de los eventos, en su disciplina, más importante del año, el Festival “Flamenco on Fire” en la capital Navarra. Un festival que está dando pasos agigantados para su consolidación. El año pasado nos dejó buen sabor de boca, en cuanto a programación y organización. Antes de comenzar la programación oficial, el festival tuvo el detalle de hacer un homenaje en vida a uno de los músicos, guitarristas y tocaores más importante del universo flamenco, Pepe Habichuela, conocidos por propios y ajenos por su dilatada trayectoria y por pertenecer a una de las familias flamencas más importante que ha dado el flamenco de hoy y de siempre. Nietos, primos, sobrinos, hijos, hermanos, padres, todos pertenecientes a la escuela natural del flamenco. De ese flamenco parido en casa, sin conservantes ni colorantes. De ese flamenco perteneciente al ADN más conciso y sin pretensiones. De ese flamenco que nos queda y que debemos de mimarlo hasta el infinito. Y esto es precisamente lo que ha pretendido la organización de “Flamenco on Fire”, de mostrar la importancia de esta saga de artistas gitanos que entre Graná y Madrí deambulan, para mostrar al mundo su arte, su valía y su apertura musical. 

Fue en formato de homenaje, en el Teatro Gayarre de Pamplona-Iruña, el cual estaba casi a rebosar. Con público venido de los cuatro puntos cardinales, aunque en su mayoría de la Comunidad Foral, se abrió el telón y Pepe Habichuela sólo ante el respetable por Granaínas, para luego desembocar en una Soleá de su propia cosecha. El público, prácticamente a la primera nota, estaba en el bolsillo, ya que la mayoría de los presentes conocían su carrera profesional y el empeño puesto en cada arpegio, en cada falseta… Jorge Pardo se subió al escenario para hacer con el patriarca de los Carmonas unas Tarantas, en donde la flauta travesera del madrileño sustituía a la voz de este cante del levante minero. Las fotos sobre la vida y obra de Pepe Habichuela en formato de proyección que nos ofrecía el Teatro detrás de los músicos, hacía más emotivo el encuentro en este merecidísimo homenaje. En la siguiente parte del concierto, Bandolero, Juanito Carmona y Josemi Carmona (hijo de Pepe), fueron los que acompañaron al maestro por Fandangos de Huelva con una introducción del propio Josemi a su más fiel estilo aperturista. Pepe nos recordó que ya hace años, allá por el 1982, estuvo en este mismo Teatro Gayarre con su hermano Juan, en el homenaje que se le hizo a Agustín Castellón Campos, El tío Sabicas. Y cuánto contento estaba por haberse acordado de él en este homenaje aún en vida. Los allí presente nos quedamos de una pieza al subirse al escenario Rafita de Madrid, ya que no nos esperábamos a artistas flamencos que no fueran de su más íntimo círculo afectivo y aún menos este portento del cante. Con las palmas entre otros de Kike Morente, y Pepe Luis Carmona, Rafita, un diamante camino de esculpirse nos hizo unas Soleá por Bulerías para quitarse el sombrero por cómo trató y abordó este cante, con esa voz que parecía sacada de otros tiempos mejores. Se notaba que Pepe estaba en su salsa, al igual que sus músicos y el respetable. Como el dejó caer: Yo disfruto con la gente joven encima del escenario. Enrique José Morente, Kike Morente, se atrevió con el Polo. Cante majestuoso, con una voz natural, la suya, sin imposiciones, ni falsetes. Nos recordaba, inevitablemente, a los quejíos propios de su progenitor, el maestro Morente. La parte más sobria del espectáculo corrió a cargo del sobrino de Pepe, hijo de su hermano Luis Carmona, Pepe Luis Carmona. Por Tonás, sin aditivos y con ese eco primigenio del hombre de las cavernas, para así pasar a la Soleá A Mendeli con Bandolero y Josemi. Es cierto que Pepe sabe conjugar esa parte aparentemente fácil de ejecutar, con una efectividad fuera de lo común, con esas falsetas llenas de armonías, que ya pertenecen a nuestro legado más íntimo y personal y que hacen de ello su particular universo. Las Alegrías las bailó David Paniagua, con todos los muchachos de la familia e invitados a las palmas, para así derivar en unas Bulerías en formato fin de fiesta. El sonido dejó mucho que desear, pero la emoción allí servida hizo que nos olvidáramos de las imperfecciones técnicas. Con toda la familia encima del escenario, hombres, mujeres, niños y amigos, se hizo un fin de fiesta por Tangos granaínos, para así recordar de dónde vienen y quienes son. Algo muy importante para así no renegar de tu raza, tu gente, tu familia, tu pueblo… Jorge Pardo sacó su saxo tenor, y todas las mujeres presente bailó, así como su mujer Amparo que lo hizo con mucho arte y empeño. Paco Suárez, el maestro de ceremonias del festival, le ofreció al homenajeado por parte de la organización, un cuadro de formato medio en técnica mixta del artista extremeño Mon Montoya, que le fue dado por su mujer Amparo y sus nietos allí presente: “Como mariposas ahogadas en el tintero” de Poeta en Nueva York de García Lorca. Ovación sincera del público por su trabajo, personalidad y trayectoria. Al final, Pepe se echó una pataíata por Tangos rodeados de los suyos, como buen hombre, como buen músico, como buen gitano. Y así preparado para al día siguiente colaborar en la misa flamenca que el maestro Paco Suarez dirige con la Orquesta Filarmónica de Navarra en la Catedral de Pamplona-Iruña en la que intervinieron, entre otros, Pepe Habichuela, por supuesto, Josemi Carmona, Kike Morente, Remedios Amaya, Jorge Pardo, Juan Ramirez, al baile, Yoli Muñoz y Selín… quién da más..?

 


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