ANDRÉS MARÍN RECORRE EL MONASTERIO DE LA CARTUJA PARA LA BIENAL EN UNA “VIGILIA PERFECTA”

Andrés Marín - Vigilia perfecta

Andrés Marín - Vigilia perfecta

El bailaor presenta en Sevilla una obra inédita e irrepetible que desarrolla, a lo largo de toda una jornada, en 8 emplazamientos diferentes del centenario monumento cartujano

‘La vigilia perfecta’ de Andrés Marín podrá seguirse online por streaming, en directo en conexiones periódicas desde las 6 de la mañana, a través del Canal Youtube de La Bienal

Esta mañana se ha celebrado en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo un encuentro con el creador y bailaor sevillano Andrés Marín, y con el artista José Miguel Pereñíguez, a pocos días de ofrecer, en el marco de La Bienal, el estreno absoluto de su insólito trabajo común: La vigila perfecta, que tendrá lugar a lo largo del 3 de octubre en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC). Ambos artistas han estado acompañados por Antonio Muñoz, delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Antonio Álvarez Reyes, director del CAAC, y Antonio Zoido, director de La Bienal de Flamenco.

Durante este encuentro, Marín y Pereñíguez han compartido los secretos de este proyecto único que los ha reunido en el complejo arquitectónico patrimonial que alberga el Monasterio de la Cartuja y las antiguas fábricas de cerámica de Pickman, entorno que funciona como sede del CAAC, que atestigua la vinculación de Sevilla con Cristóbal Colón y el descubrimiento de América, con la tradición de la artesanía cerámica de la ciudad y con la espiritualidad y el recogimiento que encierran sus muros centenarios otrora residencia en clausura de monjes cartujos.

En este espacio, el singular bailaor, cuyas vanguardistas propuestas han sido acogidas por los principales circuitos del mundo, desde Londres a París, pasando por La Haya, Lyon o Nueva York, mostrará un catálogo de ocho microcoreografías flamencas desarrolladas, retransmitidas vía streaming y grabadas a lo largo de toda la jornada en distintos emplazamientos del Monasterio para exponer no solo la obra sino también su proceso de creación; una pieza gestada en ausencia de público, a partir de la situación de pandemia mundial, buscando un espacio abierto, especialmente para ser interpretada en el contexto de la Bienal.

La sala capitular, el claustrillo mudéjar, las huertas, la capilla de afuera, la alberca frente a la Cruz de los Ladrones, la capilla de San Bruno, el callejón y el arco de Legos impregnan, en cada momento, su esencia histórica y su pasado como atributos en la danza que Andrés Marín crea cuando los visita. En solitario, como una liturgia danzada, el bailaor traza un espectáculo que avanza por las distintas estancias al ritmo que lo hace la luz del sol y el paso de las horas, desde el amanecer a las 6 de la mañana, hasta el anochecer a las 21 horas, cuando el cúmulo de experiencias vividas durante el día eclosionarán en un potente espectáculo de cierre, ya ante un público presencial.

Los segmentos en los que el espectáculo se estructura, son una metáfora del pulso del tiempo y de la vida, tema recurrente entre los flamencos, así como el concepto de trabajo. Por eso en La vigilia perfecta, cada capítulo coreografiado se relaciona con la actividad propia de cada momento del día, siguiendo la secuencia de las horas litúrgicas: Maitines, Laudes, Prima, Tercia, Sexta, Nona, Vísperas y Completas. De esta manera Marín construye una temporalidad y una espacialidad nuevas, que rompen con la inercia de lo establecido y se abren a una relectura contemporánea del lugar y al despliegue infatigable de una ritología personal que aspira a ser un hito universal más que un camino de búsqueda. Con todo se conjuga un heterodoxo cruce de citas y referencias: los monjes cartujos, los obreros de Pickman, pero también Samuel Beckett, Dante o Zurbarán… Todo abocado a dar respuesta por medio de la danza a la pregunta “¿qué puedo hacer en mi tiempo y con mi tiempo?”

Con esta pieza Andrés Marín, uno de los bailaores más singulares del panorama flamenco actual, supera sus propios límites, recoge lo heredado y aprendido en el camino de la contemporaneidad y vuelve a reinventar su personal estilo al margen de cualquier convencionalismo. Director coreográfico, artístico y musical de su propia compañía, sus creaciones reflejan la libertad expresiva desde una profunda investigación artística. De allí nace una poética rica en imágenes sugerentes, al servicio de su compromiso con el arte y con él mismo, confirmando su carácter como uno de los grandes renovadores del género.

Lo arropan en este proyecto José Miguel Pereñíguez como asesor artístico, Cristian de Monet al cante, Alfonso Padilla al saxo, Daniel Suárez y Curro Escalante a la percusión flamenca, Francisco López como artista sonoro, y un amplio equipo de profesionales que lo acompañarán a lo largo de todo el día durante La Vigilia Perfecta.

La Vigilia Perfecta es una coproducción con la Bienal de Flamenco que tras su estreno será presentada como obra excepcional. Será el último espectáculo que se ofrezca en streaming en directo coincidiendo con su estreno absoluto. Podrá seguirse cada segmento en sendas conexiones, a las 6, a las 7.30, a las 9, a las 11 a las 13, a las a las 13, a las 19 y a las 21 horas en su pieza final, de forma gratuita y en abierto, a través del canal Youtube de La Bienal: https://www.youtube.com/user/labienal. Además, el espectáculo de conclusión estará disponible en diferido el 4 de octubre a las 22.00 horas.

Andrés Marín
Salir de la versión móvil