Juan Carlos Romero, la guitarra onírica

Juan Carlos Romero - Cajasol

Juan Carlos Romero - Cajasol

Ficha artística. Espectáculo: Entre manos. Elenco: Juan Carlos Romero (guitarra), Alexis Lefevre (violín), José Carlos Roca (cello) y Los Mellis (percusión). Ciclo: Jueves Flamencos de Cajasol. Fecha: Jueves 31 de octubre. Lugar: Sala ­. Aforo: Casi lleno.

Sara Arguijo

Entre las manos de Juan Carlos Romero hay una confesión íntima, un respiro de alivio, un sueño, una idea, una esperanza. Su guitarra lo mismo proyecta imágenes que recita versos y su flamenco, su sonido, su música al fin, te transporta inevitablemente a un mundo onírico que es suyo, y también de todos.

Desde el soberbio arranque por granaínas, donde por cierto creímos oír cantar al violín de Lefevre, Romero creó una atmósfera acogedora con la que invitó a una liturgia solemne, pero luminosa y serena, en la que celebrar la vida y la belleza. Así, el público abandonó rápidamente la efusividad de esta noche pre-puente y olvidó al instante la frivolidad de los adolescentes endemoniados que merodeaban la zona para entrar de lleno en la elegante y exquisita propuesta del onubense.

Romero fue adentrándonos entonces en un extenso y variado recorrido por los palos del flamenco y por las emociones, gracias a la delicadeza, la pulcritud y la hermosura de las melodías de Roca y Lefevre y a la concreción, contención y precisión del compás de unos insuperables Mellis. Una formación que el guitarrista confesó querer reunir desde hace tiempo y que encajó con perfecto engranaje. 

Su toque sosegado, reflexivo, sensible e inocente fue aquí el faro que sirvió de guía en un viaje pausado que más allá de ansiar el destino, se nutre de cada parada. Soleares, seguiriyas, bulerías, rumbas, tangos… el emotivo tema ‘Oleaje’, que aún no ha grabado y que quiso adelantar esta noche; unos brillantes y coloristas fandangos de Huelva que dedicó al coordinador del ciclo, Manuel Herrera, -homenajeado el miércoles por su dedicación al flamenco- y con los que consiguió la ovación unánime del patio de butacas y el recuerdo a su maestro Manolo Sanlúcar por Cádiz, como despedida. En definitiva, flamenco, que es música, y que es universal.

Fotos: Remedios Malvarez

Salir de la versión móvil