Entrevista a El Pele

Texto y fotos: Manuel Moraga

Nuevo disco '8 guitarras y un piano…'

“El día que no tenga nada que decir, me quedaré callado”

Los tiempos cambian y esta profesión ha de ir adaptándose a salto de mata. Por ejemplo, ahora nos proponen hacer entrevistas a músicos que sacan discos sin haber recibido un ejemplar para plantear la entrevista con algo de coherencia. Pero a todo hay que acostumbrarse.  El caso es que El Pele acaba de presentar su nuevo trabajo “8 guitarras … y un piano”, y a las 11 de la mañana de un día de septiembre me encontraba con El Pele en la estación de Atocha, recién llegado de su Córdoba. Ante un café con leche saqué la grabadora y no hizo falta animarle… Él sólo comenzó  a hablar…

…Yo estoy a favor de que se hagan cosas, pero cosas dignas con el flamenco. Yo empecé a innovar hace 35 años, junto con Morente y las cosas de Camarón. Los dos primeros que empezamos, y a los que primero nos dieron los palos, fue a Morente y a mí… Y ahí están mis discos, que son dignos de escuchar. Nunca me he apartado de las fuentes, de los viejos. Yo me desvivo y vivo para el flamenco. Me levanto a las 8 de la mañana y lo mismo me estudio una antología de la siguiriya entera. A la mañana siguiente lo mismo hago con la soleá y así voy dándole vueltas. El flamenco es mucho más que dos amigos que viven en el mismo bloque y que cogen una guitarrita y ¡catapún chimpún: Nuevo Flamenco!… ¡Oiga usted! ¡Nuevo Flamenco! ¡Párese usted!

“Por sus obras los conoceréis” dice la sentencia bíblica… ¿Quién no conozca al Pele y compre este disco se formará una imagen fiel de lo que significa El Pele en el cante?
En la discografía del Pele hay cosas que son más puras y otras que son más vanguardistas e innovadoras, pero por supuesto, se van a encontrar al Pele en este disco. Es uno de los discos más puros que yo he hecho, junto con “La fuente de lo jondo”… Yo creo que es el más puro puesto que hasta “Alfonsina y el mar” está flamenco. Y lo que no quiero nunca es equivocar a la gente, ni a los seguidores del Pele ni a toda esa gente que guarda sus discos de pizarra en la vitrina. En este disco yo soy fiel a lo puro, a nuestros viejos. Como te decía antes, no estoy en contra de que se innove, pero siempre que sea una cosa digna, que no se hagan las barbaridades que se están haciendo con el flamenco, porque hoy la gente sólo quiere meter “temitas” y “temitas”, y al flamenco que lo cuelguen. Y el único que queda defendiendo el flamenco, con el máximo respeto a todos mis compañeros, ese es El Pele, porque yo podría haber grabado lo que a mí me hubiera dado la gana, porque tengo facultades para meterle mano a todo lo que yo quiera…

“Pero, Isidro, ¿qué rebusco, hijo?

¿Da pereza grabar un disco, meterse en el estudio y todo lo que conlleva, o en tu caso estás deseando?
El día que no tenga nada que decir, me quedaré callado. El silencio es más hermoso que cualquier pamplina. No grabo por grabar. Desde el disco con Vicente Amigo hasta ahora creo que han pasado dos o tres años porque no tenía nada que decir o porque no me ha apetecido decir nada… Yo sé que tiene mucha guasa meterse en un estudio a cantar por siguiriya a las 11 de la mañana, pero entonces ¡no te acuestes!… O levántate a las 4 de la mañana y a las 11 ya estás preparado para cantar por siguiriya.

Recuerdo que cuando publicaste el disco anterior me hablabas de lo perfeccionista que es Vicente Amigo como productor… “¡Uf, bonito es Vicente!” me decías… ¿Ocurre igual con Isidro Sanlúcar?
Isidro es la persona más severa que yo me he encontrado en el estudio. Todo el tiempo “rebúscate, rebúscate”…. Pero, Isidro, ¿qué rebusco, hijo?… Un día ya me dijo “joder, a ver si voy a tener que llamar al Pele para que haga la siguiriya”… Lo que pasa es que hay que esperar la chispa, y además, el más interesado de que esto salga bien soy yo, porque el que queda ahí soy yo… Lo que ocurre es que no se está siempre con los mismos ánimos, ni con las mismas ganas… Y alguna vez me he tenido que venir de El Rocío y decirle “Isidro, ahí te quedas”… Y a las tres o cuatro horas vuelvo y le pido disculpas… “¡No, discúlpame tú a mí”, me dice él… En el estudio existe también la tensión y todo no es bonito… Pero Isidro es una de las personas más severas que yo me he encontrado en el estudio. Es muy exigente, y por eso mismo creo que es uno de los mejores productores de flamenco que hay ahora mismo.  Y también quiero agradecer a todos mis compañeros la colaboración desinteresada que han tenido en este disco, porque ha sido un homenaje que me han dado y muchas veces sin yo saberlo. Además, Tony García ha echado ahí el corazón… José Antonio Rodríguez ha dejado media gira por ponerse a hacer la siguiriya y además es el productor de la siguiriya… Y Dorantes, que es un niño grande, un gran músico… En fin, agradecer a todos, a todos mis compañeros.

