El Gazpacho de Morón sigue defendiendo su relevancia

Gazpacho de Morón

Gazpacho de Morón

Texto y fotos: Estela Zatania

51º Gazpacho Andaluz
Sábado, 15 de julio, 2017. 2100h. Pl. del Ayuntamiento, Morón de la Frontera

1ª parte: Guitarra solista, Juan Antonio García Castilla, José Antonio López Marín del Taller de Guitarra Flamenca de la Escuela Municipal de Música y Danza.  Cante: Vanesa González con guitarra Fernando Rodríguez. Baile: Valeria del Alba, Saray Priego, Esperanza Verdugo, Irene Navarra, Ma. José Carrasco, Loreto Martínez, Elisabeth Delgado, Marina Martos del Taller del Baile Flamenco de la Escuela Municipal de Música y Danza.

2ª parte: Cante: Argentina, Mayte Martín. Guitarra: José Quevedo “Bolita”, Eugenio Iglesias. Palmas: Oruco, José Carrasco. Guitarra solista: Juan Torres. Baile: Carmen Lozano y Antonio Canales con Jesús Flores, David el Galli, Rafael de Utrera (cante), José Galvez (guitarra). Juana Amaya y su grupo con El Perla (guitarra), David el Galli, Herminia Borja, El Pulga (cante), Roberto Jaén (palmas).

Si la semana pasada en la Reunión de Cante Jondo de La Puebla tuvimos que abrigarnos con mantas y bufandas debido al frío relente de la campiña, anoche, la quincuagésimo primera edición del Gazpacho Andaluz empezó a las nueve de la noche con treinta y muchos grados de calor bochornoso.  Gajes del oficio, si es que una adicción al arte jondo se puede definir como “oficio”.  

La imagen proyectada de José Menese, desaparecido cantaor de la localidad vecina de La Puebla, y objeto este año del tradicional homenaje, nos miraba fijamente desde la fachada del Ayuntamiento, contemplando las casi siete horas de actuaciones ofrecidas.  El programa, dividido en dos partes, empezó con actuaciones de los alumnos  aventajados de guitarra y baile del Taller de la Escuela Municipal de Música y Danza, y la actuación de Vanesa González, ganadora del VI Concurso de Cante para Jóvenes “Ciudad de Morón”.  Una admirable muestra de apoyo para la nueva generación, aunque se hizo largo.

La segunda parte, en versión resumida: dos grupos de baile, dos cantaoras, un solista de guitarra.  Primero, la onubense Argentina, debutando en el Gazpacho, dio un repaso refrescante a marianas con tangos de Triana, malagueña de Chacón, serrana con abandolao, siguiriyas a paso ligerito y cantiñas con su voz poderosa y limpia. Cuando empieza por bulería por soleá que luego se convierte en bulerías…Lole y Manuel, el Romance de la Reina Mercedes…noto que va descalza.  Cerró con fandangos de Huelva con ese saborcito que sólo logran los de la tierra.  Una cantaora a caballo entre el sonido más clásico, y el preciosismo que se ha puesto de moda, muy bien recibida por el público moronense.

El guitarrista Juan Torres, natural de Morón sin ser guitarrista “local” debido a su trayectoria internacional, dio su admirable mini recital con instrumentistas de apoyo cuyos nombres no figuraban en el programa, y a continuación, la bailaora Carmen Lozano también de Morón, tuvo la atinada idea de invitar al veterano Antonio Canales para redondear su actuación.  Nuestro Orson Welles trianero siempre encuentra el punto adecuado de locura que tan bien le sienta.  Presencia, personalidad y pellizco.  La aportación de los cantaores Rafael de Utrera, Jesús Flores y David el Galli, y la guitarra jerezana de José Gálvez, chisposa y original, nos dieron algunos momentos geniales.

Después del homenaje institucional a José Menese, le tocó el turno a la gran figura de la noche, Mayte Martin.  En su paso por el Gazpacho del año 2011, se ganó al público hábilmente con su forma reservada y limpia de entregar el cante.  En esta ocasión, había menos entusiasmo de los presentes a pesar de los mejores esfuerzos del guitarrista Salvador Gutiérrez, sutilmente contemporáneo, y siempre respetuoso en el acompañamiento para el cante honesto y dulce de la catalana.

El Gazpacho finalizó con una explosión de poderío e intensidad en la persona de la bailaora Juana Amaya, otra artista de dimensión internacional de esta ciudad.  Me impresionó cuando bailó con 11 años en la piscina municipal de Morón, y volvió a impresionarme anoche a sus casi cincuenta años.  Con El Perla a la guitarra, las voces de David el Galli y El Pulga y la enorme personalidad de Herminia Borja que convierte todo en “importante”, fue el final perfecto.

Hemos aguantado el calor, la larga duración y las sillas de plástico, nos hemos abastecido de la bendita nevera y una vez más damos las gracias por poder apreciar estos extravagantes eventos que tanto disfrutamos algunos, y desprecian otros.


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