XLV Gazpacho Andaluz.

Texto y fotos: Estela Zatania

Mayte Martín, Tomasa la Macanita, Cancanilla de Marbella, Manuela Cordero, Juana Amaya, Mercedes de Morón…

XLV Gazpacho Andaluz
Sábado, 30 de julio, 2011. 2230h.
Colegio Salesianos, Morón de la Frontera

Cante: Mayte Martín, Tomasa la Macanita, Cancanilla de Marbella, Manuela Cordero. Guitarra de recital: José Antonio Santos. Baile: Cuadro flamenco de Juana Amaya, Mercedes de Morón y su grupo.

RECETA DE UN BUEN GAZPACHO:  MUCHA AFICIÓN, Y UNA MENTE ABIERTA

El mundo está lleno de tópicos.  Morón de la Frontera, ciudad de la cal, la del gallo desplumado, Diego del Gastor y un festival del tipo que muchos consideran tópico en su fondo y forma, su contenido, sus cuenquitos de barro y los artistas que se limitan a cantar y bailar a guitarra.  Y sin embargo se mueve, amigos, porque incluso a veinte euros la entrada, en el amplio patio del Colegio Salesianos difícilmente encontrabas una silla de plástico vacía.  Los festivales de este tipo existen, sencillamente, porque los aficionados así lo desean.

Y aún así, con esa multitud, el ambiente fue mucho más acogedor que la frialdad ofrecida por la plaza de toros donde, durante unos años, se había presentado el venerable Gazpacho Andaluz, este año en su cuadragésimo quinta edición.  En este rincón del mapa flamenco, la guitarra guarda un sitio de honor, y el Gazpacho Andaluz siempre empieza con un solo de guitarra, en esta ocasión, del joven José Antonio Santos del Taller de Guitarra de la Fundación Fernando Villalón, discípulo de Paco el Leri, que tocó, más que por soleá y bulerías, por Diego del Gastor, el personaje artístico que incluso cuatro décadas después de su desaparición, define el flamenco moronense.

Manuela Cordero
La Macanita & Fernando Moreno

La cantaora Manuela Cordero de Rota, que fue la primera voz de la noche, ha logrado mucho en pocos años gracias a un decir auténtico, abundantes conocimientos que despacha con buen gusto y su desbordante afición.  Con la garantía de Antonio Carrión a la guitarra, interpretó alegrías y soleá con sorprendente madurez, y un buen surtido de bulerías, entre cortas y cuplé tradicional.  La Cordero es una de las jóvenes más prometedoras del panorama actual.

Manuel Bohórquez presenta a Tomasa la Macanita recordando su aparición en la serie Rito y Geografía del Cante a la edad de cinco años que nos enamoró a todos.  Actualmente, en plena madurez artística, es la voz femenina más representativa y admirada de Jerez.  La más joven de la vieja guardia, con más arte que artisteo, dejó que sus buenos instintos le guiaran por tientos tangos, soleá y bulerías con el compás de Gregorio, Chícharo y Macano, y la guitarra de Fernando Moreno.

Si Morón es tierra de guitarra, también lo es de baile, con una impresionante ristra de figuras.  La noche de sábado, dos cuadros de baile, redondearon el programa.  Mercedes de Morón, con su esposo Agustín de la Chica a la guitarra, y las voces de Enrique de Morón y Rubio de Pruna, destacándose éste, cerró la primera parte.

Después del refrescante gazpacho, Cancanilla de Málaga, o de Marbella, según el día que lo pilles, abrió la segunda parte con su fiel acompañante, Antonio Moya, otra guitarra de lujo con aires de Diego del Gastor que no podían faltar.  Cancanilla no fue tocado por la influencia de Camarón, su cante es mairenero, su voz brillante y flamenca, y sus conocimientos correspondientemente largos en soleá y siguiriya.  Terminando por bulerías, el que en su día fuera bailaor, deleitó al público con su simpática pataíta.

Cancanilla de Málaga & Antonio Moya
Mercedes de Morón

A continuación, nuestro presentador Bohórquez lamenta la ausencia de Mayte Martín en los festivales de Andalucía.  He sido testigo de la polémica que surge cuando Mayte ha cantado en determinados lugares.  Es catalana y no es gitana, y tristemente esa combinación de circunstancias es superior a los límites de la afición de algunos.  Durante el día más de uno me había expresado el temor de que Mayte no fuera debidamente apreciada en el Gazpacho.  Pero en Morón, la sierra está cerca, y hay el gusto por un tipo de cante que se aleja del tópico “racial” y las voces rajás.  La intervención de la cantaora, intensa, discreta y comedida, con todo el aplomo y seriedad que le caracterizan, fue de muy buen nivel.  Por granaína, demostró que hay muchas maneras de “herir”, y que la suya es una exquisitez.  Con Juan Ramón Caro a la guitarra, otro maestro, cantó malagueña de Peñaranda y de Chacón, cerrando con rondeña y Frasquito; se agradece la dimensión de la afición de Mayte Martín. 

No hay alardes técnicos ni remates dramáticos, pero el público, embelesado, se pone en pie para esta catalana no gitana.  Los fandangos de Huelva fue otro regalo para los sentidos, con un surtido casi nostálgico de estilos…Santa Eulalia, Calañas, etc…con la “novedad” de cantar los versos clásicos asociados que todos conocemos.  Está bien renovar la poesía del cante, pero no vayamos a rechazar el rico acervo existente.  Anuncia cantiñas para cerrar, pero luego se decide por bulerías.  Juan Ramón Caro despacha un compás tranquilito, y la voz de miel cristalizada de Mayte termina de seducir a los presentes con cuplé bien escogido.  Surgen los primeros gritos de la noche de “¡otra, otra!”, pero la señora se retira tan discretamente como llegó.

Mayte Martín
Juana Amaya

Juana Amaya.  Actualmente la moronense más “taquillera”, si esa palabra se puede aplicar al menester jondo.  El cuadro de primera, con su hija Nazaret Reyes para abrir por siguiriyas, una fuerza de la naturaleza casi como la madre.  Paco Fernández a la guitarra,…¿será por guitarristas esta noche?…y el cante del Quini, Moi de Morón y nuevamente el interesante joven Rubio de Pruna.  Juana por soleá, con más furia que nunca, una gran bailaora en una línea que ya pocos siguen.  Fin de fiesta, y todo atadito cuando son las tres y media.    

 


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