Rocío Molina estrena “Carnación” en La Biennale de Danza de Venecia

Rocío Molina - Niño de Elche "Carnación"

Rocío Molina - Niño de Elche "Carnación"

La bailaora malagueña estrena su nuevo espectáculo “Carnación” el próximo 27 de julio en el Teatro alle Tese de Venecia en la Biennale de Danza de Venecia, que le otorgó este año el León de Plata de la Danza 2022, premio que será entregado el próximo 23 de julio en el TEatro <piccolo Arsenale de Venecia.

“Carnación” es una obra de Rocío Molina bajo la dirección musical de Niño de Elche.

Sinopsis: La palabra carnación, que en el lenguaje pictórico hace referencia al proceso de coloración de la carne, nos lleva a pensar, por un lado, en el paso de lo imaginario a lo visible, de lo que se esconde a lo que se muestra. Por el otro, es inevitable pensar en la idea bíblica del verbo que se encarna. Verbo que, en el lenguaje de la obra, adquiere la forma del deseo. De este modo, nos encontramos ante un itinerario abierto, una búsqueda en torno al deseo como el flujo psíquico que dirige la pulsión hacia la carne y que parte de la intuición de que su origen solo puede encontrarse in illo tempore. Se produce una indagación sobre el cuerpo y su capacidad de construir las imágenes de un pasado que no llegamos a comprender. Así presenciamos la construcción de una particular mitología en la que el deseo encarna el flujo psíquico que atraviesa los distintos estadios entre lo humano y lo sagrado, lo espiritual y lo animal, el «veneno materialista» que nos constriñe y el sacrificio en forma de descenso y ascenso, de axis mundi a través del cual ejerce su liberación.

ELENCO ARTÍSTICO
Baile: Rocío Molina
Cante: “Niño de Elche”
Piano/electrónica/programaciones: Pepe Benítez
Violinista: Maureen Choi
Soprano: Olalla Alemán
Coro Cantori Veneziani y proyectoeLe


«La idea de “sin límites” la igualo al valor y el sentido de cuestionarme. Cuestionarme que quizás no esté en lo cierto.

Cuando me obligo a este trabajo de escucha y observación, compruebo la belleza de la transformación y la humildad que hay en ella, reconduciendo imágenes, conductas, costumbres aprendidas, de esas que no te cuestionas por su propia naturaleza, de esas que no se ven, de esas que a veces te limitan.

El límite está en tu propia lente, es de tu propiedad y yo no quiero poseer ni si quieras mi propio cuerpo. Amar sin poseer caminar sin límites»

Rocío Molina

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