Curro Piñana – De la vigilia al alba

Curro Piñana -  De la vigilia al alba

Curro Piñana - De la vigilia al alba

1 Milonga de Albornoz (Bolero)
2 Luz de mis ojos (Nana) 6´42
3 De La Unión a Cartagena (Taranta Personal) 3´00
4 Cañaveral (Guajira) – 5´50
5 Cuesta La Reina (Malagueña) – 5´45
6 Plazuela de Flores (Mariana) – 6´22
7 Encuentro (Cantiñas) – 4´54
8 La Molinera (Taranta Murciana y Levantica) – 4´37
9 Bulerías con mi tío Chano – 4´32

CURRO PIÑANA: De la vigilia al alba

Parece como si desde el primer momento el destino de Curro Piñana estuviese diseñado al urdir su genealogía flamenca un tejido único con el entorno familiar: nieto de Antonio Piñana, maestro de los estilos mineros y uno de los artífices de su ordenamiento y clasificación; hijo del guitarrista Antonio Piñana y hermano de Pepe y Carlos Piñana, también guitarristas.

En su imaginería nativa y en ese inaugural paisaje sonoro ha bebido Curro Piñana las iniciales aguas que vienen directamente de El Rojo el Alpargatero, padre de los cantes de las minas y su primer divulgador e instructor, cuya herencia recayó luego en su hijo, Antonio Grau, y éste, a principios de los años cincuenta, la traspasó a Antonio Piñana, quien, como es natural, la depositó en manos de su nieto Curro, siguiendo el inveterado medio de transferencias que el flamenco ha empleado hasta hace poco.

Hay que destacar en este disco las magníficas guitarras de Antonio Piñana, Juan Manuel Cañizares y Carlos Piñana, que no sólo llevan a cabo una perfecta labor de apoyatura al cante, sino que lo enaltecen y subliman a través de un notable discurso complementario, pleno de hallazgos, de invención y de muy lúcidas resoluciones.

?De la vigilia al alba? es una grabación elaborada con meticulosidad y cuidado, pero también con emoción y entrega, y en la que su autor, Curro Piñana, ha encontrado un campo propicio para desarrollar los diversos estilos, enmarcándolos en un cierto barroquismo formal, con profusión de tonalidades, y utilizando un continuo y generoso despliegue de facultades para que la voz, plena de matices, luzca de manera brillante, con audacia y conocimiento.

José María Velázquez-Gaztelu

Créditos:
Guitarra: Carlos Piñana

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