Fallece Mariana Cornejo

Mariana Cornejo

Mariana Cornejo

Texto: Estela Zatania
Fotos: DeFlamenco

Sabemos que todos los seres vivos se mueren. Pero de alguna manera choca más cuando se trata de un gaditano. O una gaditana. Esa forma de ser, ese sentido del humor surrealista… un paladar que acepta las cosas de la vida con tanta filosofía como picardía.

Hoy, miércoles, 6 de noviembre, 2013, nos hemos quedado sin uno de los personajes y artistas más queridos de Cádiz, y de todo el panorama flamenco.   Luego nos dice la nueva generación que “nada se pierde, siempre habrá flamenco”.   Ay Mariana,  ¿ahora quién nos va a cantar esas chuflillas y tanguillos…o las canciones y cantes de tu tío Canalejas de Puerto Real?  

Un premio del Concurso de Córdoba en 1986 fue su orgullo.  Numerosos programas de radio y televisión, grabaciones, actuaciones en los grandes festivales, la Bienal de Sevilla, Festival de Jerez…recuerdo aquella noche en la  Reunión de Cante Jondo de La Puebla de Cazalla 2002 cuando Mariana se unió a la difícil ronda de tonás, defendiéndose con soltura y conocimientos, mano a mano con los gigantes Pansequito, Clavel y Menese.  Con 66 años se nos ha ido uno de los eslabones más jóvenes que nos conectaba con aquella época anterior cuando los cantaores ganaban poco, conmovían mucho, y no comentaban el nivel del “réver” con el técnico de sonido.  

‘¡Mariana, tú eres Cádiz!’.  

Hoy el guitarrista Pascual de Lorca me ha comentado lo siguiente acerca de su compañera artística: “lo mismo que pasó cuando faltó Chano – ya no sólo es el cante de Cádiz…la gente siempre le decía ‘¡Mariana, tú eres Cádiz!’.  Me acuerdo cuando hicimos el grupito ‘Rincón Andaluz’, con el Grilo y María del Mar Moreno que era una joven adolescente, de eso hace unos 25 años…y siempre juntos desde entonces”.

Contaba Mariana que empezó a cantar con 9 años, y llegó a conocer a todos los grandes artistas del flamenco gaditano, de Aurelio para acá.  Como tantas mujeres de su generación, dejó de cantar en público al casarse, volviendo a la profesión años más tarde, ya una mujer madura, y una grata sorpresa para la afición.  Siempre decía que el cante le daba vida, y así le ha parecido también a Pascual de Lorca:  “Hace pocos días trabajamos en un homenaje, y ella gastando bromas como siempre, haciéndonos reír…actuar le cargaba las pilas.  Doy las gracias por haber tenido la suerte de estar toda la vida con tan buena persona y artista”.

Su sonrisa sincera y permanente capaz de iluminar un teatro entero, compás y espontaneidad, Mariana de Cádiz para siempre en el recuerdo…

 

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