Rocío Márquez – Emociones y conceptos

Rocío Márquez

Rocío Márquez

José Manuel Gómez GUFI

Fotos: David Mudarra

Suma Flamenca. Teatro Pavón Kamikaze.
Rocío Márquez, Cante. Proyecto Lorca, toque. Daniel Borrego Marente, piano. Juan M Jiménez, saxos. Antonio Moreno, marimba, batería, percusiones

Los músicos contemporáneos se empeñan en tocar sus instrumentos del revés. Sale Rocío cantando una nana y el pianista rasca con un cuerda desde el interior de instrumento mientras que el percusionista toca la marimba tamaño fetén con la parte que no debe. Es decir no usa la maza, usa el extremo del palo. El saxofonista también toca raro; aún no ha llegado a tocar su instrumento de revés, pero se pasará la velada buscando armónicos en los saxos.

Los contemporáneos son así: conceptuales, raros y sorprendentes y nos han dejado el siglo XX con algunos hallazgos y unos cuantos dolores de cabeza (a elegir). Nos cuenta Rocío que conoció al Proyecto Lorca cuando vio a Israel Galván en “Flaco.Men” y se llevó al trío al teatro Real para un encargo sobre las canciones populares de Federico García Lorca. Rocío ha incluido esa grabación en directo en su disco “Firmamento” que es lo que presenta en el espectáculo. 

Uno de los mitos recurrentes sobre la música clásica es que las partituras son inmutables y todos los músicos de ese tipo de formación saben que hay miles de maneras de tocar bien una partitura (una por músico). Así que invito a los contemporáneos a publicar sus partituras llenas de dibujitos en las que aparecen dibujados la cuerda que rasca dentro del piano, la maza del revés y las búsquedas y hallazgos que encuentran estos músicos cuando ponen su instrumento boca abajo. Aquí les recuerdo a los flamencos contemporáneos que Israel Galván baila una partitura en blanco en “Flaco.Men”

 

Pero bueno ¿quién es el guitarrista? 

Rocío Márquez canta flamenco, de eso no hay ninguna duda y nuestros mayores se preguntan: ¿Quién es el guitarrista? O dicho de otra manera: ¿quién hace las funciones del tocaor?

Aquí es donde tenemos que recomendar que se compren el disco porque los asuntos conceptuales son más de pensar que de sentir y frente a los que piensan que el músculo de sentir es el corazón, podemos asegurar que el cerebro es el sitio donde el corazón pasa consulta.

Sea como fuere el disco suena fetén en lo sensorial (producción de Refree) y para la cosa de pensar e instruirse conviene leerse el libreto (aparato de Pedro G: Romero) aunque no es imprescindible.

¿Y en el teatro? ¿funciona o no funciona? 

Sí que funciona pero hay un largo trecho por caminar, es decir… se ve un paisaje espléndido pero necesita encajar en directo, perder el miedo a que el respetable salga del teatro con ganas de quemar iglesias o museos (dicho con todo el respeto a los artistas, al “Guernica”, a la catedral de Burgos y al resto). 

De momento hay precisión en la obra grabada, ahora toca llevarla al éxtasis (con permiso de Santa Teresa y sus viajes psicotrópicos). 

El público del teatro Pavón Kamikaze mostró su entusiasmo ante la propuesta. Hubo dedicatorias de género a las letras de Isabel Escudero (que no llegó a ver el disco publicado) y a Christina Rosenvinge y Maria Salgado. Rocío no cuenta sus letras, no sea que la acusen de escribir bien. Dejaron para el final los “Sones de Asturias” y el “Anda Jaleo” lorquiano que sonaron en el camino al infinito. 

 


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