Flamenco On Fire de Pamplona. Carmen Amaya en la Memoria & Solea Morente, Tomasito & Kiko Veneno.

Solea Morente

Solea Morente

Texto, fotos & video: Rafael Manjavacas

31 de agosto, final de agosto, se entonó el “Pobre de mi”, el final de la primera edición de Flamenco on Fire, con un espectáculo del más puro flamenco “Carmen Amaya en la memoria” y un cierre rockero con Los Evangelistas & Soleá Morente, el Tomasito “Azalvajao” y el mítico Kiko Veneno en la Ciudadela de Pamplona.

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Flamenco on Fire ha sido un milagro, no porque se hayan encomendado a San Fermín, -más bien a Sabicas-, sino porque han trabajado y puesto todos los condicionantes posibles para que este festival haya sido un éxito. En primer lugar, han rescatado a Sabicas, lo han puesto en valor en su ciudad natal, ahora en Pamplona mucha más gente sabe de Sabicas. Han hecho un trabajo de difusión muy importante, no sólo pensando en los aficionados al flamenco. Han contado con la comunidad gitana de Navarra –Gaz Kaló- involucrándolos en la organización y en el desarrollo de multitud de actividades, incluido uno de los conciertos. Han involucrado a toda la ciudad, a través de ‘La Casa de Sabicas’ y de la ruta gastronómica invitando a más de 50 restaurantes a elaborar el llamado ‘Pintxo Sabicas’…. Ese Baluarte, inmenso, con dos salas increíbles, de 444 de capacidad una y 1682 el escenario ‘Sabicas’, un sitio ideal para exposiciones, talleres, conferencias,  espectáculos y todo ahí, sin moverse. 

Han mimado a los artistas, han estado todos en familia, era fácil verlos pasear por la ciudad, los que han podido se han quedado a ver a los otros y los guiños eran constantes. Los artistas recíprocamente han compensado esos mimos con todo el arte y la complicidad que se notaba en todas las actuaciones. 

La programación ha sido, la que corresponde a una primera edición en una ciudad casi inédita en el flamenco, de las máximas figuras, mediáticamente hablando, para que, además de los aficionados al flamenco, hayan atraído a un público más tangencial que de otra forma no se hubieran acercado. Más aun contando el espectáculo rockero-flamenco que constituía el cierre. Más de 9000 asistentes, que se dice pronto, de los cuales el 20% era de fuera de la ciudad, Bilbao, San Sebastian, Madrid, … y un buen puñado desde el sur de Francia. Ese público, el que ha ovacionado y se ha puesto en pie en todos los conciertos, probablemente se acercará a otras propuestas de flamenco menos mediáticas, pero de calidad equiparable, quizás para  próximas ediciones de Flamenco on Fire.

Destacar también, el respaldo de las instituciones, públicas y privadas, más las últimas que las primeras, que ya se sabe, que cuando uno se juega los cuartos propios, el fracaso no puede ser una opción. Celebramos el éxito del festival y que en el Pamplona, hayan elegido el flamenco como referente es una gran noticia. Larga vida al festival y que el año que viene asistamos a un nuevo chupinazo. 

Ah… por cierto, respecto a las actuaciones del 31 de agosto, se ofreció un espectáculo “Con Carmen Amaya en la memoria” en el escenario Sabicas, con media entrada –unos 800 espectadores- que tuvieron la oportunidad de ver un espectáculo puramente flamenco,  con artistas de la talla de Karime Amaya, El Junco, Belén López y Susana Casas, artistas que siguen los pasos y la estética de la siempre recordada Carmen Amaya, protagonista también de este festival. 

En la Ciudadela, el reclamo flamenco, era el rock, en sí mismo, Los Evangelistas con Soleá Morente, hicieron el repertorio de su disco “Homenaje a Morente”, al que deben su existencia –se crearon para ello- aunque realmente, mi oído no debe de estar muy educado para esas psicodelias y apenas pude encontrar atisbos de Morente. La voz de Soleá es la que nos rescata un poco al flamenco, pero muy diluida dentro de la psicodelia, lenta, lentísima… no le dejaron mucho protagonismo, el que si tuvo Estrella Morente, al que su hermana invitó para interpretar “Si yo encontrara la Estrella” y provocó que el público se arremolinara cerca del escenario. 

En cambio Tomasito, volcó a todo el público, quien ya lo conocía –a gozarlo- quien lo desconocía se tenían que restregar los ojos viendo la energía que transmite Tomasito, una vitalidad contagiosa, con la gracia y el compás de los de Jerez. No hace falta ser alternativo, ni rockero, ni flamenco, sólo hay que estar ahí y alucinar. 

A esas alturas de la noche, Kiko Veneno salió al escenario a interpretar los grandes éxitos de toda una carrera, el Lobo López, el blues de Memphis, el Monte de Venus… el me junto con toda clase de delincuentes… e imaginamos que muchos más, puesto que regresamos al hotel antes de finalizar, ya había llegado septiembre y cambiamos el chip. 

 


Karime Amaya

 

El Junco

 

Con Carmen Amaya en la Memoria

 

Solea Morente & Estrella Morente

 

Tomasito – Azalvajao

 

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