Los cantaores Perico El Pañero & Nene de Santa Fé en la Sala García Lorca

Perico Pañero & Nene de Santa Fé

Perico Pañero & Nene de Santa Fé

Dos grandes cantaores se citarán con los aficionados al cante flamenco de la Sala Garcia Lorca de la Fundación Casa Patas de Madrid.

Dentro de la excelente programación de la sala madrileña de la Fundación Casa Patas, que cuenta con nombres tan grandes en el Flamenco como  El Pele o Arcángel, también  participan otros cantaores no tan conocidos, pero de una calidad contrastada y que tendrán la oportunidad de presentarse en la capital en el mejor sitio para ello, al natural, sin amplificaciones. Imprescindible. 

 

 


 

PERICO EL “PAÑERO” es un cantaor gitano nacido en Algeciras en el seno de una familia ligada al cante. Con estos antecedentes familiares, y con la influencia de aquellos gitanos viejos del Campo de Gibraltar, es normal que su cante fluya por los cauces que emanan de los manantiales más puros. 

Con tan solo 38 años, es un gran conocedor de los cantes. A los que dota de un exquisito sabor añejo. Se trata de un cantaor de otra época, que sin duda hemos tenido la suerte de que naciera en la nuestra para poder disfrutar de su arte sin artificios. Perico es capaz de transmitir todo el sufrimiento que se esconde en cada tercio; el sufrimiento legado de sus antepasados. 

Su eco gitanísimo, su voz clara, su musicalidad y su gran oído, lo dotan de unas cualidades excepcionales para abordar cualquier palo. Pero sin duda donde más a gusto (o a disgusto) se encuentra es en la seguiriya, donde consigue revivir a genios como Tomás Pvón, Manuel Torre, Niña de los Peines, Juanito Mojama o Antonio Mairena Mairena, pero siempre con su inconfundible personalidad. 

 

 


 

Manuel Carmona Heredia, “Nene de Santa Fe”, (Santa Fe, Granada 1949)) está considerado un cantaor de corte clásico.  Su cabal afición y sus  excepcionales condiciones de voz flamenca y enduendá, le permiten echar mano con  admirable actitud a los estilos básicos y genuinos, devolviéndonos la fe y la confianza en la perdurabilidad e este arte nuestro. 

Aunque canta casi desde niño, el caso de Nene de Santa Fe es muy parecido al de otros muchos adolescentes andaluces quienes por los años sesenta del pasado siglo tuvieron que seguir a sus progenitores en la emigración a Cataluña, abandonando su lugar de origen y su oficio, en su caso la fragua gitana familiar en Santa Fe, y marchar, buscando una mejor posición para la familia, a Barcelona. Pero esta circunstancia lejos de apartarlo de sus más íntimos sentimientos y de su afición al cante, le hizo crecer en intensidad y también en sus conocimientos.  

Allí, permaneció voluntariamente alejado del profesionalismo comercial, lo que no fue obstáculo para que llegara a trabajar-en la complicada pero admirable y meritoria faceta del cante para bailar- con artistas como Mario Maya, Flora Albaícin o Luis de Luis,  bailaores, granadinos los trés, que quisieron y supieron apreciar la gran calidad de este excelente cantaor  paisano suyo.      Escuchando su cante, y sobre todo la sugerente forma de decirlo, parece revelarse su particular forma de entenderlo como necesidad expresiva advirtiéndose en su propuesta, en sus maneras y en su eco netamente flamenco, ese impreciso orgullo de los gitanos que parece hecho mitad de premeditado desdén y mitad de actitud defensiva frente a tanta indiferencia y marginaciones vividas.     Cantaor largo, por conocedor y dominador de una amplísima gama de estilos, cantaor de los que antiguamente se les solía denominar cantaor general, capaz de imprimir a su cante su sello personal y su buen gusto, sin apartarse de los cánones aceptados como clásicos y genuinos. Particularmente significativo es su dominio de los cantes por solea, romances, tientos, tangos y bulería; y en la seguiriya transmite la profundidad y el hondo dramatismo que envuelven a este cante.   

 

Salir de la versión móvil