Festival de Jerez: Melchora Ortega / Jesús Carmona

Texto: Estela Zatania
Fotos: Ana Palma

martes, 5 de marzo, 2013. Jerez de la Frontera

Especial XVII Festival de Jerez – Toda la información

Jornada tranquila para un martes lluvioso en el Festival de Jerez.  Anoche descansamos del Teatro Villamarta, pero había dos actuaciones interesantísimas en otros dos escenarios.

Melchora Ortega
Palacio de Villavicencio. 19.00h 

Si el histórico mercado municipal de La Unión es la “catedral” del cante, bien podría decirse que el íntimo salón del Palacio Villavicencio de Jerez es la capilla.  Cada año es el espacio reservado para los recitales acústicos, es decir, sin amplificación, de cantaores de diversos lugares, generaciones y tendencias.  Podría incluso divorciarse del evento principal y convertirse en el festival de cante que Jerez se merece.

En estos días recientes, hemos visto un espléndido abanico de cantaores y guitarristas.  Anoche le tocó el turno a la bellísima jerezana, Melchora Ortega.  A las siete en punto, desde la entrada del salón, entró cantando tonás, envuelta en un gran mantón de manila, llenando el acogedor espacio con el dulce sonido de su voz.  Abrió con un surtido de tangos con la guitarra de Juani de la Isla que nos sorprendió a todos con su capacidad y su prodigioso pulgar, y las palmas de Diego Montoya y Miguel Cantarote.  A continuación, Melchora exploró las posibilidades por soleá con una diversidad de estilos dando fe de su carácter estudioso. Por siguiriyas hubo buenos momentos, y unos fandangos con la brillantez de la guitarra al 5 por medio provocaron 'oles'.

La señora se quitó el mantón para soltar toda su energía por bulerías, con baile incluido, y así quedó el recital, cortito pero redondo.

 


 

JESUS CARMONA “CUNA NEGRA Y BLANCA”
Sala Compañía, 2100h

Baile y coreografía: Jesús Carmona, Lucía Campillo, Esther Esteban. Cante: Jesús Corbacho, José y Maka Ibañez (Makarines). Guitarra: Óscar Lago. Violín: Thomas Potiron. Percusión: Kike Terrón. Música: Paco Cruz, Daniel Jurado, José Ibañez.

En la Sala Compañía estamos acostumbrados a ver obras de relativa sencillez, realizadas con recursos limitados y sin grandes pretensiones.  Anoche en cambio, “Cuna negra y blanca”, estrenada en la última Bienal de Flamenco de Sevilla, podía haberse presentado con entidad propia en cualquier teatro grande.

La obra tiene todo: la voz en off y misteriosos sonidos al comienzo, un libreto conceptual, iluminación de diseño, un reparto artístico de nueve personas altamente capacitadas y lo más sorprendente…un descanso a la mitad.

El joven protagonista y coreógrafo catalán, Jesús Carmona, fue merecedor del primer premio de baile del  concurso de La Unión del 2012.  La misma estética negra empleada por casi todas las compañías ahora, es aliviada en la segunda parte por una blanca, un auténtico lujo poder ver los movimientos de los bailaores con absoluta claridad.  Hay otros toques originales, tanto coreográficos como escenográficos, además del cante de Jesús Corbacho y coros sedosos de los Makarines que dan un aire contemporáneo.  

La ambiciosa obra de hora y media incluye fandangos de Huelva, taranto, soleá, tangos o bulería romanceada entre otras cosas abiertamente fantasiosas.  La bailaora hace buen uso de un mantón grande, accesorio en plena etapa de recuperación después de años de desuso, y por esto podemos dar las gracias a señoras del baile como Blanca del Rey o Milagros Mengíbar. 


 

 

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