Fraskito, vientos del pueblo me llevan

Francisco Rodríguez, “Fraskito”, Voz y guitarra
Tobal Rentero, Bandurria y laúd
Montse Vives, Violonchelo
Antonio Prats, “Pelao” , Percusión
Sala Negra – Teatros del Canal – Suma Flamenca 2020

La influencia de Morente es evidente en Francisco Rodríguez “Fraskito”, gitano de Elche, que se define como cantautor flamenco por acción directa. En 2010 Enrique Morente colaboró en el disco “Tierra y sangre” dedicado a Miguel Hernández e hizo algo más que cantar sobre el arreglo que había preparado, le convenció para que cantara todo el disco.

Había pasado una hora de un concierto impecable, pero muy inclinado hacia un folklore mediterraneo teñido de flamenco, cuando Fraskito recordó aquella circunstancia y, de pronto, sonó la voz de Enrique sin acompañamiento ninguno, cantando “Josefina”. Fue un instante mágico en el que Fraskito dudaba en qué lugar poner los dedos. No es la misma guitarra que diez años atrás, la de ahora tiene una cuerda más y se parece mucho a la guitarra con la que grabó “Leche negra” (2018) un disco imposible de imaginar sin el “Omega” en el que convirtió en canción al sociólogo Zygmunt Bouman con “amor líquido” entre otras proezas como poner a Johnn Lennon por alegrías. Pero nada de eso se había escuchado en la sala negra.

Fraskito en su nuevo espectáculo “Celebración” se dedica a cantar las tonadas populares de los pueblos levantinos y lo hace con el rigor de un universitario aplicado y la pasión de un compositor que ha hecho canciones para Remedios Amaya o Parrita y que ha logrado éxitos como “Se fue” o “Es inevitable” en la voz de La Negra.

Acompañado por un cuarteto con media batería y cajón por un lado y violonchelo por el otro, con la bandurria y el laud de Tobal Rentero interpretó melodías como “La muixeranga” que presenta como un himno valenciano al que le ha puesto versos del surrealista argentino Oliverio Girondo. No es la única sorpresa.

“El sol que no puedes darme, no me lo quiten tus faldas.
Nadie me envidia la mugre, como a ti el oro y la plata:
en la tinaja me sobra, y en todo el mundo te falta…”

El poema de Francisco de Quevedo procede de “la respuesta de Diógenes a Alejandro Magno” que se entona por fandangos con una melodía que recuerda a “La Internacional”.

Ya ven, Fraskito es una fuente de sorpresas, pero esas casi nunca venían por el flamenco, salvo un quiebro en la garganta por ahí, una falseta por allá. Todo muy medido para cautivar a los amantes de la música popular valenciana y entonces ocurrió: nos llegó la voz de Morente. Si hubiéramos estado subidos a un caballo, como San Pablo camino de Damasco, nos habríamos caído de culo. Tras la conmoción Fraskito siguió cantando lo suyo con el compás más evidente, ahora unos tanguillos, luego unas bulerías. La cosa no podía quedarse así y el bis fue “por pasodoble” con otro poema de Miguel Hernández: “Vientos del pueblo”. Con el personal encendido por el nuevo rumbo del final del concierto, el cuarteto entonó con todo el mundo puesto en pié las consignas de “mayo del 68” que Fraskito ha convertido en canción en el disco mencionado más arriba “Leche Negra” y, cosa rara en un festival flamenco, todos acabamos cantando “la Marsellesa”. Los demás no sé, pero yo me la conozco de la película “Casablanca”.

 
 

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