ROCÍO JURADO. 'Si amanece y ves que estoy dormida…'

Amanece el día 1 de
junio de 2006 y María del Rocío Trinidad Mohedano Jurado
duerme…hoy no es el día de la bulería:

«No, no

hoy no es el día de la bulería

ni tan siquiera embiste el toro de la pena,

dentro hace frío y fuera es primavera»

Texto: Estela Zatania

Diego Carrasco, uno de los músicos más identificados con
el flamenco en España, escribió esa letra para la tonadillera
de Chipiona. Y es que la niña, mucho antes de convertirse en «la
voz» de la canción española, había aprendido
a amar el flamenco que tanto escuchaba en casa gracias a la inmensa afición
de su padre.

Sin haber cumplido la mayoría de edad, Rocío viajó
con su madre a Madrid donde una vieja amiga del pueblo la presentó
a la Ñiña de los Peines y al maestro Manolo Caracol. Pero
fue un primer encuentro con Pastora Imperio que la metió en el
camino imparable de su brillante carrera. La Imperio inmediatamente contrató
a Rocío para el tablao que regentaba, El Duende, uno de los primeros
de la época de los tablaos. Siendo una menor, tenía que
vestirse con ropa que la hiciera verse con más años para
no llamar la atención de las autoridades. Su compañera,
la cantaora y bailaora malagueña Cañeta de Málaga,
que también había llegado a Madrid de jovencita a buscar
fortuna con su arte y fue contratada en El Duende, recuerda en una entrevista
reciente como la joven Rocío cantó «sus alegrías,
sus tientos y sus cosas de la Piquer».


Con el Lebrijano, Fiesta de la Yerbabuena, junio 2005 (Foto: Estela Zatania)

Pero la declaración flamenca más contundente de Rocío
Jurado llegaría años después cuando ya era una destacada
intérprete de la copla. En 1982 aplicó sus extraordinarias
dotes al cante flamenco en un doble LP con la colaboración de dos
máximas figuras del flamenco: el guitarrista Manolo Sanlúcar
y el cantaor Juan Peña «Lebrijano». Titulado «Ven
y sígueme», medio país le hizo caso y descubrió
que la famosa cantante también se movía con soltura por
los caminos de lo jondo. A pesar de un decir lírico ya perfectamente
desarrollado, la polifacética artista demuestra sus conocimientos
y su compás en una serie de cantes rigurosamente tradicionales
e interpretados con gran cariño.

El cineasta Carlos Saura tomó nota y se sirvió de la voz
de Rocío en dos largometrajes: «El Amor Brujo» con
Cristina Hoyos en 1986 y «Sevillanas» en 1992 donde comparte
el celuloide con figuras tan relevantes del mundillo flamenco como Paco
de Lucía, Camarón de la Isla, Tomatito, Lola Flores, Manuela
Carrasco o Matilde Coral entre muchos otros. En la edición de 1998
del Festival de Jerez dedicado al baile flamenco, el Teatro Villamarta
tuvo que colgar el cartel de «entradas agotadas» para la gala
de Rocío semanas antes que para cualquier otro espectáculo.
Un homenaje unipersonal a la cantante llegó con la adaptación
por bulerías de Fernanda de Utrera de «Se nos rompió
el amor», canción de Manuel Alejandro popularizada por Rocío
y convertida en flamenco por la voz rota de la utrerana

Rocío fue la primera en sustituir el típico traje de volantes
y lunares de las tonadilleras por elegantes trajes de noche y un look
internacional, pero nunca dejó de vestirse de flamenca en determinadas
actuaciones. Cuando se casó en 1976 vistió bata de cola,
peineta y volantes. En el mundo cerrado del flamenco siempre ha habido
personajes célebres ligados al ambiente: Curro Romero, la Duquesa
de Alba, Rafael Alberti, Antonio Burgos, Jesús Quintero, Rafael
de Paula, Federico García Lorca, Ava Gardner además de otros
vinculados con la música como Alejandro Sanz, María Jiménez,
Juanita Reina o Isabel Pantoja. Rocío Jurado, amiga e íntima
de los flamencos, forma parte permanente de esta élite de incondicionales
del arte que resultó tan inspirador para una niña chipionera
hace tantos años.
.
En junio del 2005 el XIV Festival de la Yerbabuena de Las Cabezas de San
Juan (Sevilla) fue dedicado a ella. Con su amigo de toda la vida, Juan
Peña «Lebrijano» a su lado, Rocío Jurado aceptó
emocionada el galardón que brindó a su padre y a todos los
aficionados. El reconocimiento oficial de su querido país vendría
el día 24 de marzo de 2006 al serle concedida la Medalla de Oro
al Mérito de Trabajo por ser «una de las mejores embajadoras
culturales españolas que durante años ha llevado su arte
por todo el planeta como un estandarte de nuestra cultura».

«Espérame
roba un minuto de ese tiempo
en el reloj.
Calma tus nervios
no te inquietes, por favor.
Domina un poco
esa tormenta en tu interior.
Espérame
voy a dejar todo por ti
en esta mañana».*

*[«Espérame» (1983) Pablo Herrero
/ José Luis Armenteros]

Homenaje a Rocio Jurado.
Festival Yerbabuena 05

 

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