IV Festival Flamencos por Gambo.

Texto: Pablo San Nicasio Ramos
Fotos: Rafael Manjavacas

Carmen Linares, Londro, Benavent, Jorge Pardo, Tino di Geraldo, Tomasito…

IV FESTIVAL “FLAMENCOS POR GAMBO”
Cante: Carmen Linares, Londro, Tomasito.
Batería: Tino di Geraldo. Bajo: Carles Benavent. Vientos: Jorge Pardo
Guitarra: Salvador Gutiérrez
Coros y palmas: Ana María González. Baile y coros: Adolfo Lobato

11 Noviembe 2010 – Auditorio Marcelino Camacho (Madrid)

Madrid, Madrid…en África se piensa mucho en ti…

Iniciativa solidaria que perdura con los años, van cuatro, y que tiene al flamenco por bandera.

De esas cosas que engrandecen aún más a quienes las protagonizan y que, además, lejos de resentirse por crisis o fechas, consigue reventar aforos tan respetables como el del Auditorio de Comisiones. Lleno hasta la bandera con gente joven y nada de ostentaciones. Gente corriente con todo menos fachada o pose. Sincera y solidaria. Y ese es un tanto que tiene que apuntarse doña Carmen Linares y entorno. Cantaora que demuestra ser señora dentro y fuera de su oficio.

Carmen Linares
Jorge Pardo
Adolfo Lobato

Si no hace mucho ese escenario gastaba luto y rojo como estandartes de quien se iba, el que le puso nombre; la noche del jueves la dupla cromática era la misma, pero con ribetes verdes de esperanza.

Con un estupendo maestro de ceremonias, Juan Luis Cano fue un termostato clave en noche de fríos, tibiezas y calores; el IV Festival “Flamencos por Gambo” trajo alicientes para seguir alimentando afición en medio de una racha de sequía de eventos por la capital. No anda el personal sobrado de desahogo flamenco y el cartel que teníamos por delante tenía su punto.

Para arrancar Londro, cantaor jerezano apadrinado en la primavera por su amigo Miguel Poveda para alumbrar un disco que no se ha girado demasiado por estos pagos.

El Londro
Salvador Gutierrez
Tomasito

 

De hecho podría decirse que casi se estrenaba “alante”. Cuatro cantes de parecido recorrido y metraje, con un registro algo plano y quizá más frío y temor que descaro. Se vio a un artista de voz opaca y gusto por las intimidades cantaoras, solo superadas intermitentemente a compás de bulerías.

Carmen Linares apareció y fue recibida como estrella que es y, también es tradicional,  como artista central de un Festival en el que su figura se convierte en imprescindible.

Mujer que al que escribe se le presenta, como se suele decir, siendo la tía, cuñada o suegra que todos quisieran tener. Llana, amable, valiente y generosa. Y sabia, muy sabia.

Porque no está en plenitud de facultades y tuvo arrestos para ser la voz con más peso de la noche.

Arrancó por tangos, enciclopédico recorrido con la Repompa, Piyayo, Pastora y Granada. Cartagenera con el coloreo por taranta de Jorge Pardo. Experimento del que salieron airosos. Toná y siguiriya desnudas de mentiras, con una cabal final de órdago. Y las cantiñas finales. Estilo que domina como pocas donde recorrió las sendas grabadas hace años.

Sin tener la voz como ella quiere, Carmen Linares dosifica sus apariciones, no se hace pesada y sigue endulzando los oídos. Lo que decía de la sabiduría…

Turno para un Tomasito en estado de gracia. El de Jerez afincado en Moratalaz, que también tiene su duende, levantó definitivamente la temperatura desde el minuto uno.

Otro que sabe más que los ratones de todos los colores. En tiempos se escapó de la mili por problemas de espalda. Menos mal que el generalato no suele gustar de duendes porque este brinca y corre sobre los escenarios que da gusto. Si le llegan a ver lo mismo le indultan definitivamente.

Carles Benavent
Trío – Jorge Pardo, Tino di Geraldo, Carles Benavent

Soleá “punki” y bulería “cachonda” donde todos aplaudían a compás de un Baremboim de intachables condiciones. Pocos minutos pero calientes, con guiños a algunos de sus ya veteranos “hits”, siempre de actualidad. Un bien necesario para desatascar mentes, este “Tomasito”.

Y como hilo conductor de las tres figuras: Salvador Gutiérrez. Guitarrista surgido del averno flamenco, ese que conocen los cabales pero no toda la afición y que merece más, mucho más sitio. Anoche, para solidarios él, se marcó tres acompañamientos intachables, poderosos, frescos, con aires de Morón, de Paco, Tomate…pero siempre siendo él. Consagración de un guitarrista que acompaña y sabe salvar de la quema a más de uno.

Trío de ases para medio rematar la noche. Jorge Pardo, Tino di Geraldo y Carles Benavent pusieron el glamour virtuoso. Jazz mestizo para paladares exquisitos. Monstruosos instrumentistas, leyendas vivas que en tres temas pusieron su grano. Es cierto que el público perdió un poco el norte porque la flamencura bajó al tiempo que subían los quilates solistas. Pero la labor de un aprendiz de crítico es más fácil cuando tiene delante músicos como ellos. Para grabar y estudiar.

Fin de fiesta que subió al elenco al completo. Enjambre de arte que hará que Madrid sea un poco más querido algunos miles de kilómetros más al sur.

 


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