A los pocos meses de haberse inaugurado en Utrera un monumento a las míticas cantaoras Fernanda y Bernarda, el lunes 5 de septiembre, otro hijo predilecto del pueblo ha recibido el mismo reconocimiento.
Miguel
Vargas Jiménez (1940-1999), uno de los artistas más carismáticos
que ha conocido el flamenco, se inventó una personalidad artística
que creó estilo y le convirtió en el rey absoluto de Madrid
durante unos años. Sus rumbas reemplazaron la marchosa rumba catalana
del Pescaílla con algo más sugestivo y flamenco, y sus canciones
por bulerías, los boleros de Machín y Gardel, rancheras
o canciones de las grandes tonadilleras puestas al compás de la
bulería, fueron transformadas y aflamencadas de una manera irresistible.
La fama de Bambino cruzó fronteras internacionales llevando el
nombre de Utrera a los mejores escenarios del mundo donde su innovador
estilo le ganó incondicionales.
Salvador Távora habla en la inauguración
“Arte total que marcó una época
y un tiempo” Salvador Távora
Con la entrada de los años setenta Miguel fue a quedarse en su
pueblo natal donde su bondad y carisma todavía son recordados por
todos aquellos que lo conocían. De hecho el proyecto del monumento
fue un empeño privado, impulsado y organizado principalmente por
su amigo Rafael Alfaro, que tras 5 años de lucha vio cumplido su
sueño la tarde del lunes.
En la inauguración estuvo presente el director y autor Salvador
Távora, gran amigo de Bambino, que en su día escribió
canciones para el artista: “Incorporó el gesto, el sentimiento,
cantaba con todo el cuerpo…marcó una época y un tiempo…Bambino
era el arte total, desde que tomaba el café por la mañana
hasta que se acostaba”. D. Francisco Jiménez, alcalde
de Utrera también se dirigió al público: “Si
alguien quiere saber qué es el flamenco, tiene que venir a Utrera”.
Bambino comprendía la importancia de arroparse con buenos artistas.
La lista de tocaores que pasaron por su grupo está integrada por
la élite de la época precamarón: Paco Cepero, Paco
de Antequera, Juan Maya 'Marote', Habichuela, Paco del Gastor, Manolo
Domínguez 'El Rubio' y un adolescente Paco de Lucía. Casi
olvidados entre la muchedumbre el lunes, dos personas fundamentales del
fenómeno bambinero: los hermanos guitarristas Pepe y Ramón
Priego de Utrera que fueron decisivos en el desarrollo de las sorprendentes
contestaciones de guitarra y voces que caracterizaban el sello Bambino.
Bambino con su gran amigo Camarón
Mientras observaban cientos de admiradores, amigos, familiares y artistas,
sonaba la voz de Bambino por los altavoces y fue descubierto el hermoso
monumento, de cuerpo entero, tamaño natural, ubicado en la entrada
de Utrera, provocando estruendos aplausos y bastantes lágrimas.
Poco después se ofreció una cena de gala donde fueron proyectadas
escenas de varias actuaciones de Bambino, seguida de las actuaciones de
El Duende y Manolo Amaya, dos de sus más fieles admiradores y cómo
no, una fiesta espontánea que duró hasta las seis de la
mañana…Utrera sigue siendo Utrera y sus artistas más emblemáticos
no serán olvidados.
