José Manuel Gómez Gufi
El escenario lleno de guitarras, laudes y bandurrias. Mario Mas sale con su padre Javier Mas, que parece más cómodo en el papel de escudero que en el de protagonista. Es un concierto íntimo reservado a la guitarra y a la tradición de los toques barberos y a los guitarristas Manolo de Huelva y Javier Molina Cundi.
Cuenta Mario que las barberías fueran locales sociales donde se difundía el uso y disfrute de bandurrias y guitarras; eso es algo que nunca tuvimos en cuenta los de la generación del rock and roll, los Beatles, la Credence y los Stones que siempre miramos a los barberos como enemigos.
El concierto comenzó por soleá y Mario se remontó hasta Ziryab que añadió una cuerda al laúd en Córdoba en el siglo IX, ahí es cuando reconoces el valor simbólico de Leonard Cohen de rodillas en sus conciertos ante la bandurria de Javier Mas. Cohen rendía tributo al músico y a la tradición del instrumento. Recuerden su discurso dedicado a la guitarra flamenca al recibir el premio Príncipe de Asturias, solo por aquello se merecía el nobel de literatura.
Javier presentó una composición que hizo para María del Mar Bonet y luego pasaron a Manuel de Falla y así íbamos encontrando las conexiones entre el folklore y la música clásica en una charla de salón mientras los músicos afinaban instrumentos que parecían salidos de un museo.
El proyecto que estrenaron es un homenaje a la guitarra misma, una radiografía histórica de una de las técnicas de acompañamiento de estos músicos al servicio de otras estrellas. En las seguiriyas apareció el poeta Miguel Angel Feria para añadirle palabra a la guitarra, al laúd y al archilaúd que parece un instrumento de ciencia ficción. Y de nuevo Javier interpretó una composición suya que hizo para Enrique Morente.
Volvió el poeta por sevillanas, esta vez para hacer percusión sobre la caja donde se guardan las guitarras y así llegamos a los agradecimientos y un bis dedicado a una canción del cantautor Paco Ibañez. Una velada incomparable.
LA GUITARRA COMO SÍMBOLO
La guitarra es el eje central de la iconografía del 5 festival Flamenco Madrid y cualquiera hubiera considerado como algo lógico que se programara un recuerdo a Paco de Lucía, también se hubiera entendido un gran concierto de guitarra solista con cualquiera de sus apóstoles o de los creadores que vivieron década a década bajo su sombra… Un homenaje a sus contemporáneos Manolo Sanlúcar y Serranito (aún en activo, como demostró en la gala de Teatro Flamenco Madrid), todos hubiéramos apostado por rendir pleitesía a Gerardo Núñez o Rafael Riqueni. ¿Guitarristas flamencos vinculados a Madrid? Salen cien de primera categoría: Indiscutibles.
Hace falta programar más guitarra, es el instrumento de universalización del flamenco en varios mundos, incluido el nuestro.
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