Miguel Poveda, presentación COPLAS DEL QUERER en Sevilla

Resumen: Miguel Poveda, presentación COPLAS DEL QUERER en Sevilla

Presentación de
“Coplas del Querer”
de Miguel Poveda.

9 y 10 de junio
Teatro Lope de Vega (Sevilla)


Texto: Gonzalo Peña
Fotos: © Maxi del Campo

Ficha artística: Voz: Miguel Poveda; Piano: Joan Albert Amargós; Guitarra: Juan Gómez Chicuelo; Violín: Olvido Lanza; Contrabajo: Horacio Fumero; Trompeta: Julián Sánchez; Batería: Antonio Coronel; Percusiones: Paquito González; Palmas: Luís Cantarote y Carlos Grilo.

El cantaor Miguel Poveda presentó su último disco “Coplas del querer” en el Teatro Lope de Vega de Sevilla. Un disco doble para el cual se ha puesto en manos del compositor y arreglista Joan Albert Amargós y  con el que han querido hacer un homenaje a la copla española, música que marcó fuertemente a Miguel durante su niñez.

La fórmula es la siguiente: un cantaor con grandes capacidades, arreglos modernos que se mueven entre el jazz y el tango argentino, músicos de primer nivel y sobre todo unas canciones que todos conocemos porque forman parte de nuestra cultura y si encima Almodóvar te apoya e incluye una de tus canciones en su última película, el éxito está más que asegurado. Así, no es de extrañar que no hubiera entradas para ninguno de las dos noches en las que se presentó el disco en Sevilla.

Es innegable la relación que existe entre la copla y el flamenco, no hay más que oír la cantidad de recursos flamencos que se usan en la copla, maneras de modular, formas de expresión…, que vienen de las incursiones que artistas de ambos estilos han hecho en estos géneros para enriquecer mutuamente y acercar estilos. De este modo Miguel Poveda no es el primer cantaor, ni sin duda el último que rescate clásicos de la copla para ponerles su punto flamenco. Antes que él grandes de la talla de Caracol, Farina, Paquera de Jerez, Gaspar de Utrera, Fernanda y Bernarda… también la cantaron mostrando su debilidad por esta música que reúne música, poesía e incluso la visión de la vida de casi un siglo de historia de este país.

Con una estética tanto personal como escénica muy cuidada el concierto estuvo dividido en tres partes. En la primera el cantaor se rodeo de una formación de piano, violín, trompeta, batería y contrabajo que le daban un sonido muy actual a los temas, el cantaor de pie en el centro agarrado al micrófono y representando lo que de su boca salía. 

Su facilidad para cantar copla es grande, pero carece de esa magia en la representación que tuvieron sus antecesores y que le aportaban una grandeza escénica arrolladora, me refiero a la forma de hacer “la bien pagá” de Miguel de Molina o la manera de moverse por el escenario que tenían Caracol, Juana Reina… aunque este cantaor sabe optimizar sus recursos y ganarse al público tocando la fibra sensible a los presentes con dedicaciones a su madre o con algún chiste espontáneo.

En la segunda parte el elenco se quedo reducido a formación flamenca con guitarra y palmas, cajón y Miguel sentado en una silla para aflamencar un poco más estas composiciones, en esta tesitura Poveda se encuentra a sus anchas y saca su sentido rítmico en Tarantas, Granaínas, Tientos y unas Bulerías (tres puñales) con las que puso al público en píe ganándose una gran ovación.

En la tercera parte vuelven el resto de instrumentos para rematar la faena que parece que va concluir con al menos dos orejas, el público parece reclamarlo  con continuos “olés” y “viva la madre que te parió”  que del patio de butaca surgen.

No queda la menor duda de que Miguel Poveda dentro del panorama actual flamenco es uno de los más requeridos. Sus producciones tienen caché y sabe rodearse de gente de calidad. Es un profesional del cante y tiene además la suerte de haber conectado con el público que no es asiduo de esta música. Mi pregunta es la siguiente ¿conseguirá que esta gente se enganche a sus propuestas flamencas, o será simplemente una moda?.


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