Santas de Zurbarán: Persuasión y Devoción – Eva Yerbabuena

Texto: Ernesto Novales
Fotos: Fernando Ruso

Las Santas de Eva

 

Cía. Eva Yerbabuena. Baile, idea, coreografía y dirección: Eva Yerbabuena. Baile: Úrsula López, Tamara López, Leonor Leal, Gemma Morado, Vanesa Aibar, Verónica Llavero, Mercedes de Córdoba, Lorena Franco, María Moreno, Myr Garrido, Eduardo Guerrero, Moisés Navarro. Músicos: Paco Jarana, José Valencia, Antonio Coronel, Rocío de Frutos, Fernanda Teixeira, Guillermo Peñalver, Juan Carlos Rivera, Alejandro Casado. Textos: Horacio García. Lugar: Convento de Santa Clara. Fecha: Del 25 al 28 de abril. Aforo: Lleno.

'Santas de Zurbarán: Persuasión y Devoción' es la gran apuesta cultural de la temporada del Ayuntamiento de Sevilla, una iniciativa que destaca especialmente en medio del actual contexto de recortes y agonía que vive el sector cultural de la ciudad. Se trata de una muestra expositiva sobre las pinturas de las Santas vírgenes que realizó el artista de Fuente de Cantos. Los trajes de estas mujeres ideados por Zurbarán sirven de inspiración a una serie de modistos del panorama nacional, quienes han creado una serie de diseños que complementan la muestra.

Dentro de este proyecto se enmarca de la propuesta presentada por Eva la Yerbabuena en el Espacio Santa Clara de Sevilla. Conviene aclararlo para que el público tenga claro a qué va a asistir y no se lleve un desengaño. Para nada se trata de un espectáculo al uso, ni de flamenco ni de danza. 'Persuasión y Devoción' es un encargo del Ayuntamiento para abrir la muestra 'Santas de Zurbarán', cuyo último fin es sumergir al espectador en el universo del pintor y de su época (s. XVII) mediante la música barroca, los diseños de los trajes de las Santas y, por supuesto, las coreografías de la Yerbabuena.

En el mágico enclave del claustro de Santa Clara -antiguo convento y hoy nuevo espacio cultural de la ciudad inaugurado la pasada Bienal de Flamenco- el diseño de la escena ya advierte al asistente de que lo que va a ver tiene tanto de desfile de moda como de propuesta escénica: una enorme pasarela en forma de una cruz griega atraviesa todo el patio. Sobre ella van desfilando las Santas interpretadas por una decena de bailarinas.

El repertorio musical, en su mayoría del compositor Henry Purcell, lo ejecutan con la acostumbrada maestría los solistas de la Orquesta Barroca de Sevilla -soprano, clave, flautas y tiorba-. Su interpretación historicista contrasta con la revisión contemporánea que los diseñadores realizan de los trajes pintados por Zurbarán, algunos de lo más originales.

Con estos mimbres, Eva Yerbabuena indaga en las pasiones de las Santas. Unas pasiones que por supuesto van de la persuasión a la devoción, pasando en el camino por otros estados como la penitencia, el deseo, la soledad, la rebeldía o la abnegación. Se trata en definitiva de una proyección de la propia creadora sobre la simbología de estas mujeres.

Para dar vida a estas visiones, Eva traza coreografía marcadas por la sutileza, la sugerencia. La fuerza expresiva del flamenco queda, salvo en contadas excepciones, excluída de la propuesta. Las artistas se liman y los movimientos se hacen romos, fluidos. Unos recursos que toma de su vertiente más contemporánea y que ya ha explorado en anteriores trabajos.

La obra la cierra la propia bailaora interpretando a Santa Casilda con un espectacular traje de Elio Berhanyer. Tras una primera parte de de lo más evocadora y recogida, Eva saca toda su fuerza dramática al pasar del barroco al flamenco, en la portentosa saeta que José Valencia le canta para que muestre la bestia que lleva dentro.

 


 

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