Entrevista: Rafael Manjavacas
Fotos: Beatrix Molnar
El bailaor malagueño Adrián Santana está ultimando todos los detalles de su último espectáculo ‘Las cuatro esquinas del Perchel’ que será el encargado de clausurar la Bienal de Flamenco de Málaga el próximo 14 de septiembre en el Teatro Cervantes.
El barrio del Perchel, estaba fuera de Málaga, nos sitúa geográficamente el bailaor, “originariamente Málaga estaba amurallada, un barrio marinero, humilde, con una mezcla de culturas muy importante por la gente que venía de fuera, y también con mucha población gitana”. Un barrio que fue el origen de muchos flamencos de Málaga, Adrián Santana, en su árbol genealógico familiar tiene a su tatarabuela La Bizca, su bisabuela Aniquita la cantaora y es sobrino nieto de Pepito Vargas, el que fue su maestro.
Para la preparación se ha realizado un trabajo previo de investigación, “he sacado la información preguntando a mi tio Tomás -hermano de Pepito Vargas- y descubierto muchas cosas de mi familia, de mis raíces, muy agradecido también a Paco Roji que me ha echado un cable importante”. En las 4 esquinas del Perchel, en la calle La Puente nacieron La Cañeta, La Repompa, El Chino, la familia por parte de mi padre y en la calle Cañaveral procede la familia de mi madre, también está la calle Zurradores y la calle Imagen.
Del Perchel también procede Pepita Durán, “que se considera bailarina de la escuela bolera, pero que era flamenca en ese momento” precisa el bailaor. En aquella época, continua Adrián, “se quitaban las penas con el cante y con el baile, era su forma de vivir, quien tenía algo de arte lo hacían como forma de vida, se dedicaban a pedir. Mi bisabuela iba por las tabernas cantando y bailando, pidiendo, era su forma de subsistir, me contaban que llevaba a su hijo Pepito (Vargas) en brazos y cuando bailaba el niño ganaba más dinero”.
“Las cuatro esquinas del Perchel” cuenta con 4 artistas invitados, 2 mayores Carrete de Málaga y Rafaela La Repompa “ya lleva retirada 5 años, pero ha querido estar en este espectáculo conmigo y le estoy muy agradecido”, y 2 mas jóvenes, con La Lupi “que recupera el personaje de ‘La Paula’ en el espectáculo” y Raquel La Repompilla -hija de Rafaela- “cada uno de ellos simboliza una parte de las cuatro esquinas”.
Carrete de Málaga también se curtió en el Perchel, “el Tito es lo mejor, un personaje muy especial, y se acuerda de todo perfectamente, me dijo que sus padres le trajeron de Granada a Málaga y allí lo dejaron de niño, así que era hijo de todos ellos, lo que más le llamó la atención de esa época era la fragua, el fuego, los cantes, así que en el espectáculo se encarga de la parte de fragua, seguiriyas, martinete y los cantes de fragua”.
Otra de las partes del espectáculo está dedicado al “Circo de Manolita Chen” que se asentó muchos años en el barrio “venía de cupletista Miguel de los Reyes y ahí encontramos conexión con ‘La Paula’, que en su espectáculo bailó ese cuplé y lo hemos incorporado y así reivindicar nuevamente la figura de la Paula”.
Para Adrián el espectáculo es un sueño, una fantasía de como el imagina fue el Perchel, sin tratar de recrear lo que eran los corralones o intentar representar la escenografía, “quiero que se sienta el barrio a través del cante y del baile, es un sueño, con mucha simbología de la tierra”. Un espectáculo de gran formato que ha contado con la ayuda en el asesoramiento de Jonathan Miró, un diseño de iluminación muy cuidado de Olga García y de Miguel Delgado en la escenografía.
Málaga por bandera
Adrián siempre reivindica Málaga, la primera vez que lo vimos fue en el Teatro Pradillo de Madrid en el año 2011 en uno de sus primeros espectáculos que se llamaba “Siempre me pasa lo mismo”. “Soy más malagueño que el ‘Cenachero’, en mis espectáculos siempre hay verdiales, tangos del Piyayo, rondeñas, malagueñas… pero en este espectáculo, siento que no se ha hecho nunca en Málaga, es inédito y atractivo, que se trabaje de forma conjunta, no individual, ofrece una visión distinta”.
La Bienal de Flamenco de Málaga se desarrolla los años impares desde el año 2007 en Málaga y provincia, desde el mes de marzo hasta septiembre, Adrián se muestra muy agradecido “que hayan contado conmigo para la clausura de la Bienal, es una cita muy significativa y una gran responsabilidad”.
Adrián Santana
Nos llama la atención que Adrián se formara en el baile, además de en la escuela de su tío Pepito Vargas lo hiciera también en el Conservatorio, entonces nos cuenta de como se inició a bailar “mi prima Elisabeth, que es síndrome de Down, me sacaba a bailar sevillanas en las fiestas y no sabía hacerlo, así que le dije a mi madre que me apuntara a clases de sevillanas para poder bailar con ella. En la fiesta de fin de curso del colegio fueron a verme y se hartaron a llorar, vieron que para mi no era un pasatiempo, que me lo tomaba muy en serio, así que la profesora le aconsejó que me llevaran al Conservatorio y por otro lado mi bisabuela Aniquita le pidió que me llevara a aprender con mi tío Pepito Vargas. Mi tío se enfadó conmigo, me decía que no fuera al Conservatorio, que me quitarían la personalidad, así que estuve yendo al Conservatorio a escondidas de mi tío. Y yo encantado de tener las dos escuelas, la más técnica por un lado y la de la pureza del flamenco a través de mi tío”.
El año pasado obtuvo el segundo premio de baile en el Cante de las Minas de La Unión donde sorprendió con un baile utilizando palillos y mantón, “fue una experiencia muy buena, creo que gracias a mi participación me ha traído cosas muy positivas para mi carrera”. Y es que el trabajo tiene su recompensa, “estoy seguro que este espectáculo irá muy bien, ojalá pueda llevarlo a festivales como el de Alburquerque, el de Jerez o la Bienal de Sevilla, trabajare para que así sea”.
