FESTIVAL DE FLAMENCO DE NIMES Mayte Martín /Flamencas de Extremadura

Mayte Martin - Festival de Nimes

Mayte Martin - Festival de Nimes

Texto: Estela Zatania
Fotos: Jean Louis Duzert

Mayte Martín «Por los muertos del cante»
Flamencas de Extremadura «Por Derecho»
Martes, 19 de enero, 2015. Nimes (Francia)

Programa Festival de Nimes

VOCES FEMENINAS PROTAGONIZAN EL MARTES EN EL FESTIVAL DE NIMES

Cante: Mayte Martín. Guitarra: Juan Ramón Caro, José Luis Montón. Percusión: Chico Fargas.

Cuando el preciosismo no empalaga

El martes en el Festival de Nimes, dos actuaciones de gran interés fueron protagonizadas por mujeres; afortunadamente, ya no vivimos aquella época en la que estaba mal visto que una mujer decente cantara o bailara fuera del entorno familiar más inmediato.

En primer lugar, Mayte Martín dio un recital de cante en el Teatro Bernadette Lafont.  Mayte es figura consagrada desde hace muchos años, ahora más popular que nunca desde que las voces blancas vuelven a estar de moda.  Ni voz «racial» ni «rajá», ni falta que le hace, porque la cantaora ha encontrado su propio camino hacia la jondura del flamenco.  Exquisitez en el decir, afinación infalible,, delicadeza, sensibilidad y una sincera afición que reluce en todo lo que hace.  No se conforma con el repertorio estrictamente clásico, pero tampoco se aleja del flamenco.

Esta necesidad de encontrarse a sí misma a través del flamenco es lo que motiva «Por los muertos del cante», un homenaje a los grandes cantaores desaparecidos que «me dieron la materia prima para expresar lo que siento», como explicó la artista.  

Abre con campanilleros, versión la Niña de la Puebla, con un preciosismo que no empalaga gracias al buen gusto e inteligencia de Mayte.  A continuación, «La Tana» de Carmen Amaya, una especie de canción fantasía agitanada azambrada que los guitarristas, Juan Ramón Caro y José Luis Montón, ambos brillantes a lo largo del recital, decoran «a lo moro» sin miramientos.  Una melodía que la cantaora dice haber escuchado en México, y que ella describe como «la petenera mexicana», es una petenera al uso, pasada por el prisma cerebral de Mayte.

Hace pocas décadas, los tientos se remataban con una breve coletilla por tangos, pero hoy en día la costumbre es de relegar aquéllos a preludio de tangos en una configuración que se llama «tientos tangos», una forma que Mayte emplea para recordar, según afirma, a Torre, Pastora, el Cojo de Málaga, La Repompa y Joselero, y también suena algo de Camarón.  Reina la misma dulzura comedida que en los cantes anteriores…y posteriores…porque si hubiera que criticar algo en este recital, en mi opinión, es la insistente uniformidad de las formas y el registro.  Hace muchos años cuando Mayte estaba empezando, y se dedicaba a cantar para baile, tenía un decir más flamenco y directo, menos adornado.  Algún cante en aquella línea, que ella domina a la perfección, hubiera quedado de contraste ideal para realzar los demás.

Después de una guajira recordando a Valderrama, Mayte interpreta una excelente serie de cuplé clásico por bulerías donde Juan Ramón Caro ofrece la novedad de la famosa falseta de Diego del Gastor modulada al tono menor, provocando algún que otro «¡ole!».  Mayte deja deslizar su voz de miel cristalizada por liviana y serrana a paso ligero y tocadas por medio, sin estridencias, ligándolas a bambera y el fandango de Frasquito Yerbabuena, así dando una lección magistral en la maleabilidad del compás del cante.

A continuación, una tanda de fandangos personales surtidos, y una milonga de Atahualpa Yupanqui.  Mayte explica su defensa de las sevillanas antes de rematar el recital con una hermosa serie de las mismas de Pareja Obregón, y uno del público grita «¡Mayte, gracias por existir!»

 

Flamencas de Extremadura «Por Derecho»

A las diez y media, en el acogedor café cantante Odeón, un año más el Festival de Nimes ha querido destacar el flamenco extremeño.  «Por Derecho» es básicamente un recital de cante de las premiadas cantaoras Celia Romero y Raquel Cantero, apoyado por el baile de Zaira Santos, solista del Ballet Flamenco de Andalucía, con el cante de Inmaculada Rivero, la guitarra de Francis Pinto y las palmas de Pilar García y Miriam Cantero.  Un amplio repertorio que incluía tientos, granaína, soleá de Triana, bulerías, caracoles o siguiriyas entre otras cosas, por alguna razón no acudió al sabor del cante extremeño hasta el final.  De hecho, los primeros sonidos que olían a Extremadura fueron de la sevillana Inmaculada Rivero, que se apoderó del entusiasmo del público con su forma tan flamenca de cantar y moverse por el escenario.  En el fin de fiesta, a través de los primos hermanos bulerías y jaleos, por fin sentimos aquel sabor exótico que tanto anhelamos.


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