Supongo que cada una de las guitarras tiene su cosa, su mensaje particular…
Creo que hemos acertado en cada guitarra… Por ejemplo, no podía pasar a José Antonio Rodríguez, que estaba con la siguiriya, a la bulería en lugar de Morao… Cada uno tiene su chispa que te hace grande. Y así con todos: Juan Carlos Romero, Miguel Ángel Cortés en la taranta, Niño de Pura, Diego del Morao, Dani Méndez que ha hecho una maravilla en “Alfonsina y el mar”… Todos… Cada uno de ellos ha hecho grande su tema… Y luego detrás de esta portada tan vanguardista hay todo un mundo de buenos sentimientos, de grandeza, de buen flamenco que hoy día no se encuentra…

“Me gusta mirar una cara bonita, o el moño de una viejecilla… Tengo que cantar para alguien”

Si no estoy mal informado, el disco se abre con una taranta… Eso es algo sorprendente hoy.
Claro… Es que yo no estoy engañando a nadie. Los que engañan son los que están vendiendo el flamenco por flamenquito. Venden confusiones en lugar de fusiones. Si usted tiene que vender jazz o gospel, o música de donde sea, hágalo usted, pero no utilice la palabra flamenco, porque el flamenco es muy grande.

En la portada vemos a un Pele con un aire como sacado del Bronx o de La Habana…
Parezco un viejo… viejo de algo, pero no sé de qué.

Un viejo músico de jazz…
O de boleros…. No sé muy bien.

El Pele tiene voz y alma… ¿En qué orden?
Si no tienes alma no tienes nada. La voz es para vender el pescado en la lonja por la mañana… o las legumbres:¡Garbanzooos!… Pero si no tienes alma, ni la verdura la puedes pregonar. Es fundamental tener alma para hacer un buen cante por siguiriyas. Y quien me haya oído últimamente verá que soy un Pele distinto, no tan loco como era antes. No tan bohemio, aunque eso nunca debe perderse. Pero antes le decía a mi mujer que iba a tomar un café y me iba a Brasil con una mochila y una gorra para atrás. Eso lo he dejado y ahora soy una persona responsable, sobre todo en el flamenco. Como te decía, me paso un montón de horas estudiando para dejar algo el día de mañana, para que la gente recuerde al Pele por sus obras.

“¡Gracias a Dios que existes!”

Recuerdo que hace unos años viniste al festival Cajamadrid y tenías un trancazo de padre y muy señor mío. Y sin embargo, te dejaste el alma en el escenario… Eso es profesionalidad.
Es compromiso con la profesión.

Y sabes que ante un concierto del Pele mucha gente desconfía: a ver cómo estará hoy…
Sí, la gente va a ver con qué nos sorprende hoy, porque yo nunca hago el mismo concierto, aunque sean los mismos cantes. Me tiro ensayando con los músicos tres o cuatro días y a la hora del concierto, lo cambio todo en lo alto… Me gusta la espontaneidad, me gusta la chispa… En los conciertos me gusta mirar una cara bonita, o el moño de una viejecilla… Tengo que cantar para alguien.

La última vez que asistí a un recital de el Pele fue en el Festival Ciutat Vella de Barcelona, en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona. Al día siguiente escribí para esta misma revista “soy del Pele”
¡Joder! ¿Tú eres ese que decía que ya no era del Athletic ni de nadie más?

Sí, yo fui… Pero mi pregunta es: ¿Cuando logre escuchar tu nuevo disco podré seguir diciendo lo mismo?
Sí, sí, sí… Por supuesto. Como decía antes, yo no quiero engañar a la gente. No empiezo el disco con una bulería, sino con una taranta, que es tan importante como cualquier cante de ritmo. Y creo que quien escuche el disco se va a hacer aficionado, que es lo que pretendo, hacer aficionados y no engañar.

O sea que seguiremos siendo del Pele…
Esa es mi ilusión. No mi intención: mi ilusión.

Ya terminada la entrevista, mientras le hacía unas fotos, El Pele todo exultante confesaba que hace unas semanas, en Puente Genil, Fosforito le dio un abrazo después de la actuación y le dijo “¡Gracias a Dios que existes! ¡Llevaba años sin oír cantar así por siguiriyas!”… Sin haber escuchado el disco, comparto el criterio del maestro Fosforito. Una vez más me reafirmo en mi opinión: El Pele es un fenómeno de la naturaleza.

 

 

 

 

Salir de la versión móvil