Jesús Carmona saca músculo en el Corral de la Morería

Jesús Carmona "Camino"

Jesús Carmona "Camino"

Texto: Sara Arguijo

Fotos: Paco Manzano

El bailaor se hace fuerte en el mítico tablao madrileño con su baile elegante y el arropo de un cuadro que va a una.

Ficha artística. Nombre: Camino Baile: Jesús Carmona, Anabel Moreno, Vanesa Coloma y Estela Alonso Guitarra: Víctor ‘El Tomate’ y Dani Jurado Cante: Juan José Amador ‘El Perre’, Juañarito y Jesús Flores. Artista invitada: Mara Rey Lugar: Corral de la Morería, Madrid. Fecha: 18 de enero de 2017 Aforo: Lleno

 

Quienes hemos seguido a Jesús Carmona en sus espectáculos hemos visto siempre en él a un bailaor inteligente, disciplinado, elegante, con infinitos recursos y con grandes posibilidades para crear. Por eso, cuando anoche cerraba los ojos sobre las tablas del Corral de la Morería sentimos que estaba en realidad evocando todo un universo propio entre sus párpados. Y cuando se le escapaban solas las sonrisas a nosotros desde abajo se nos contagiaban las ganas de acompañarle en ese ‘Camino’ que lo ha traído aquí hasta el 13 de febrero. Hasta el punto que al acabar la función algunos espectadores subieron al escenario como si pisándolo pudieran apresar lo que esconde un zapateado.

Porque, por más vueltas que le demos, lo más bonito del arte es su capacidad para expresar y removernos de la silla aunque sea por una milésima de segundo. Algo que Carmona consigue con naturalidad mostrándose con una libertad y una certeza que es más difícil de percibir en los teatros en los que el catalán también y -tan bien- se maneja.

De algún modo, en este mítico y acogedor tablao que procura cada noche que quien acude se sienta como en casa, el bailaor saca músculo reflejando en sus cuádriceps el ahínco que le pone al baile. Haciéndose fuerte en su baile lento, en su cuerpo erguido, en sus giros infinitos, en su pose elegante, en sus brazos perfectos. Y, sobre todo, en la complicidad de un cuadro que se arropa entre sí, se jalea y se protege con una hermandad que cada vez se olvida más a menudo en las grandes propuestas. ¡Qué alegría ver todos a una!

Es cierto que por las dimensiones del escenario, la fuerza escénica del propio Carmona y de la cantaora jerezana Mara Rey, que se metió al público en el bolsillo con su racial interpretación del bolero Corazón Loco, quizás no hubiera hecho falta un plantel de cuatro cantaores, dos guitarras y cuatro bailaores. De hecho, se agradeció especialmente el papel de Estela Alonso, bailaora del Ballet Nacional de España y una de las intérpretes más brillantes de Escuela Bolera y Clásico Español, que puso el punto de dulzura y sirvió de respiro para algunos momentos en los que se pecó de excesivo arrebato.

En cualquier caso, si están o pasan por Madrid no duden en consumir este espectáculo que encontrarán en sus mesas a modo de menú. Porque aquí hay flamenco, hay verdad y hay pasión. Y además hay un bailaor con talento y con futuro.

Video:

 

 

Fotografías (LiveMusicMadrid.com):


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