Homenaje a Sabicas. Gerardo Núñez – Carmen Cortés – Miguel Ochando – Javier Conde

Homenaje a Sabicas

Lunes, 10 de diciembre, 2007.
Teatro de la Maestranza, Sevilla.

Guitarra: Gerardo Núñez. Baile: Carmen Cortés. Cante: Jesús Méndez. Guitarra flamenca: Miguel Ochando y Javier Conde. Percusión: Ángel Sanchez, “Cepillo”.

Texto: Juan Diego Martín Cabeza

Agustín Castellón Campos, Sabicas (Pamplona 1907?- Nueva York 1990) se merece un homenaje… aunque no esté clara todavía la fecha de su nacimiento y, por lo tanto, no podamos saber si nació efectivamente en 1907 (según su DNI); o 1910, o 1912, como escriben algunos biógrafos. De hecho, creo que deberíamos dejar de una vez de “obligarnos” a los homenajes conmemorativos forzosos y forzados que son cada vez más habituales.

Ante las conmemoraciones, debemos proponer los recuerdos, las reivindicaciones, y el justo reconocimiento a artistas que aportaron, y que siguen aportando aunque lo “moderno” sea esperar a que pasen cien años para reconocérselo. Otra cosa es que el homenaje tenga carencias, y éste las tuvo. Se echó en falta un programa de mano algo más detallado y una puesta en escena con alguna referencia al homenajeado. Parece ser que algún problema en el teatro de la Maestranza impidió proyectar unas imágenes que hubieran dado un poco de calidez a la noche (ya de por sí fría)…


Sabicas (foto: Paco Manzano – Exposición Caballeros Flamencos)

Pensamos que Gerardo Núñez es el indicado para este homenaje, para la reivindicación de un maestro, como dijo en sus palabras iniciales. Porque Gerardo, de alguna manera, es fiel representante de la filosofía de Sabicas. Una filosofía que consiste en aportar siempre algo propio a la guitarra, dotar las composiciones de un sello, de un alma, de un ángel, en el que se te reconozca… Gerardo Núñez es uno de esos guitarristas de guitarristas, admirado a partes iguales por la afición y sus compañeros. En su concierto, en su homenaje, se hizo acompañar por dos intérpretes importantes de la música del maestro pamplonica: Por un lado Javier Conde, y por otro Miguel Ochando.


Gerardo Núñez (foto: DeFlamenco.com)

Comenzó Núñez con una composición propia por sevillanas donde, como es habitual en él, lo barroco y lo simple se entremezclan con una facilidad pasmosa… luego presentó a Javier Conde y Miguel Ochando. El joven guitarrista cacereño hizo la Malagueña, el Zapateado y los Sitios de Zaragoza con la solvencia a la que nos tiene acostumbrados. Javier va ganando en fuerza con los años y es, por derecho propio, un intérprete fundamental de los clásicos de la guitarra flamenca en España. Con Ochando asistimos a un toque más calido y pausado que el de Conde (que tiene el vigor interpretativo lógico de un joven de dieciocho años). Hizo la Granaína de Sabicas con un sentimiento personal, interiorizándola, haciéndola suya; y remató con alegrías y seguiriyas… después salió de nuevo Gerardo. Núñez, el guitarrista de Jerez, nos dio otra vuelta de tuerca. Su homenaje fue su homenaje desde la guitarra. Desde SU guitarra. Tocó Yerma, y la soleá de la luna coja… Son composiciones excelentes. No nos da pereza el volver a escucharlas por más que lo hayamos hecho en otros escenarios de la ciudad. El recital estaba siendo un viaje desde la interpretación pura del homenajeado a la creatividad de hoy.


Javier Conde (foto: MEF)

La presencia del joven cantaor Jesús Méndez fue quizá de lo mejor de la noche. Cantó solo en el escenario (el inmenso escenario del Maestranza), y lo llenó con su Romance y Toná. Apenas tres minutos de cante para preparar el momento de baile con la presencia de todos los artistas. Carmen Cortés bailó por soleá magistralmente. Sin alargarse. Dio una pincelada certera, como la de Méndez. Ambos supieron mantenerse en un exquisito segundo plano deleitando al público con el detalle, el momento, el tiempo bien aprovechado… En el fin de fiesta un recuerdo para La Paquera por bulerías de su sobrino Méndez digno de ser también reseñado.

El espectáculo en fin, debería haber estado un poco más pulido en el detalle. Pero no deja de ser loable el recuerdo, no importa cuándo ni por qué, a los grandes maestros…


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