`Suite´ Belén Maya y Olga Pericet Jueves Flamencos Cajasol

Texto: Gonzalo Montaño Peña.
Galería fotográfica: Remedios Malvarez.

Resumen: `Suite´ Belén Maya y Olga Pericet Jueves Flamencos Cajasol

Jueves Flamencos Cajasol
`Suite´ Belén Maya y Olga Pericet
Jueves 15 de Abril de 2010.
Sala Joaquín Turina, Sevilla.

 

Ficha Técnica: Baile: Belén Maya, Olga Pericet; Cante: Jesús Corbacho, Miguel Ortega, Miguel “El Picúo”; Guitarras: Javier Patino, Antonia Jiménez.

El concepto de Suite hace alusión a una pieza que comprende varios movimientos orquestales bailables dentro de una obra. Esta forma musical la usan Belén Maya y Olga Pericet para que dentro de una misma obra en este caso flamenca se intercalen cantes y bailes dentro de un discurso estético y musical que busca la modernidad sin olvidar la base y que en el que domina la técnica, pero pretendiendo decir algo con ella.

Al igual que en la Suite Barroca, esta obra comienza con un preludio instrumental a cargo de Javier Patino donde el músico muestra su guitarra de sonido limpio y dentro de unos cánones clásicos de buen gusto. La voz de Jesús Corbacho recrea el cante fielmente sacando los bonitos graves que su garganta tiene. En este momento sale Belén. El entorno escénico sobrio, oscuro y ella plateada. Ella en si misma es una suite de conceptos que ha sabido aunar dentro de un baile muy flamenco.

A partir de este momento la bailaora muestra su dominio de la expresión corporal, hablando continuamente con todo el cuerpo, pies, brazos, codos, muñecas todo se muestra en movimiento, pero siempre dentro del contexto. Pero lo mejor de este discurso no es sólo lo que dice sino también lo que calla. Este uno de los puntos que más me gusta de ella, el uso que hace de los silencios. El silencio puede ser entendido como la muerte, el final. Ella muestra que el silencio tiene música, se puede bailar, ella lo domina como bien demostró en la Siguiriya.

El baile por Tangos, que es uno de los puntos fuertes de esta bailaora, saca toda su vertiente étnica y gitana. Granada con todo su albaicín salen al escenario con movimientos acompasados que marcan el cante y que en esta ocasión nos muestra detalles de una faceta casi cómica que a la que no nos tiene acostumbrados esta artista.

Los arreglos musicales no son complicados pero te meten dentro del ambiente que nos lleva al cante por Verdiales, para que Olga Pericet saque su sombrero de flores fiestero y la bata de cola. La verdad que la participación de esta bailaora en el espectáculo es un tanto escasa pero te deja un muy buen sabor de boca, tanto en los verdiales con el remate por fandangos de Toronjo a los que supo imprimirles fuerza y ritmo con las castañuelas y sus movimientos que llenaban todo el escenario, como también en el baile a dúo con Belén en el cual, si bien se notaba su supeditación a ésta, definieron con gran elegancia, dominio de la estética y simetría.

En general asistimos a una gran demostración de talento, de inteligente uso de la técnica y de los recursos expresivos y plásticos de uno de los nombres mas importantes del baile actual como es el de Belén Maya y de uno de los que muy seguramente lo será dentro de muy poco, Olga Pericet. El cante estuvo correcto, no emocionante, pero dentro del contexto y al servicio del baile, las guitarras también supieron adoptar su posición dejando detalles armónicos reseñables.


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