El último rugido del león de la Plazuela

Manuel Moneo

Manuel Moneo

Texto: Estela Zatania

Foto: Rafael Manjavacas

MANUEL MONEO (1950-2017)

Esta mañana, 19 de diciembre, 2017, cuando todo el mundo está preparando sus festividades navideñas, los aficionados hemos tenido que asimilar la desaparición del último gran cantaor de una generación de grandes.

Manuel Moneo Lara, hermano del Torta y de Luis Moneo, padre del Barullo, nació en 1950, justo a tiempo para enganchar su carro jondo a la escuela de Antonio Mairena, al que admiraba con pasión, en esta ciudad caracolera.  “A mí me gustan los cantaores de Jerez, pero yo cuando me levanto por la mañana y escucho a Antonio cantar una toná, ya empiezo a llorar” afirmó en el 2009 cuando lo entrevisté.

El respaldazo de Manuel Morao le abrió las puertas, como había ocurrido con tantos otros jóvenes promesas de Jerez. Manuel fue un cantaor sobrio y serio, con una aplastante dignidad.  Rechazó todo comercialismo, y tuvo el buen gusto y suerte de dejar registradas algunas grabaciones de alta calidad.  

Jerezano a rabiar, pero con algo más, también tenía a Manuel Torre en el altar más alto, y Juanito Mojama fue otro de sus ídolos.  De ahí, sus seguiriyas que hacían temblar el aire, sus bulerías con peso de cante mayor, la bulería pa’ escuchar con el fuerte sabor de su tierra o sus tremebundos martinetes que podemos apreciar a bocajarro en la película “Flamenco” de Carlos Saura, mano a mano con Manuel Agujetas.

Hubo una vez el cante jerezano, un acervo y una tradición, cantaores grandes, pequeños y medianos, una forma de cantar que prácticamente define el cante flamenco.  Manuel Moneo ahora reside con los cantaores a los que tanto apreciaba, y el flamenco ha quedado triste, terrible e irrevocablemente menguado con su marcha.

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