Resumen: FLAMENCO BIENNALE III 'Maestría de Jerez' Diego del Morao, Jesús Méndez, Joaquín Grilo
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FLAMENCO BIENNALE III |
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Imposible no sentir la universalidad del flamenco cuando acabas de pasar una semana en Francia viendo a algunos de los mejores artistas del género, luego, llegas a la Bienal de Flamenco de Holanda en su tercera edición, y sigue fluyendo el duende como si no hubieras cruzado cientos de kilómetros ni que te encontraras lejos de Andalucía. De hecho, “Flamenco Biennale III“ como se llama, tiene un programa de actuaciones y actividades paralelas que refleja la naturaleza abierta y disposición aperturista de la organización, o mejor dicho de la fundadora, directora y alma del festival Ernestina van de Noort. Si Jerez está presente en destacados cuerpos y almas, desde Diego del Morao, Diego Carrasco o El Torta entre otros, también lo está el hip-hop de La Shica, el baile joven de Rocío Molina o músicos con nombres exóticos de Bulgaria o la India que son maestros en sendas especialidades, sin que falten figuras de máxima actualidad como Miguel Poveda o Arcángel. Hasta las camisetas oficiales del festival son de color morao en honor al admirado guitarrista
Hay ánimo didáctico detrás del amplio programa de conferencias, exposiciones, clases y mucho más, siempre insistiendo en la diversidad. “Apertura“ es la palabra operativa que indica el objetivo de la organización de ir más allá de la fusión (que tan mala prensa tiene) para ver hasta dónde puede llegar el arte jondo, sin olvidarse jamás del punto de partida, en este caso Jerez de la Frontera, o más concretamente, Moraíto. Nuestro querido y emblemático tocaor guitarrista y personaje, bonachón y tan flamenco como él solito. Hasta las camisetas oficiales del festival son de color morao en honor al admirado guitarrista. El programa se desarrolla entre tres ciudades dentro de un triángulo geográfico reducido con sus vértices en Utrecht, Rotterdam y Ámsterdam, siendo ésta cuartel general. Anoche estuvimos en Utrecht para el espectáculo “Maestría de Jerez“ precedido por un singular acontecimiento complementario: el documental “Goede zang doet pijn“, o para las lenguas sensibles “El cante bueno duele“, una producción del festival que pretende retratar la realidad del flamenco jerezano, pasado y presente, mediante las palabras y sabiduría del mismo Moraíto. Vimos a la gente reunida en torno al cante y baile en el emblemático “Gitanerías“ con el cante de Jesús Méndez con Diego del Morao acompañando y Chícharo, Fernando de la Morena, Bo y muchos otros ambientando. En otra escena el patriarca Manuel Morao nos presenta a la saga de tocaores que ha salido de él y su familia, desde los más jóvenes al más consagrado. Sin duda alguna el momento más emotivo e históricamente relevante ha sido el cante por soleá de María Bala, hermana del Sordera viejo, acompañada por Moraíto, tan inolvidable como irrepetible.
Después del documental, aparecieron en el escenario dos de sus protagonistas: Jesús Méndez y Diego del Morao. Aunque por motivos de salud no ha podido estar presente Moraíto, anoche pudo disfrutar del toque de su hijo Diego que le sustituía mediante un telefonito sujeto entre bambalinas por la directora del festival. Jesús y Diego, San Miguel y Santiago, cada vez más unidos en estos tiempos de vacas flamencamente flacas cuando no procede dividir, sino apoyarse mutuamente. Tonás, soleá con un brillo especial en esta ocasión, malagueñas, siguiriyas, fandangos, tangos y bulerías, y empiezas a creer que el cante jerezano tiene continuidad después de todo. Joaquín Grilo puso el baile, y no hay palabras, el muchacho ha encontrado su personalidad y la ejerce agresiva y eficazmente, pocos artistas logran un equilibrio tan perfecto entre lo que pretende y lo que puede hacer, no necesita ni el cante para llevarte al territorio más flamenco.
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