Serranito – Ecos del Guadalquivir

Serranito

Serranito

En mi deseo de creación de la música flamenca, pensé que el recorrido del río Guadalquivir (el más importante de Andalucía) desde su nacimiento en la sierra de Cazorla (Jaén), hasta su desembocadura en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), pasando por casi toda andalucía: Córdoba, Sevilla y las marismas de Huelva, todas estas tierras llenas de tanta belleza, cultura y tradiciones, serían para mí una gran fuente de inspiración.

Así pues, de este pensamiento y de un duro, pero agradable trabajo, nace este concierto.

La provincia de Jaén, donde nace el río se caracteriza por sus campos de olivares y la explotación de sus minas, y precisamente de estas últimas, nace uno de los estilos más representativos y profundos del arte flamenco – tarantas, cante profundo como sus raíces, enérgico y duro como los hombres que representa.

Poco a poco el río sigue su curso al pie de Sierra Morena, y a su derecha surge Córdoba ciudad encantada… dicen los poetas, ciudad llena de nostalgia árabe y judía, de sabiduría y sobriedad, nace La Serrana.

Antes de salir de la provincia de Córdoba, se une al Guadalquivir otro río importante: El Genil, que bajando desde Granada, le trae en sus aguas un mensaje de música y arte, Los Tangos, estilo puramente gitano, rítmico y dolido como corresponde a su raza.

Estamos llegando a Sevilla, a la izquierda la Torre del Oro, La Giralda, El Barrio de Santa Cruz, El Alcázar, y tantas bellezas más, que no puedo describir, pero sí lo hace mi amigo José María Jiménez en la letra de esta sevillana. Y a la derecha Triana, ese barrio lleno de arte, cuna del cante junto con Jerez, Utrera, Cádiz… Para este momento he reservado La Soleá, acompasada y solemne como una Semana Santa de esta tierra.

Ahora otro más popular, pero no por ello más sencillo; Los Fandangos, que en su ritmo van acompañando al Guadalquivir, como si fuera una romería, hasta llegar a las marismas de Huelva y Coto Doñana. Allí se le canta a la que es su reina, a la Blanca Paloma, a la Virgen del Rocío.

Y, por fin, Cádiz, Aqui el Flamenco se hace calle, porque el pueblo es flamenco, y no hay gaditano que no sepa hacer “Compás”, aquí todo parece fácil, porque lo hacen con naturalidad, como una forma de vivir. Para este momento, he reservado dos estilos característicos de esta tierra: El Zapateado y Las Bulerías.

Y llegamos al final, el río Guadalquivir nos dice adiós en Sanlúcar y se pierde en el océano, pero desde el horizonte se despide con un tema creado para este momento, Agua, Fuego, Tierra, Aire.

Créditos:
Segundas guitarras, Carlos Gómez, Miguel Rivera, Oscar Luis, José M. Montoya
Bailaor. Joaquín Ruiz
Percusión: Victor Monge (Junior)
Voces: Gabriel Moreno, Mariano Morillas, Media Luna.

Salir de la versión móvil