¿QUIÉN TEME AL PERRATE FEROZ?

Perrate - Festival Periferias

Perrate - Festival Periferias

El festival Periferias de Huesca se ha dedicado a la creación gitana 

Fotos: Álvaro Calvo/Periferias 

Se ha celebrado el festival Periferias que este año ha dedicado a la cultura gitana. Luis Escudero cabeza visible de la oficina norteflamenco se pregunta ¿Por qué no hay un festival gitano en España? ¡Ejem! Varios debates después… concluimos en que los festivales de flamenco aún no han conseguido representar la complejidad de las músicas de inspiración gitana como el jazz “manouche”, la rumba catalana, la música balcánica, el rap gitano, la rumba eléctrica, el gipsy rock de Las Grecas y el rock gitano de Pata Negra ¿existe el gipsy jazz? la nueva música urbana y gitana, etc, etc. De hecho la mayoría de los festivales flamencos tienden a refugiarse en la ortodoxia del flamenco clásico para obviar el resto de las músicas gitanas. 

La música española y su industria ha ejercido un racismo feroz hacia lo gitano hasta el día de hoy. Django Reinhart tocó  en Barcelona, en los años 30 el promotor huyó con el dinero y al guitarrista belga le vieron compartiendo su música debajo de un puente. La guerra civil provocó el exilio (por razones económicas) de Carmen Amaya y Sabicas. El flamenco se reorganizó en torno a Antonio Mairena y su autodefensa del flamenco como creación gitano-andaluza. En los sesenta llegaron Peret, Pesca, Bambino y un batallón de rumberos que salían en la tele en blanco y negro derrochando salero. La siguiente generación salió mucho menos en la tele. Hay documentos impagables (los Amaya) y cuando llegaron los Chichos, Las Grecas, Los Chorbos y los Chunguitos se olvidaron de los directos, todo era croma y playback made in Valerio Lazarov, mientras el magistral programa “Rito y geografia del cante” imponía los límites estrictos del flamenco.

PERRATE Y DIEGO DEL GASTOR

Creo que he descubierto el nacimiento del nuevo flamenco (al menos por la parte simbólica) y debemos situarlo en el capítulo de “Rito y geografía del cante” protagonizado por Perrate de Utrera. 

-¿Eres uno de los niños que aparece entre tu padre y Diego del Gastor?

-Claro -me contó un día Tomás- yo llegaba del colegio y vi mucho barullo, me dijeron: “están los de la tele” y me puse al lado de mi padre pensando que me quitarían de ahí pero no me quitaron.

El documento resultante es una obra maestra de la flamencología Perrate cantando con la profundidad y la belleza de los maestros con un Diego del Gastor que parece que siempre toca por el placer de tocar. En medio de esos misterios y todos los enigmas de la historia del flamenco Tomás, que parece muy interesado por el arte del tocaor también parece cansado por el trajín, el colegio, el rodaje y… bosteza de cansancio o de aburrimiento. 

Ustedes vosotros ya sabrán interpretarlo.

50 AÑOS DESPUÉS PERRATE… Y ZA!

Ha pasado medio siglo y Tomás de Perrate ha tomado el apodo de su padre. Perrate. Punto. Ahora el cantaor tiene tiene, al menos, cuatro proyectos distintos con distinto repertorio, proyectos que van de la renovación a la revolución. Aún me falta por ver “3 Golpes” que espero disfrutar en el inminente festival del café Berlín. 

Estoy en el palacio de Congresos de Huesca y me encuentro con Luis Lles en primera fila, el creador del festival Periferias (hoy jubilado) me cuenta que ha programado varias veces al grupo Za! en el festival y que son fantásticos. Imaginen que, en lugar de Diego del Gastor y su padre, Tomás está entre dos músicos experimentales que bordean el hardcore y el free-jazz y que su música te da una patada en el culo y te pone a levitar fuera de órbita.

Perrate se sitúa entre estos monstruos y canta pregones y seguiriyas y el guitarrista tapa con un volumen atronador el cante de Tomás, después del concierto, en camerinos, Tomás le recuerda el momento, el guitarrista se disculpa sin que la sangre llegue al río “es que me animo”. Parece que se llevan bien y que se dejan dominar por un laberinto de pasiones desatadas. Tomás canta y toca percusiones y eso  me recuerda que Perrate comenzó en la música como batería y que su padre jamás le escuchó cantar.

El resto del programa del festival se desdibuja. Por la tarde la cantante balcánica gitana Marcela había actuado en el teatro, mientras que la abigarrada programación de la sala multiusos con el público de pié hubiera podido servir para tres jornadas muy interesantes. La programación resultaba un exceso y solo contaba con un artista gitano: Perrate.

Mariola Membrives presentó su disco “La babilonia” una monumental colección de canciones que llevan la intimidad a la electrónica, después más experimentos con Crudo Pimiento, el jazz jondo de Esther Weeks, el mencionado pelotazo de Perrate y Za! y el Niño de Elche con un resumen de los shows que ha presentado en el Sonar y aquello fue como comparar a dios con un gitano; en este caso dios es laico y gitano.

PROGRAMA, PROGRAMA, PROGRAMA 

La Fundación Secretariado Gitano presentó las exposiciones Culturas para compartir, la campaña Lección gitana, “Caló,jugamos con las palabras” junto a exposiciones como Lugares Comunes o Historia del Pueblo Gitano y la del autor del cartel: Derek Van Del Bulcke. Conferencias y libros protagonizados por la abogada Pastora Filigrana, José Sánchez Jiménez y el sociólogo Nicolás Jiménez. Un homenaje al director de cine Tony Gatlif. En teatro y Danza: “cuentos con sabor a Luna”, “Donde Silvan los vientos”, “Yo no soy tu gitana” de Teatro del Barrio y Agueda Saavedra. Y en el apartado musical Dj Pedro Asin, la fusión rap-flamenca de Furelguti y Fragua Flamenca, el cantaor y pianista Diego Amador y Gancho Drom. 

Los gitanos de Huesca tuvieron ciclo propio con Aire Giménez; Raúl Giménez y José María Jiménez, Pampran and the Rumbers, los legendarios Chanela y la mencionada Gala titulada “Algo más que flamenco” en la que el firmante ejerció de dj con dos sesiones tituladas “Gipsy Power”. En definitiva un festival denso que podía haber durado un mes, o todo el año. Así se demuestra que merece la pena hacer un festival en torno a la cultura gitana.

Galeria fotográfica: Álvaro Calvo/Periferias

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