XII Encuentros flamencos de Granada. Juan Andrés Maya, Iván Vargas, art. inv. Miguel Poveda

Texto y Fotos: Antonio Conde

Resumen: XII Encuentros flamencos de Granada. Juan Andrés Maya, Iván Vargas, art. inv. Miguel Poveda

XII ENCUENTROS FLAMENCOS
JUAN ANDRES MAYA, IVÁN VARGAS.
Artista Invitado: MIGUEL POVEDA

7 de diciembre 2011
Granada. Teatro Isabel la Católica

 Penúltima noche dedicada al flamenco en la XII edición de los Encuentros flamencos de Granada y última dedicada al baile. El cierre vino con un certamen de coros rocieros y un concierto de fusión andalusí.

A diferencia de las ediciones anteriores, al menos de las últimas dos, Juan Andrés Maya ha sabido reinventarse y poner el teatro bocabajo siguiendo el mismo criterio que años atrás, esto es, tener colaboraciones de renombre y compartir cartel con otros artistas. Si el año pasado no tuvo el éxito esperado cuando recurrió a Antonio Canales como tirón mediático y artístico, este año ha sabido rodearse bien para llenar hasta la bandera un teatro que no siempre ha tenido ocupadas sus butacas. Y lo curioso es que a Juan Andrés no le hace falta. Tiene un público fiel en la ciudad de la Alhambra, lo que le hace estar en una posición de honor en el flamenco de la ciudad. Esto no quita que estas colaboraciones no sean buenas en cuanto al contenido artístico. Ojo.

El escenario volvió a ser visitado por el mismo elenco artístico de la noche anterior, salvo alguna excepción de honor. La voz de Curro Albaicín y la de Miguel Poveda dieron al programa un cambio sustancial. Dado que el día anterior la estampa de los Maya fue la misma, el cante del mediático Miguel Poveda y la poesía de Curro otorgaron matices sobradamente diferentes que lo hicieron distinto. 

Hasta la aparición del badalonés, el guión fue similar. Inicio por seguiriyas de los dos bailaores acompañados de violín y cante en el centro del escenario custodiados por un haz de luz.

Alegrias de Iván Vargas, enérgico, portentoso en la ejecución y con un braceo particular.

La aparición de Curro Albaicín fue inesperada. Recitó un poema de amor de Rafael de León, seguida de su cante por soleá. A partir de aquí y de la presencia de Miguel en el escenario, el público se vino arriba cuando entonó granaínas y tientos tangos con las guitarras de Paco Iglesias y Pepe Maya.

Resulta extraño ver al catalán en la posición de cantar al baile, pero así fue. Entonó una soleá lenta para que Juan Andrés la danzara, eso sí, brevemente, porque enseguida entró en la dinámica de la bulería y con ella se quedó el resto del espectáculo. Su slogan fue el mismo: continuos desplantes, más y más remates, en una particular forma de arrancar y ‘excitar’ al público que domina a la perfección.

Después de las palabras de agradecimiento a los colaboradores por parte del bailaor, el cantaor catalán le regaló un fragmento por bulerías de ‘Ojos verdes’ al excéntrico bailaor del Albaicín que en esta edición, ha dado con la tecla de promover acertadamente los encuentros flamencos de este año.


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