29 FESTIVAL DE LA GUITARRA DE CÓRDOBA. Fedra, Morente, Poveda

Resumen: 29 FESTIVAL DE LA GUITARRA DE CÓRDOBA. Fedra, Morente, Poveda

29 FESTIVAL DE LA GUITARRA DE CÓRDOBA

“FEDRA”
Gran Teatro de Córdoba
7 de julio de 2009 21:00 hrs

Texto: Rubén Gutiérrez
Fotos y video: Festival de la Guitarra de Córdoba

LOS QUE VAN A MORIR TE SALUDAN

Lola Greco (Freda), Amador Rojas (Hipólito), Alejandro Granados (Teseo), Carmelilla Montoya (Ama), Estefanía Ruiz (Aricia). Cuerpo de baile: Olga Aznar. Guerau Cabrera, Hugo López, Ricardo López, Verónica Llavero, Jose María Maldonado, Marta Nogal, Estefanía Ruiz. Cante: David Maldonado, Guitarra: Iván Losada, Percusión: Lucky Losada, Coreografía: Javir Latorre; Música: Enrique Morente; Dirección: Miguel Narros.

Después de casi veinte años, el veterano y reconocido director Miguel Narros vuelve a retomar el mito de Fedra. Del original de Eurípides solo nos queda el argumento, pues tanto la puesta en escena, el vestuario y los símbolos se han teñido de un carácter actual. Fedra, que está casada con Teseo, se enamora de su hijastro Hipólito, por lo que la tragedia está servida. Para ello es fundamental la música, que en boca de Enrique Morente, nos va conduciendo por los distintos actos. Nos extraña que la mayoría de las composiciones vengan enlatadas y luego haya un trío de cantaor, tocaor y percusionista en el escenario, que pese a la calidad del joven David Maldonado, su voz a veces era inaudible entre las grabaciones morentinas y los taconeos. Aunque Carmelilla Montoya corrió mejor suerte, pues cuando templaba su telúrica voz  ella era la protagonista absoluta. Precisamente si algo tiene este meta-espectáculo son taconeos, pues no terminamos de ver el aire flamenco si no es por la punta y el tacón. Recurso excesivamente utilizado como remate de las distintas composiciones musicales. Es más cierto que Morente se ha fijado exclusivamente en cantes de compás para ilustrar la obra, en especial la seguiriya, entendemos por lo trágico de la trama. Se encuentran igualmente abandolaos, bulerías al golpe, tientos, tangos y tarantos. No obstante deseamos que la banda sonora se comercialice cuanto antes Tanto Lola Greco, como Alejandro Granados y Amador Rojas se encuentran encorsetados en sus respectivos papeles, conduciendo un guión más con la mímica  y diversos gestos faciales que con bailes flamencos propiamente dichos. Respecto al cuerpo de baile destacar su buen trabajo, dado que las coreografías están perfectamente coordinadas, y eso que tiene que ser difícil bailar con ropa de calle al uso, es decir pantalones vaqueros ajustadisimos y chupas de cuero. Chapó para el sirtaki  que se incluye en la obra, un guiño hacia la cultura musical helena. La modernidad de esta versión se traduce no solo en el vestuario, sino incluso en la moto que conduce amador Rojas sobre las tablas, elemento que conduce al fatal desenlace de éste. El amor no correspondido hacia Lola Greco sumirá a esta última en unos deseos incontrolables de muerte, que con el trasfondo de la petenera, concluirá con su suicido para finalizar el espectáculo.

TAMBIÉN OCURRIÓ EN CÓRDOBA

Este año el festival cordobés ha tenido la mayor presencia de flamenco de los últimos años. Así se demuestra en la cantidad de cursos referentes a esta temática, incluso Eva la Yerbabuena se ha incorporado como profesora,  y a los espectáculos programadas. No pudimos asistir a los “Ocho Monumentos” de Manolo Sanlucar y al recital de El Cigala con Tomatito, aunque este último lo habíamos visto unos días antes en Roquetas de Mar (Almería), y del que esperamos que siga haciendo los roces propios de un estreno para verlo más adelante. Pero si fuimos afortunados y poder  disfrutar de  dos noche de verdadero arte en el Teatro de la Axerquía, y más aun con el buen tiempo que nos acompañó en la ciudad  califal, pues el tan temido calor estival de estos pagos se tradujo en una ligera brisa nocturna que nos mecía con los ecos jondos. La noche del jueves 9 fue protagonizada por el que venimos llamando Rey Midas del Arte Jondo, no por que lo que toque lo convierta e oro, si no que lo hace flamenco. Se anunciaba junto a Lagartija Nicka para ofrecer su “Omega”. Aunque ha sido reseñado ya con abundancia en esta revista electrónica, queremos apuntar solamente un par de detalles. Primeramente que Morente se encontraba agusto, y comenzó por el “Alfa” para después llegar a “Omega”. Directamente regaló al público asistente una  hora de recital flamenco, donde destacó principalmente la malagueña del Convento chaconiana y la del Canario que hizo junto a la soledad de la exquisita guitarra de Juan Carmona Nieto. La saga de los Habichuela tiene digno sucesor en este veinteañero.  Luego vendría el filtreo junto a los lagartijos, con aparición estelar incluída. Como es obvio, nos referimos  a Estrella Morente. Pero ahí no queda la cosa, y tras los bises oportunos, llevábamos casi dos hora y media de concierto, la familia Morente decide rendirle su pequeño tributo al Rey del Pop. A casi todos se les caían las lágrimas mientras que Popo Gabarre imitaba el baile de Michael Jackson, y luego Estrella sacó a la negra que tiene dentro de ella para arrancarse por jacksonerías.

No tardó en correrse la noticia por Córdoba, pues al día siguiente Miguel Poveda no quiso ser menos. Sus anunciadas “Coplas del Querer” se ejecutaron según el guión previsto, dejándole también un hueco a Chiquelo para su lucimiento personal por bulerías en solitario. El catalán estuvo toda la velada desaciéndose en halagos hacia la figura de Joan Albert Amargós y la violinista Olvido Lanza, junto a los que terminaría el concierto. Durante el mismo repasó un amplio repertorio de coplas de Serrano, León, Quiroga, Perelló durante dos horas. Pero claro, a la hora de  los bises el público le empezó a solicitar cante. Hay que decir que tanto el día de Morente, como esa noche el marco incomparable del teatro de la Axarquía se encontraba a rebosar, y paradojas de la vida, con el albaycinero la media de edad era bastante inferior que con Poveda. Y es que Miguel se está convirtiendo en un ídolo del panorama musical español, avalado por su Premio Nacional de Música. pero no quiso despedirse sin antes cantar por derecho unas sabrosas alegrías gaditanas rematadas por bulerías, y como no podia ser de otra forma, sus “Alfileres de colores” por aclamación popular. Lo dicho, todos los artistas que hemos vistos desfilar sobre la arena cordobesa  se entregaron cuales gladiadores de la época de Séneca.


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