MEDIO SIGLO DE LA REUNIÓN DE CANTE JONDO

Reunión Cante Jondo

Reunión Cante Jondo

50 Reunión de Cante Jondo
Sábado, 7 de julio, 2018. 2300h
La Puebla de Cazalla, Hacienda La Fuenlonguilla

Texto: Estela Zatania
Fotos: Tamara Pastora

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“No es fácil que eso vaya a morir” José María Moreno Galván, 1968

Cante: La Yiya, Duquende, Elu de Jerez, Pedro el Granaíno. Guitarra solista: Dani de Morón. Guitarras de acompañamiento: Antonio García, Antonio Higuero, Patrocinio Hijo. Baile: Antonio el Pipa con el cante de Morenito de Íllora, Carmen y Gema Cantarota, guitarras de Juan José Alba y Javier Ibáñez. Pastora Galván con el cante de Manuel Tañé y Jeromo Segura, la guitarra de Juan Requena y compás de Bobote. Presentador: Juan José Téllez.  

La noche de sábado, 7 de julio, 2018, otro histórico evento flamenco se ganó su merecido lugar en el club de los 50 años de longevidad.  Las palabras arriba citadas de José María Moreno Galván, hermano mayor de Francisco Moreno Galván, (hoy en día se definiría como “agitador flamenco”), referentes a la posible desaparición del llamado “cante jondo”, ahora, en la ocasión de las bodas de oro de la Reunión de Cante Jondo de La Puebla de Cazalla, provocan poco más que una débil y complaciente sonrisa en los labios de una nueva generación.

Situémonos cronológicamente…  En 1968, “El Camarón de la Isla con la colaboración especial de Paco de Lucía”, título aparatoso de la histórica grabación que los aficionados conocemos como “Al verte las flores lloran”, no se grabaría hasta un año más tarde, por lo que el revolucionario dúo era prácticamente desconocido.  Sonaba por la radio Antonio Mairena, sin que circulara el término “mairenismo” y toda la negatividad hoy en día asociada.  La gran figura para nosotros los jóvenes, era Antonio Fernández “Fosforito”, junto con otros admirados maestros como Terremoto de Jerez, Manolo Caracol, el Chocolate o Fernanda y Bernarda de Utrera, entre otros.  El nombre de Enrique Morente empezaba a sonar con más frecuencia, y el veterano Pepe Marchena seguía vigente. ¡Qué se iba a morir el flamenco!

Anoche, todos aquellos recuerdos y fantasmas estaban presentes, testigos de una sentida celebración del triunfo del arte jondo.  ¿Se ha perdido algo?  Esa pregunta, y la respectiva respuesta, se la tiene que plantear y responder cada aficionado.  En general fue un programa relativamente discreto comparado con otras ediciones.  Aparte de la desaparición hace dos años de José Menese, cantaor abanderado de la Reunión, faltaba el querido veterano morisco Diego Clavel.  Tampoco pudo participar Antonio Carrión, el querido guitarrista “de la casa”, aunque sí dejó constancia de su arte en un par de recitales en las jornadas previas.

El joven guitarrista Dani de Morón, abrió el programa por soleá, y más tarde siguiriyas, con su sonido híbrido de contemporáneo, antiguo y todo lo que cabe entra ambos extremos que conoce y ejecuta con maestría y conocimientos.  La elegante maestra local Ana Ramírez “La Yiya”, con la interesante guitarra de Antonio García defendió la escuela morisca, recordando a Menese una y otra vez, con su voz de miel y limón.  Por siguiriyas recurrió con éxito al llanto contenido de Clavel.

Con cuatro cantaores solistas en el programa, dos se podrían llamar repetidores de señal del camaronismo, aunque Duquende y Pedro el Granaíno tienen personalidades propias.  El primero, cantó cante minero, soleá por bulería, tangos y bulerías con el acompañamiento de Dani de Morón, y sin ser el cantaor tipo de La Puebla, convenció.  El Granaíno con Patrocinio Hijo a la guitarra, puso su cálida voz a una serie de cantes estilizados, demostrando la seguridad que aporta el haber cantado para baile.

Jerez intravenosa con la voz y persona de Eloisa Jiménez, “Elu de Jerez” que nos proporcionó unos momentos soberbios por siguiriyas dedicadas “a la memoria de Menese”, con la guitarra caliente caliente de Antonio Higuero.

Dos atracciones de baile redondeaban el programa.  En la primera parte, Antonio el Pipa, por quinta vez en La Reunión, el eterno dandi, ahora en su madurez artística, con el excelente cante de Morenito de Íllora, además de Carmen y Gema Cantarota y el toque de Juan José Alba y Javier Ibáñez.  Y en la segunda, Pastora Galván nos entregó su baile tradicional con el toque de inestabilidad que tan bien aporta, con un atrás de lujo: Manuel Tañé y Jeromo Segura al cante, Juan Requena a la guitarra y el todo terreno Bobote.

Pastora se dirigió al público para indicar su deseo de rendirle homenaje a José Menese mediante el cante de mariana que éste a menudo interpretaba.  Todo esto, y aún quedaba la ronda de tonás, el fin de fiesta con casi todos los artistas y a por otro medio siglo que empieza hoy mismo.

Galería fotográfica – Tamara Marbán Gil (ir a galeria completa)

 

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